En Tucumán visitamos La Casa de la Independencia, es un lugar histórico pues donde se firmó la Independencia de Argentina.
La casa abre sus puertas a turistas y viajeros haciendo un recorrido por este precioso edificio que fue restaurado con gusto, dejando los tejados originales de caña y tejas.
En la entrada había una sala con los cuadros de todos los congresistas y una mesa con sillas donde se firmó la Independencia, concretamente, el 19 de julio de 1816.
En cada sala podíamos ver una amplia exposición de objetos y cuadros, así como libros y otros artilugios.
Había un patio principal con un pozo y un huerto. El segundo patio que vimos había expuestas placas conmemorativas de varias ciudades, la llamada la Galería de las Placas.
En un tercer patio pudimos contemplar dos grandes murales de bronce del hecho histórico con la batalla de Tucumán. Es esta una ciudad campechana pero con mucha historia detrás.
Mujer de Tucumán con vestimenta típica
En la Iglesia de la Merced vimos un fresco de la Batalla de Tucumán. Bajo el fresco se encontraban las vidrieras de un artista catalán, Antoni Estruch, que databann de 1922. Alrededor de la Casa de la Independencia en el centro de Tucumán, vimos tiendas típicas de alfajores, el postre estrella de Argentina.Una vez realizada la visita en Tucumán volvimos hacia Córdoba y fuimos a ver la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Su interior es de estilo neoclásico pero se encontraban haciendo misa. Nos dirigimos hacia la Manzana Jesuítica o de Las Luces, que desde el año 2000 forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Se compone de un gran complejo de edificios:
La Universidad Nacional de Córdoba acoge una serie de libros antiguos por ejemplo de Garcilaso de la Vega, llamado “El Inca” de 1540, entre otros. Pero no estaba permitido hacer fotografías.
El segundo edificio es el Colegio de Nuestra Señora de Montserrat, pero al ser la salida de los estudiantes, habia tal revuelo que apenas nos dejaban entrar. En la puerta de entrada hay una placa conmemorativa con fecha de la Fundación en 1687 y en donde dice “Más no consiste la Gala en ser primero en el tiempo, sino en ser primero en la eminencia”. Frase de Baltasar Gracián, extraído del su libro “El héroe”.
El tercer edificio es la Iglesia de la Compañía de Jesús, donde se estaba recreando una misa. Mirando hacia el techo, vemos que es el sentido inverso de un barco. Después de buscar la cripta, ubicada en el subterráneo de la iglesia, y el Palacio Museo, vimos que los dos se encontraban en proceso de restauración y volvimos hacia el hotel a descansar un rato pues la calor era sofocante con mucha humedad.
Por la tarde-noche fuimos (pasamoz antes por el fastuoso Teatro Rivera Indarte, uno de los más importantes del país) hacia Nueva Córdoba y Güemes, los barrios alternativos de la ciudad.
En este último se encontraba la Feria de Fin de Semana, es un ambiente muy diferente al barrio antiguo y nos encantó. En la calle sonaba la música, habían payasos y actuaciones.
Dimos un paseo por los locales de la calle principal donde hay infinidad de tiendas, cafés, restaurantes y elegimos finalmente el lugar para cenar.
El Craftman, es un moderno restaurante con terraza y en el que nos atendió un camarero venezolano muy guapo con pinta de modelo. El se vino desde Valencia (Venezuela) con contrato de trabajo y casa incluida pero su sueño es ir a España pues su mejor amigo vive en Madrid, pero que exigen mucha documentación y está complicado para ir.
Seguimos la juerga en un local de cervezas artesanales, y antes de llegar hacia nuestro hotel, paramos en los edificios iluminados de La Manzana de las Luces, despidiéndonos de la ciudad.