Desayunamos en un entorno tranquilo en La Vieja Posada, un hotel con acogedoras habitaciones de estilo colonial, patios, jardines y piscina.
Es un lugar para disfrutar y relajarse, con cierto encanto.
Cafayate es un lugar ideal para conocer el vino de la región. Por la mañana visitamos el Museo de la Vid y El Vino, enclavado en un edificio espectacular.
A través de una serie de dioramas y carteles en medio de la penumbra, recorremos la historia del vino desde los tiempos del Neanderthal hasta la actualidad.
A 1770m sobre el nivel del mar, se cría uno de los mejores vinos blancos, el “torronté” medio seco, medio dulce, pero también existen diversas variedades de tinto. La vendimia dura hasta la mitad del mes de abril.
El origen del vino en la zona de Cafayate e remonta a la mitad del siglo XVIII, por esa misma época es cuando nacieron las primeras estancias donde se producía el vino para consumo familiar.
Las condiciones de los valles Cachalquíes son únicas en el mundo. Dada la altura de sus tierras, el clima se vuelve seco conteniendo una amplitud térmica óptima que hace que sus uvas maduren en equilibrio y formen el sabor característico que une el sol, agua y tierra.
Saliendo del pueblo de Cafayate, visitamos la Bodega Vieja Secreta donde nos hicieron un recorrido por la antigua casa. Es la bodega más antigua de Cafayate, y se encuentra en la entrada del pueblo. Esta casa perteneció a una familia de vascos, pasando posteriormente por diferentes familias.
En la Bodega Vieja Secreta siguen generando la producción del vino de forma familiar y uno de los botellas a destacar es el vino blanco Gata-Flora, de sabor semi-dulce. El término Gata-Flora se refiere a cuando una persona no está contenta ni con una cosa ni con otra, en concreto a las mujeres.
También producen el vino “torrontés” y tres tintos más. La vendimia se hace a mano y son los mismos temporeros los que en julio y agosto vienen a podar las viñas. Hacemos dos degustaciones, de vino blanco y tinto de forma gratuita.
La muestra exhibe más de 300 piezas que incluye maquinaria, elementos de trabajo artesanal y toneles de roble y algarrobo, además de varios efectos personales de sus fundadores como fotografías…etc.La bodega El Esteco que deseábamos visitar permanece cerrada por reformas, pero permiten hacer una fotografía de sus viñedos con la antigua casa–bodega al fondo.