PROLEGÓMENO: En esta entrada partimos aceptando que existe la moralidad (el bien y el mal), y que ésta no es relativa a los intereses y a las propias convicciones de los sujetos, sino que se funda y adquiere su sentido en el reconocimiento de la alteridad y la existencia de intereses ajenos a los nuestros; en definitiva, que la moral responde a un bien común o universal: los intereses fundamentales no deben ser frustrados[1], y que su terreno es la comunidad de individuos sintientes[2].
Algunas personas[3] dicen que para poder catalogar una acción como éticamente incorrecta, y entonces intentar que deje de producirse, primero es necesario saber si quien realiza dicha acción es o no es un agente moral, es decir, saber si quien la realiza es responsable de sus acciones.
Por lo tanto, según este posicionamiento, si quien realiza una acción es agente moral entonces dicha acción es éticamente incorrecta si mediante ella se utiliza a otros individuos sin tener en cuenta su consentimiento ni sus intereses fundamentales, por lo que es éticamente incorrecto permitirla. Pero si quien realiza una acción no es un agente moral entonces dicha acción no puede ser éticamente incorrecta, por lo que es éticamente correcto permitirla. Por ejemplo, si un niño está frustrando el interés de no sufrir de otro niño no se estaría produciendo una acción éticamente incorreta, por lo que sería éticamente correcto permitirlo, pero sólo si uno no es la persona responsable (padre, madre, etc.) del niño agresor.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:
(A1) "Quienes no son agentes morales no pueden realizar acciones éticamente incorrectas."
(A2) "Quienes son agentes morales pueden realizar acciones éticamente incorrectas."
(A3) Como (A1) y (A2) es verdadero entonces "Lo importante es quien realiza las acciones, no que éstas produzcan víctimas."
RESPUESTA VEGANA:
Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) Lo más valioso es la no frustración de los intereses fundamentales, independientemente de que el agresor sea o no sea un agente moral.
Las acciones éticamente incorrectas, como frustrar el interés de vivir de alguien, lo son independientemente de que el agresor sea o no sea un agente moral, pues lo importante son los intereses fundamentales de los individuos, no el nivel de conciencia ética del agresor. A quien es víctima de una agresión le es indiferente que su agresor sea o no sea un agente moral, el hecho sigue siendo el mismo: alguien ha frustrado sus intereses fundamentales.
Si un niño está frustrando el interés fundamental de no sufrir de otro niño entonces está realizando una acción éticamente incorrecta y, por lo tanto, es éticamente incorrecto no impedirlo.
El principio de igualdad consiste en tratar los intereses fundamentales de todos los individuos por igual, por eso quienes defienden que unas agresiones son éticamente incorrectas y que otras no lo son están discriminando a las víctimas y, por lo tanto, violan este principio.
CONCLUSIÓN: Las acciones éticamente incorrectas, como frustrar el interés de vivir de alguien, lo son independientemente de que el agresor sea o no sea un agente moral, pues lo importante son los intereses fundamentales de los individuos, no el nivel de conciencia ética del agresor. El principio de igualdad consiste en tratar los intereses fundamentales de todos los individuos por igual, por eso quienes defienden que unas agresiones son éticamente incorrectas y que otras no lo son están discriminando a las víctimas y, por lo tanto, violan este principio.
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REFERENCIAS
[1] Argumento: "El veganismo es puro moralismo. No existe lo bueno ni lo malo, tan sólo existen intereses relativos al sujeto"
[2] Argumento: "La característica moralmente relevante para respetar la vida de alguien no es la sintiencia"
[3] filosofiavegana.blogspot.com - Comentario Luis Tovar Nov 8, 2011 01:31 AM
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