Revista Cine
Argo (USA, 2012) cine político: suspenso y drama histórico adaptado de la novela autobiográfica The Master of Disguise escrita por Tony Mendezy y del artículo Escape from Tehran escrito por Joshuah Bearman, guión de Chris Terrio, dirigida por Ben Affleck (The Town. Ciudad de ladrones y Gone Baby Gone).
Argo es entretenida, larga e increíblemente gripopatriótica que versa sobre seis norteamericanos que huyen de la toma de la embajada americana en Teherán por seguidores del Ayatolá Jomeini y se ocultan en casa del embajador de Canadá, en 1979. Todo eso pasó en la vida real.
Posee un digno 96% de Rotten Tomatoes, 93% de Flyxter y 8.1 en IMDB, suficientes credenciales para hacer de la película una buena recomendación.
Los aspectos más sólidos de Argo son, su amor al cine, que a pesar de que ya sabemos el desenlace de la historia nos mantiene sosteniendo el aliento y al borde del asiento hasta que termina; la puesta en escena histórica es magnífica: iniciando con partes documentales de un momento histórico; los peinados, la vestimenta y la decoración de los setentas y un casting hecho a imagen y semejanza de los verdaderos protagonistas; y los aspectos técnicos como fotografía (del mexicano Rodrigo Prieto, quien al igual que Affleck está injustamente fuera de las nominaciones), edición, dirección artística y banda sonora son excelentes.
¿Por qué ver Argo? Porque es un fascinante reactuación de un hecho histórico que dura dos horas con gran presupuesto y casting. Además está nominada a mejor película para los Oscar 2012, la nominación al director brilla por su ausencia, aunque ya ha sido premiada con los SAG´s
Dato Curioso: El personaje de Jack Kirby, el artista de los bocetos para la falsa película Argo, es el mismo Jack Kirby que fue pionero de la industria del cómic americano y un co-creador de personajes como el Capitán América, Iron Man, Hulk, Silver Surfer, Los Vengadores, Los Cuatro Fantásticos y los X-Men. Kirbym efectivamente, creó el storyboards para la adaptación de la novela “Señor de la Luz”, de Roger Zelazny, que fue utilizada como "prueba" de la producción de Argo en el rescate de los americanos en Teherán.
Bonus: El famoso cartel de Hollywood comenzó su vida como Holywoodland, pero cayó en desagracia y requirió recibir muchas donaciones para alcanzar su grandeza actual. Una de esas donaciones fue de la estrella del Heavy Metal Alice Cooper, quien pagó por la restauración de la ‘tercera’ o en memoria de Groucho Marx.