Acometo la crónica del sábado, ultima día del festival, y debo decir que al igual que el viernes, fui al tajo y poco aproveché lo que el ARF me ofrecía. No saturarme ha sido una de mis reglas este festival. Durante la mañana nos acercamos a la zona de la plaza de La Virgen Blanca, para ver la actuación, pero que no fuera James Hunter del gusto de ninguno, y que se fueron sucediendo encuentros y situaciones, al final no vimos ni un minuto de actuación, pero el calor el sábado ya era algo más serio y esto tampoco ayudo a la hora de decidirnos a acercarnos. De todas maneras, para un servidor, lo que de verdad importaba esa jornada, sucedería durante la tarde/noche en el Solomon Burke Stage.
Gregg Allman
Otra vez, como muchas otras diré que aquí no soy incondicional, que escribo desde el punto de vista de fan, y que tan solo con disfrutar de un concierto de este caballero sureño, merece la pena el dinero pagado, el calor pasado y el tiempo y kilómetros empleados. Pero si para colmo viene con una excelente banda, y nos deleita con un concierto de sobresaliente, la poca parcialidad que pudiera tener desaparece de inmediato. Hora y poco para ver a un artista con tan grande repertorio a sus espaldas se hace corta y complicada la elección de temas.
Pero bueno, al fin y al cabo viene en solitario, y en su carrera incluyendo alguna del último disco se basa buena parte del show, aunque visitando las piezas maestras de Allman Brothers una y otra vez, que al fin y al cabo es una parte grandísima de la vida profesional de Gregg. Algunas tal y como las hemos escuchado, pero en su mayoría, cambiadas, versionadas y re versionadas hasta el punto de costar conocer algunas a las primeras notas. Pero todo ello con una elegancia y un toque sutil del que este hombre ya nos tiene más que acostumbradas y maravillados. Un concierto que siempre te deja con ganas de mas, ya que estás tan cómodo durante el mismo que cuando te quieres dar cuenta se está marchando. Pero todo no se puede tener.
Brian Setzer
Decir que en esto del rock and roll, Setzer es uno de los que mandan, reinan, enseñan, divierten, etc, etc, es a estas alturas casi quedarse corto. Cada vez que he visto un concierto de la saga de los gatos, he salido más que satisfecho, encantado, cansado de moverme y con una sonrisa en la cara de esas que tardan un tiempo en borrarse. Y esta fecha fue una mas, o un de las que más. Ni festivales, ni salas, ni pabellones, allá donde se plante Setzer, aquello se convierte en una fiesta de rock and roll, rockabilly, swing, blues, surf……………ya me entendéis.
Tanto en su set con el trio rockabilly que suele llevar, como cuando el gran Slim Jim Phanton hizo acto de aparición, el concierto rayo a un altísimo nivel de intensidad rockera, de saber hacer, de ganas, pegada y buen rollo. El bueno de Brian incluso se atrevió a tocar unas notas con el contrabajo cuando los dos contrabajista estaban en su salsa haciendo un duelo. El show termino con todos los músicos sobre el escenario, dos baterías, dos contrabajos, piano y la incendiaria guitarra y la gran voz de nuestro rocker rubio. Una maravilla de la que me alegro de ser testigo. Que vuelva ya!!!!!!!!!!!
Después de esto, el cuerpo necesitaba algo de reposo, hidratación y nutrición. Con esas me pase por la parte de restauración, pero entre brindis, comentar la jugada, encontrarme con el bueno de KARLAM por cuarta o por quinta vez ya, jeje, y charlar un buen rato con él, cenar algo y seguir con la buena compañía, se me paso el concierto de Paul Weller. Cierto es que intención de verle no tenia en exceso, pero no me dio tiempo ni elegir, en la lejanía y entre conversaciones lo vi. Pero lo poco que llegue a captar no sonaba mal. Otro concierto que no debería haberme perdido, pero ya nada puedo hacer. Solo me faltaba ver a Thin Lizzy, o eso creía yo. Con una nueva formación, algunos miembros originales, con músicos de buen nivel dentro de la escena rockera. Curiosidad sentía, y recomendados me los tenían. Pero la cosa no comenzó bien, ya tuvieron retaso, cuando en el festival esto no fue ni mucho menos la tónica a seguir. Después, puede ser el cansancio, o que después de ver a Gregg y al Rockabilly Riot yo no estaba muy receptivo, pero no creo que llegara ni a media hora de show, cuando desfilaba de allí, sin llegar a gustarme lo que escuchaba en ningún momento, ni a conectar con el show en si. Puede que metiera la pata. O que si los veo en otras condiciones hable maravillas de ellos, pero preferí retirarme a descansar, ya que faltaba todavía un show en la plaza de la Virgen Blanca.