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La dinámica inflacionaria agravó el problema de la pobreza, ya que ha erosionado el valor adquisitivo de los ingresos de las personas y hogares de menores recursos.
Los trabajadores precarizados, jubilados y beneficiarios de planes sociales han sido los más afectados por una realidad que el Gobierno insiste en desconocer, para lo cual apela a la manipulación de las estadísticas.
Para el INDEC, en el país hay 4,8 millones de pobres, pero para diversas consultoras económicas privadas el número sería el doble (así, para FIEL) o, más aún, alcanzaría a un tercio de la población argentina. El procedimiento del INDEC, impugnado por los expertos y carente de credibilidad social, calcula la línea de pobreza en base a una canasta de bienes con precios irreales. Dicha canasta básica para un matrimonio con dos hijos, el INDEC la fija en $ 1.244,11 a noviembre, mientras que FIEL, tomando los mismos productos pero con precios reales pagados por los consumidores, le asigna un monto de $ 2.055 mensuales. La indigencia también, según FIEL, es marcadamente mayor a la informada por las cifras oficiales, alcanzando a 3,3 millones de personas, y no a 1,2 como lo señala el INDEC.
Por su parte, la consultora Ecolatina estimó que la tasa de pobreza llegó a 30,9% en 2010, mientras que la pobreza extrema alcanzó un porcentual del 10,6. A pesar de la recuperación económica y el viento internacional en favor de las exportaciones agrarias, el Gobierno no ha logrado incidir en la reducción de la pobreza. De este modo, la pobreza afecta a más de 12 millones de habitantes de un país dotado de recursos naturales excepcionales y de escasa densidad demográfica.
La inflación de 2010, que Ecolatina estimó en 26,6%, se ha encargado de erosionar los ingresos de sectores vulnerables como los trabajadores en negro -más de un tercio del total de asalariados-, beneficiarios de planes sociales y jubilados con ingresos mínimos. Para impedir, entonces, que se expanda aún más la pobreza, es necesario que el Gobierno reconozca la envergadura del problema inflacionario y busque remedios.
La inflación, que la consultora Ecolatina fijó en 26,6% en 2010, deteriora principalmente los ingresos de los sectores más vulnerables de la población, causando su pauperización.
Fuente: clarin.com