El joven es oriundo de Caleta Olivia, Santa Cruz. Es uno de los 6 candidatos a rey de la Vendimia Para Todos.
Hace 19 años, Valentino Barboza nació en un cuerpo femenino. Durante su adolescencia aceptó que le gustaran las mujeres, pero nunca se consideró lesbiana porque no se sentía mujer. Ahora es transexual, y quiere mostrar que la transexualidad no está ligada solamente a los hombres que quieren ser mujer, sino que las mujeres también, aunque sean minoría, pueden tener el deseo de pertenecer al género opuesto, y que la aceptación de la transexualidad es una lucha de ambos géneros.
Valentino todavía se intimida por las cicatrices que le dejaron la mastectomía que tuvo que realizarse para su reasignación de género y toma medicación hormonal diaria que la cual dependen su voz y su barba, pero tuvo el valor de comenzar un proceso largo de transformación que, sin dudas, hará que sea quien siempre deseo ser.
El objetivo de Valentino es claro y en cada pregunta se filtra: la idea es que contar su historia le permita aportar a la visibilidad de los hombres trans y abrir un camino de información. “Quizás alguna persona en alguna parte de Argentina o del mundo que esté viendo o escuchando se sienta identificada, hay tanta falta de información en las ciudades chicas que es importante que alguien diga ‘soy así’ y vos quizás también te sentís identificado”, ejemplifica. “Cuando era más chico, sentía que no encajaba dentro de la sociedad, no sabía qué era lo que me pasaba y pasé muchísimos años así, viví mucha discriminación, nadie me daba una mano, nadie se te acerca y te pregunta qué te pasa. Me parece importante en la infancia, con los más jóvenes, comenzar a hablar de estas cosas para que nadie la pase mal, no es lindo ser discriminado, no es lindo sentirse mal en el cuerpo de uno, además de la identidad de género, también sobre la orientación sexual es importante que empiece a haber información, que esto deje de ser un tabú y quizás le estás dando una mano enorme a cualquier persona”. Valentino está orgulloso de lo que está logrando con su transición, pero tomar la decisión de presentarse al casting no fue sencillo, sabe que exponerse no es fácil. “Es algo que me costó muchísimo, es una decisión que la pensé bastante. Soy una persona muy tímida y jamás en mi vida me paré en un escenario, jamás hice una entrevista, tuve que pensar muy bien si estaba listo, si estaba decidido y creo que listo no iba a estar nunca, no es algo que uno se prepare mentalmente y físicamente para eso. Hace no mucho tiempo estoy en transición, mi cuerpo es lo que pude hacer en este poco tiempo, la construcción de mi cuerpo. Obviamente iba a estar compitiendo con otros chicos y fue algo que tuve que pensar bastante”, admite y agrega “en lo personal me dije a mí mismo que vale la pena exponerse por la causa, por cuáles son mis convicciones, mis objetivos y mis deseos: justamente visibilizar que existen los trans”. Persona trans es una expresión que abarca a travestis, transexuales y transgéneros, es aquella persona que se identifica, siente y/o expresa un género diferente al que le ha sido asignado desde su nacimiento. En este contexto, hay que recordar que en el artículo 3 de la Ley Nacional de Salud Mental (N° 26.657) señalan que “en ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de elección o identidad sexual”. De este modo se ratifica el compromiso del Estado Argentino contra la patologización de las personas trans, es decir, tratar su situación como una enfermedad. “En la infancia comenzaba a sentirme un poco fuera de lugar con respecto a los estereotipos de mujeres y comencé a sentir dudas, a sentirme mal, me sentía discriminado en una sociedad que decía ‘los hombres hacen esto, las mujeres tienen que hacer esto’, crecí sin apoyo, tampoco sabía lo que era la transexualidad, no tenía ninguna información, así crecí, pasé la infancia, hasta llegar a la pubertad. En la pubertad sufrí muchísimo cuando mi cuerpo comenzó a desarrollarse, no quería saber nada porque no me sentía identificado con él, la pasé muy mal también por parte de mis pares y además era un tema del que no se hablaba”, recuerda. “Cuando cumplí 14 años vi un video en YouTube de un chico trans de Estados Unidos y me sentí identificado con él, yo también soy así. Desde ese momento empecé a hacer una construcción, un proceso interno de aceptación, era muy difícil, no tenía ni idea qué era lo que podía hacer o cuáles eran mis opciones, mis alternativas. De los 14 a los 18 comencé a cambiar mi estética”. Hace muy poco tiempo, el caletense tomó la decisión de contarle a su entorno que él era un hombre trans. “A los 18 decidí decirlo abiertamente, se lo conté a mi papá, a mis amigos y a mi mamá. De parte de mi papá recibí mucha aceptación porque él siempre me decía que no entendía qué era lo que me estaba pasando y en ese tiempo no podía decirle ‘che, me pasa esto’ porque todavía tenía que aceptarme a mí y era algo que todavía no podía, me costó muchísimo”. En cuanto a sus amistades, cuenta que “siempre se dieron cuenta que era, entre comillas, diferente, que había algo que me hacía diferente, si bien nunca pude definirlo cuando era más chico, en el momento en el que yo lo dije a los 18 años, les dije ‘miren chicos, yo soy así’, ellos de alguna forma lo sabían, no le ponían un nombre, pero para ellos nunca cambió nada porque seguí siendo la misma persona, que mi aspecto físico cambie no significó que mi actitud o mi personalidad cambiaran. Fue un proceso para ellos llamarme Valentino, pero nunca cambió la relación”.Fuentes: diariouno.com.ar y laopinionaustral.com.ar
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