(Volver a "No hay nada malo en discriminar moralmente a los animales porque no son seres humanos")
Como hemos visto en el anterior argumento, afirmar que se puede discriminar moralmente a ciertos individuos porque no han sido clasificados dentro de un conjunto X es un argumento arbitrario y moralmente vacío de contenido. En el caso que nos ocupa, discriminar moralmente a aquellos individuos que no pertenecen al conjunto de los humanos por el simple hecho de no pertenecer a dicho conjunto es lo que se conoce como discriminación moral especista[1].
Algunas personas defienden que no son especistas sino que los animales no-humanos carecen de una cierta característica C moralmente relevante que poseemos todos los humanos, siendo esta la razón que justifica que los podamos explotar y asesinar.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:
(A1) "No discrimino a los animales no-humanos porque sean animales no-humanos, sino porque carecen de una cierta característica C moralmente relevante".
(A2) "La principal característica C moralmente relevante no es la sintiencia".
(A3) "Todos los humanos poseemos la característica C moralmente relevante".
(A3') Si (A3) es falso entonces "Todos los humanos que no poseen la característica C la tendrán en el futuro, por lo cual hay que tratarles como si ya la tuvieran".
(A4) "Todos los animales no-humanos carecen de la característica C moralmente relevante".
(A5) Como (A4) es verdadero entonces "Es éticamente correcto discriminar moralmente a los animales no-humanos porque los humanos somos superiores".
RESPUESTA VEGANA:
Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
1. Sobre la característica C moralmente relevante:
(i) La característica C no es moralmente relevante. Los veganos defendemos que (A2) es falso. Los veganos defendemos que la principal característica C moralmente relevante es la sintiencia[2], es decir, la capacidad de tener experiencias mentales y por lo tanto de tener intereses.
2. Haciendo una concesión a lo que defendemos los veganos en (i):
(ii) Usa la falacia ecológica con el conjunto de los humanos. (A3) es falso. Si alguien considera racionalmente reprobable explotar y asesinar a individuos pertenecientes al conjunto de los humanos pero, en cambio, considera que es aceptable explotar y asesinar a individuos pertenecientes al conjunto de los animales no-humanos entonces esto será debido a que en dicho razonamiento encuentra alguna característica C moralmente relevante que diferencie claramente a estos dos conjuntos de individuos. Por lo tanto, la característica C ha de ser una característica que posean todos los humanos, pero no todos los humanos poseen la característica C[3].
(iii) Usa argumento de la potencialidad. (A3') es una falacia. No debemos tratar hoy a los demás como si ya poseyeran una característica C que hoy no tienen[4]. La falacia a la que recurren los especistas para incluir a los bebés en el conjunto de quienes poseen la característica C es el argumento de potencialidad, es decir, apelan a una supuesta existencia futura de la característica C en los bebés para tratarles como si ya la tuvieran. En el caso de disminuidos psíquicos profundos y de enfermos terminales, a veces los especistas apelan a que son humanos en un estado de deficiencia, lo cual no revierte que siga sin estar presente en dichos individuos aquella característica C que defienden que es la moralmente relevante.
(iv) Usa la falacia ecológica con el conjunto de los animales no-humanos. (A4) es falso. Aquellos que defienden que la característica C moralmente relevante para mostrar respeto moral no es la sintiencia pueden comprobar que no existe ningún "defecto" que tengan los animales no-humanos que no sea también el "defecto" de algún subgrupo de animales humanos. La razón de ello es que las diferencias entre el conjunto de los animales no-humanos y el conjunto de los animales humanos son principalmente cuantitativas (en cuanto a cantidad) y no cualitativas (en cuanto a cualidad)[5].
(v) Lo dicho en (ii) y en (iii) demuestra que se discrimina a los animales no-humanos por ser de otra especie animal, es decir, por especismo, no por carecer de una supuesta característica C. El argumento de los casos marginales(1) o argumento de la superposición de especies(2) rebate la idea de que existe algún criterio no definicional y de cumplimiento empíricamente comprobable que sea satisfecho por todos los seres humanos y solo por ellos. Esto deja a las defensas del antropocentrismo en una posición extremadamente precaria, y lleva a concluir que se trata de una posición especista[1].
Entrevista a Felipe Fernández-Armesto:
¿Nos diferencia algo de los animales no-humanos? (Link)
Por lo tanto, no hay diferencia moralmente significativa entre explotar y asesinar a un bebé humano o hacer eso mismo a un animal no-humano de semejantes características cognitivas; ambas acciones serían moralmente reprobables en un mismo grado. Así lo explica Gary Francione en una entrevista[6]:
"Una respuesta común es decir que de hecho existen ciertas diferencias entre los humanos y los animales, las cuales justifican un tratamiento diferente. Por ejemplo, se dice que los animales no pueden pensar de manera racional o abstracta, así que es aceptable tratarlos como propiedad nuestra. En primer lugar, es dificil negar que muchos animales son capaces de razonar de manera abstracta así como es dificil negar que los perros tiene cola. Pero incluso, si esto fuera cierto, que los animales no pueden pensar de manera abstracta ¿qué diferencia hace eso desde el punto de vista moral? Muchos humanos, como niños pequeños o humanos con retardo mental severo no pueden pensar de manera abstracta o racional, y nunca pensariamos en usar dichos humanos como objeto de dolorosos experimentos biomédicos, o como fuente de alimento o vestido."
(vi) La aceptación del argumento de casos marginales no es seguida por ningún argumento que pueda contrarrestarlo. Algunos especistas, para justificar éticamente la explotación y asesinato de animales no-humanos, aceptan el argumento de la superposición de especies pero buscan la forma de burlarlo para proteger a los humanos que no poseen la característica C (grupo de los casos marinales). Así lo explica Óscar Horta[6]:
"Las respuestas al argumento de la superposición de especies que aceptan lo que este indica proceden del modo siguiente. Niegan que los seres humanos que no satisfacen un cierto criterio C puedan ser moralmente considerables por sí mismos (en particular en la medida en que el valor de C consista en la posesión de ciertas capacidades P de carácter psicológico). Pero intentan aportar algún tipo de cláusula que pueda justificar el reconocimiento “honorario” a los seres humanos previamente excluidos moralmente.[7] En otras palabras, buscan dar a estos sujetos una protección de tipo indirecto, aun aceptando que no existe motivo alguno para considerarlos por sí mismos." Óscar Horta
Para ello, utilizan alguno de los siguientes argumentos:
Tipo de argumento
Argumento
Interés sentimental
- "Debemos respetar a los humanos que pertenecen a los casos marginales por una cuestión de afecto hacia ellos"
La pendiente resbaladiza
- "Debemos respetar a los humanos que pertenecen a los casos marginales para que se respete a los humanos moralmente relevantes" ¡Nueva 17/07/2011!
Estabilidad social
[pendiente]
Riesgo de brutalización
[pendiente]
Autoprotección
[pendiente]
Daño a seres humanos adultos
[pendiente]
Utilidad social de la atención a los niños
[pendiente]
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INFORMACIÓN ADICIONAL:
¿QUÉ NOS DIFERENCIA DE LOS ANIMALES? [8]
En muchas ocasiones he visto planteada esta pregunta. Resulta sorprendente como en tan pocas palabras, seis, pueden contenerse tantos errores.
1º Dado que somos animales, nada nos diferencia de los animales ¿Qué diferencia a Marte de los Planetas? en todo caso la pregunta debería ser ¿Qué nos diferencia del resto de los animales?
2º Pero «el resto de los animales» representa un grupo bastante heterogéneo. Desde los gusanos a las ballenas pasando por las avispas. Si dividiésemos, arbitrariamente, a los animales en dos grupos, nosotros y el resto, entonces la respuesta sería evidente, ellos no son homo sapiens sapiens. Pero esta es una respuesta aplicable a cualquier otra especie animal.
3º La pregunta carece de sentido si no contestamos antes a una pregunta previa ¿Hay diferencia entre nosotros y el resto de los animales? En este artículo se contesta afirmativamente a la pregunta, pero sin dar ningún argumento de peso, lo de «somos especímenes rarísimos» no vale. El reino animal está plagado de especímenes rarísimos.
4º y 5º El «¿Qué nos diferencia…? » Induce a pensar en singular, no veo el motivo, y a buscar una respuesta cualitativa. Una pregunta bien planteada no debe condicionar o inducir la respuesta.
Puede que la diferencia sea que el resto de los animales no pierden el tiempo intentando dar buenas respuestas a malas preguntas. O puede que también lo hagan (al menos algunos).
LA DISCRIMINACIÓN ESPECISTA [9]
¿Existe alguna razón moralmente significativa que justifique que le demos el derecho básico a los humanos a no ser tratados como propiedad de otros, mientras se lo negamos a todos los animales y les tratamos como simples recursos?
Gary Francione: Una respuesta común es decir que de hecho existen ciertas diferencias entre los humanos y los animales, las cuales justifican un tratamiento diferente. Por ejemplo, se dice que los animales no pueden pensar de manera racional o abstracta, así que es aceptable tratarlos como propiedad nuestra. En primer lugar, es dificil negar que muchos animales son capaces de razonar de manera abstracta así como es dificil negar que los perros tiene cola. Pero incluso, si esto fuera cierto, que los animales no pueden pensar de manera abstracta ¿qué diferencia hace eso desde el punto de vista moral? Muchos humanos, como niños pequeños o humanos con retardo mental severo no pueden pensar de manera abstracta o racional, y nunca pensariamos en usar dichos humanos como objeto de dolorosos experimentos biomédicos, o como fuente de alimento o vestido.
De manera independiente a lo que digamos, tratamos similares intereses animales de una manera diferente y así privamos dichos intereses de significado moral.
No existe una característica que sirva para distinguir a los humanos de otros animales. Cualquier atributo que pensemos hace a los humanos “especiales” y así diferentes a otros animales, es compartido por algún grupo de otros animales no-humanos. Cualquier “defecto” que pensemos hace a los animales inferiores a nosotros es compartido por algún grupo de nosotros. Al final, la única diferencia entre ellos y nosotros es la especie, y la especie por sí misma no es un criterio moralmente relevante para excluir a los animales de la comunidad moral, así como la “raza” no es una justificación para la esclavitud o el sexo una justificación para hacer de las mujeres una propiedad de sus esposos.
El uso de la “especie” para justificar la condición de propiedad sobre un animal es especiecismo, así como el uso del sexo y la raza para justificar la propiedad sobre otros seres humanos es sexismo y racismo.
Si queremos que los intereses de los animales tengan un significado moral, entonces tenemos que tratar los casos similares de manera similar, y no podemos tratar a los animales de alguna manera en la que no tratariamos algún humano.
Si aplicamos el principio de consideración equitativa a los animales, entonces debemos extender a los animales el derecho básico que extendemos a los seres humanos: el derecho a no ser tratado como un objeto. Pero así como el hecho de reconcer que ningún humano es propiedad de otro humano requiere la abolición de la esclavitud, y no simplemente su regulación para que sea más “humana”, el hecho de reconocer que los animales tienen también este derecho básico significa que no podemos ya justificar más nuestra explotación institucional de los animales para alimentación, vestimenta, entretenimiento o experimentación.
Si somos consecuentes con lo que decimos y le atribuimos a los animales intereses moralmente significativos, entonces no tenemos muchas opciones: estamos, de manera similar, obligados a abolir la explotación animal y no solamente a regularla.
Tienen mente, sienten y pueden ser felices si se lo permitimos, son eternos niños
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NOTAS Y REFERENCIAS
(1) Debe su denominación a Jan Narveson, defensor del especismo, en su libro Animal Rights.
(2) Así prefiere llamarlo Óscar Horta. Lo explica en su artículo "El alcance del argumento de la superposición de especies".
[1] Argumento: "Podemos discriminar moralmente a los animales porque no son seres humanos"
[2] Argumento: "La característica moralmente relevante para respetar la vida de alguien no es la sintiencia"
[3] Argumento: "Todos los humanos..."
[4] Argumento: "No es pero será"
[5] Argumento: "Los animales no..."
[6] Horta, Óscar. "El fracaso de las respuestas al argumento de la superposición de especies. Parte 2: consideración honoraria y evaluación general del argumento". Astrolabio: revista internacional de filosofía, ISSN 1699-7549, Nº. 10, 2010 , pág. 86.
[7] Leahy, Michael P. T., Against Liberation: Putting Animals in Perspective, Routledge, London, 1991, p. 204.
[8] racionalistas.wordpress.com - ¿Qué nos diferencia de los animales?
[9] De la entrevista a Gary Francione: "Preguntas y respuestas: ¿tu hijo o el perro?", 2000.
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- (05/03/2008) neoteo.com - Morcillas de sangre humana
MÁS INFORMACIÓN
- animanaturalis.org - Razón y entidad moral
- derechos-animales.com - Elecciones equivocadas: ¿su hijo o su perro?
- RespuestasVeganas.Org - Argumento: "Comer carne humana es diferente que comer carne de animales"
- sensovegan.wordpress.com - Las justificaciones del especismo antropocéntrico. Parte II: la potencialidad
- youtube.com - Eduard Punset opina sobre el Proyecto Gran Simio (PGS)
BIBLIOGRAFÍA
- Horta, Oscar. "El alcance del argumento de la superposición de especies", Red JIF, 2010.
- Horta, Oscar. "La consideración moral de los animales no humanos".
- Horta, Óscar. "El fracaso de las respuestas al argumento de la superposición de especies. Parte 1: La relevancia moral de los contraejemplos a las defensas del antropocentrismo". Astrolabio: revista internacional de filosofía, ISSN 1699-7549, Nº. 10, 2010 , págs. 55-84
- Horta, Óscar. "El fracaso de las respuestas al argumento de la superposición de especies. Parte 2: consideración honoraria y evaluación general del argumento". Astrolabio: revista internacional de filosofía, ISSN 1699-7549, Nº. 10, 2010 , págs. 85-104.
- Dombrowski, Daniel A. Babies and beasts: the argument from marginal cases. University of Illinois Press, 1997. 221 páginas. (Extracto)
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