Para entender el significado de la situación actual que soporta nuestro país, será indispensable retrogradar el tiempo a un pasado donde todo se origina. Cuando la llamada “Guerra Fría”, desatada por el enfrentamiento por la conquista del poder mundial entre los EE. UU y la Unión Soviética, llegaba a su fin, las principales autoridades de empresas líderes de los EE. UU, especialmente las denominadas por el ex Presidente Eisenhower “COMPLEJO INDUSTRIAL-MILITAR, las similares de Europa y las del Japón constituyeron, en 1973, una estructura política – económica que se conoció con el nombre de “Comisión Trilateral.”
Ella diseñó los grandes rasgos políticos necesarios por seguir para afianzar el nuevo predominio mundial que se pronosticaba. Así se originó la nueva Doctrina que estableció que, ante la derrota del Comunismo, habría un impulso definitivo hacia un “Capitalismo Democrático” que ofrecería mejores oportunidades a los pueblos, y que al aplicarse terminaría con las penurias económico – sociales que la humanidad había tenido que atravesar.
Este giro ideológico originó lo que el escritor J. Williamson llamó “El Consenso de Washington” en su libro “What Washington means by policy reforms”, escrito en 1990 y en el cual explicó las políticas económicas financieras globales que el CONSENSO exigiría al resto de los países, especialmente a los llamados del Tercer Mundo, como requisitos para lograr su desarrollo. Con el nombre de “Préstamos para el Ajuste Estructural” su cumplimiento fue exigido para recibir asistencia financiera o para ser merecedores de una mejor calificación como país deudor.
Estas políticas deben obedecer al siguiente decálogo: 1) disciplina fiscal. 2) reorientación del gasto público. 3) reforma fiscal. 4) liberación financiera con libre movimiento de capitales. 5) politica cambiaria con tipo de cambio competitivo. 6) liberacion comercial. 7) inversiones extranjeras directas. 8) privatizaciones. 9) desregulaciones. 10) intangibilidad del derecho de propiedad.
Todo ello fue puesto en marcha y los resultados han sido, de acuerdo con lo que expresó el Premio Nobel de Economía Joseph Stigliz en su libro ”El Malestar de la Globalización” los siguientes: “Ninguna nación se ha desarrollado en virtud del seguimiento fiel de los dictados de una tecnocracia internacional y local, ya que cada una de ellas es un microcosmos con una problemática singularizada que es fruto de los sucesos históricos por los que atravesó.
Por ello puede expresarse que en realidad lo que se aplicó fueron políticas meramente de ajuste que, desde un enfoque monetario y cambiario, buscan lograr ayuda financiera internacional con el apoyo de los organismos multilaterales de crédito cumpliendo lo determinado por el Consenso de Washington, cuya política financiera se amalgama en una radicalización ideológica neo-liberal, instrumento de los países con muy alto desarrollo para imponer en el orden mundial una concepción política, económica y social propia, sin respeto a la libertad de los estados menores y a las visiones de las distintas culturas”.
En resumen un gran esfuerzo para instalar mundialmente un Capitalismo Liberal fundamentalista e integrista aplicado a las personas, a los países y a las sociedades en provecho de unos pocos.
Es que el Capitalismo no admite ni admitirá que pueda desarrollarse y confrontar, aun tímidamente, la otra doctrina que puede disputarle el predominio mundial y que se llama Socialismo, en cualquiera de sus formas.
Las consecuencias perturbadoras de la aplicación de esa doctrina en la Argentina han sido la causa de la crisis política – económica que culminó en el levantamiento popular del 19 y 20 de diciembre de 2001. Conviene entonces analizar la situación.
Luego del derrumbe soviético, casi inesperado por lo abrupto, se produjo un vacío conceptual que permitió que de inmediato grandes y variados intereses mundiales trataran de imponer sus propuestas. El mundo ya había asistido a otras fórmulas que escondían intereses particulares de quienes detentaban el poder. Gran Bretaña había propuesto “el libre comercio”, mientras que en el orden interno protegía desmesuradamente su industria; los EE.UU a su vez pretendieron demostrar la ineficiencia de lo estatal mientras ellos mantenían poderosas organizaciones estatales para difundir su estrategia tecnológica.
A estos ejemplos se pueden sumar las declaraciones y exigencias de los principales organismos internacionales que ordenan abrir los mercados mientras los países “líderes”, que las sustentan, originan todo tipo de perjuicios a los países menores con los subsidios dados, en especial, a sus propias producciones primarias.
Todo ello para enmascarar su objetivo de dominio mundial para asegurar en sus territorios el mejor nivel de vida de unos pocos a cualquier costo.
Así funciona actualmente el nuevo orden mundial, mostrando como la globalización, empleada como instrumento de poder por los grandes emporios político – económicos, produce una caída de la independencia y del poder efectivo de los Estado – Nación y que la asignación de un poder desmesurado a las organizaciones privadas, especialmente a las financieras, materializa perniciosos resultados.
Ante estas situaciones apareció, en algunos países, el Estado, ahora con procedimientos menos autoritarios y más participativos con los que, en representación de la población, intenta al menos mejorar la situación imperante. Este nuevo escenario es el espacio donde actualmente se materializa la lucha que es muy amplia y está reflejada en la pugna por los mercados globales, por el control de los alimentos, la energía, el petróleo, los minerales, los ecosistemas y el agua potable. Todos recursos naturales estratégicos.
Algo ha cambiado desde la antigüedad en cuanto a las actitudes de los poderosos ante los conflictos que su conducta imperial desata.
Las limitaciones para el empleo masivo del poder militar para solucionarlas, por el alto grado de poder letal que hoy disponen y la asimetría de los participantes de un eventual enfrentamiento, obliga a utilizar el conocimiento en un sentido más amplio para operar mediante un gran número de nuevas formas de agresión tales como: la manipulación psicológica; los operativos de prensa; las operaciones de desinformación y de contra información por parte de agencias especiales de inteligencia; la corrupción de dirigentes; las agresiones económicas; el control por parte de organismos internacionales; la creación y la operación de guerrillas; los ataques por la prensa globalizada; la disociación de Estados, especialmente aquellos con territorios que contengan espacios vitales estratégicos; el desarme de las Fuerzas Armadas o su empleo en tareas externas a su espacio nacional tratando de transformarlas en fuerzas mercenarias internacionales; la militarización interna utilizando Fuerzas de Seguridad para combatir la “creciente inseguridad”.
En su conjunto el empleo de todas estas “estrategias” constituye lo que se ha llamado “Golpe de Estado Blando” como el claramente desatado actualmente contra la Republica Bolivariana de Venezuela que se atrevió a propugnar un Socialismo del Siglo XXI, por el peligro de que ese ejemplo se propague; y el ataque que está soportando el gobierno argentino por alguna manifestación de independencia al mandamiento capitalista. Analizaremos este ataque destinado a imponer la propia voluntad al oponente más débil.
Queda claro que el nuevo orden mundial no ha podido sostener la paz y la armonía en las relaciones entre los Estados; en realidad es todo lo contrario. Por ello los agredidos han recurrido a antiguas o nuevas formas de relación donde ahora el rol del Estado – Nación es indelegable. Ese parece ser el curso de acción adoptado por la actual experiencia de gobierno en nuestro país. Recordar que al iniciar su gestión la Presidenta expresó claramente que su gobierno pondría en marcha un modelo capitalista con “inclusión”.
Por ello permitió que la masa del aparato productivo continuara siendo operada por las Corporaciones Internacionales. Pero para lograr la inclusión cometió algunos “errores” imperdonables para el Sistema: la estatización de las AFJP, del Servicio de Correos y algunas empresas de servicios públicos entre otros y finalmente la renacionalización de Aerolíneas Argentinas y la recuperación parcial de YPF. Lo que originó la alarma imperial fueron los acuerdos de cooperación económica establecidos con los gobiernos de RUSIA y de la CHINA.
Toda esta situación originó el comienzo de las agresiones por parte del poder económico global como parte del Golpe de Estado Blando destinado a mellar la intención manifestada de gobernar para eliminar la pobreza y lograr la inclusión social.
En medio de estos sucesos ocurrió un episodio que permitió a la justicia poder acercarse a Irán para acordar el interrogatorio de personas presuntamente vinculadas al terrible atentado a la AMIA por medio de un Memorándum de Acuerdo Argentino – Iraní, inicialmente aceptado por todos los ámbitos, pero que súbitamente fue criticado por algunos sectores que lo consideraron espúreo.
¿Qué circunstancias originaron el cambio? Conviene analizar que IRAN constituía el enemigo más acérrimo a los intereses de los EE. UU y de Israel en la zona hasta que la aparición de los terroristas del DAESH (Estado Islámico para EE. UU y la OTAN) logró cambiar esa percepción para los EE. UU; pero la potenció para los israelíes.
Para los norteamericanos IRAN pasó a ser un aliado potencial y para ISRAEL continuó siendo un enemigo mortal. Un impresionante choque de intereses con resultados imprevisibles. En ese marco el modesto Memorándum para lograr el interrogatorio de los acusados en IRAN tomó nuevas dimensiones; y los Servicios de Inteligencia de los países involucrados en esta disputa, la CIA y el MOSAD, comenzaron a operar en apoyo de los propios intereses de sus gobiernos, que no eran ni son los de la Argentina, que sólo deseaba esclarecer los crímenes cometidos durante la gestión menemista.
En ese contexto apareció súbitamente el Fiscal NISMAN, que investigaba sin resultados los atentados contra la AMIA desde muchos años atrás, denunciando que el Acuerdo marcaba una complicidad de nuestro Gobierno con los iraníes y así desató una controversia sobre la presunta complicidad del Gobierno Nacional con el “criminal” IRAN.
Nuestro país se convirtió en zona de operaciones donde los Servicios de Inteligencia de dos potencias extranjeras dirimían sus intereses y en medio de esa controversia apareció muerto el Fiscal.
Ello creó las circunstancias favorables para que algunos exigieran la nulidad del Acuerdo y para otros buscar los medios para debilitar las pocas manifestaciones de independencia del gobierno, haciéndole pagar los conatos de independencia que estaba emprendiendo y acusarlo de ser responsable del probable asesinato del Fiscal. Ello constituyó una situación inmejorable para intentar hacerle cambiar de idea a la Presidenta y que regresara al redil imperial de donde nunca debió alejarse. Ya se le había advertido previamente utilizando la agresión de los llamados Fondos Buitre; pero su empecinamiento ahora sería debidamente castigado.
Por ello es imprescindible que las amenazas contra el Gobierno fracasen en todas sus líneas por lo absurdo y sin fundamentos de sus contenidos y triunfe la lucha sin cuartel que se ha insinuado por una democracia social, esfuerzo que se encuentra en plena realización junto a nuestros conciudadanos Latinoamericanos y Caribeños y que quizá está inspirado por el accionar del gobierno democrático popular argentino derrocado por el sangriento golpe de 1955. El camino no será fácil y así habrá que comprenderlo ya que el ““Nuevo Orden Mundial” encuentra aliados en los lugares más insospechados.
Algunos actúan de aparente buena fe apreciando que el ritmo del cambio, que desean inmediato, es sólo un problema de la propia voluntad de actuar de los gobernantes y no de la naturaleza de los escollos por superar cotidianamente. Otros son y han sido aliados de las grandes potencias por los beneficios particulares que esperan por su actitud. Para no precisar la larga lista de esos personajes bastará con pocos ejemplos.
Algunos de ellos han ocupado cargos de la más alta responsabilidad, aún del presente Gobierno, y mientras cumplían sus funciones, concurrían a la Embajada de los EE. UU para cumplir su protagonismo de entrega, tal como lo demostraron los WIKILEAKS publicados en su oportunidad. Otros han ocupado y ocupan cargos en el Congreso Nacional.
Nada extraño, hoy continúan viajando a Washington para recibir directivas y para informar en privado a sus “mentores”. Por ello es necesario no someterse y continuar la lucha a favor del pueblo y no de las corporaciones.
Muchos dicen y hasta lo creen que si los dejamos manejar libremente nuestros recursos estratégicos producirán un vuelco colosal en nuestra economía que redundará en beneficio para el pueblo (recordar el ejemplo de la copa desbordada). Todo falso.
La copa siempre ha tenido un doble fondo. Además con la promesa de producir en gran escala y enriquecer a los habitantes de sus zonas de operaciones han dejado una herencia de desastres ecológicos.
El caso de las Madres de Ituzaingó es emblemático. Las corporaciones sojeras que manejan gran parte de nuestro comercio exterior infectaron e infectan el medio ambiente con sus nefastas semillas transgénicas y sus “HERBICIDAS”. Ya no se habla del pasivo ambiental que dejó REPSOL en el país. Apenas si se menciona la contaminación y degradación ambiental que siguen produciendo la mega minería y la minería a cielo abierto, todo ello en manos de corporaciones internacionales.
Cuando estos hechos son denunciados, para disimular sus efectos se procura llevar los beneficios de algún dinero a las regiones y comunidades afectadas. Pero ello no basta. Los informes de los médicos rurales, los de distintas organizaciones sociales, los de los Médicos de Pueblos Fumigados y las cifras de la contaminación resultante dan cuenta del gran número de enfermedades letales y malformaciones que han quedado y están como muestra de los reales “beneficios” que la presencia corporativa y sus afanes de lucro pueden producir como consecuencia de un accionar que no tiene en cuenta ningún tipo de resguardo salvo el lucro, sin protección del ambiente, aspecto que sólo parece interesar al Estado.
Podemos para cerrar, citar el avance de estas corporaciones y sus aliados sobre las tierras de las comunidades campesinas y de Pueblos Originarios.
Pero no conformes con todo lo que hasta hoy han logrado, ahora asistimos a este brutal ataque a nuestro Gobierno por parte del poder imperial y sus cómplices locales que parece aspirar a su inmediato derrocamiento mediante la aplicación de las técnicas del Golpe de Estado Blando.
Aspiran a quedarse con todo como en la época menemista. Será imprescindible que nuestro Gobierno tenga la enjundia para continuar y ampliar la senda de independencia emprendida ahora junto a nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños y con el aporte de nuevos socios estratégicos.
Siempre recordamos la máxima orientadora del Libertador General Jose de San Martin : “Para las personas de coraje se han hecho las grandes causas”. El CEMIDA por lo descarado del accionar imperial y sus traidores aliados locales expresa su total e incondicional apoyo al orden institucional y repudia los burdos intentos golpistas de la llamada “Oposición” que ante las actuales circunstancias se ha aliado con los peores sirvientes del Imperio.
Documento preparado por el presidente del Cemida Cnl. (r) Jose Luis Garcia y la profesora Elsa Bruzzone. Buenos aires, republica argentina, 15 de febrero de 2015. Colaboración especial para LatinPress®. http://www.latinpress.es