argumentos a favor de la apropiación cultural

La Apropiación Cultural en la Moda: ¿Una Controversia Injustificada o un Puente hacia la Diversidad Cultural?”

En un mundo donde las fronteras culturales se difuminan y la globalización se impone como la norma, la apropiación cultural en la moda se convierte en un tema candente aunque a mi entender, no es realmente un problema real sino más bien impostado por esa falsa progresía que pretende dar lecciones a todos y de todo, solo por aparentar que los diferencia algo importante de la derecha de toda la vida, cuando no es así. Son los pijos de ahora, que quieren aparentar ser cool disfrazándose de izquierdosos. Son ellos quienes hacen apropiación cultural de antiguas revoluciones poniendose camisetas con el Che Guevara para irse de fiesta por Puerto Banús. Karlie Kloss, modelo de renombre internacional, desató una tormenta mediática al aparecer vestida como una geisha en una sesión fotográfica para Vogue. La controversia no se hizo esperar; acusaciones de racismo y apropiación cultural resonaron por todo el mundo, especialmente entre el público japonés. Pero, ¿es realmente tan dañina la llamada apropiación cultural o podría, en cierto modo, beneficiar a las culturas involucradas?

El Debate: ¿Homenaje o Robo Cultural?

Las imágenes de Kloss, con su piel pálida y vestida en quimonos tradicionales, desataron un debate sobre la representación cultural en los medios occidentales. ¿Es correcto que una mujer caucásica desempeñe el papel de una geisha? Para algunos, la respuesta fue un rotundo “no”. Sin embargo, para muchos, esta controversia es un ejemplo de cómo la moda y la cultura pueden entrelazarse de maneras que, aunque puedan parecer a unos pocos polémicas, podrían tener efectos positivos. ¿No se pasan todo el día hablando de diversidad? …

¿Por Qué la Apropiación Cultural Puede Ser Beneficiosa?

Los defensores de la apropiación cultural argumentan que este fenómeno no solo es inofensivo, sino que también puede ser enriquecedor para ambas culturas. Se dice que fomenta la diversidad, impulsa la difusión tecnológica y crea una mayor empatía entre culturas. La moda, como un espejo de la historia y las tradiciones de una comunidad, tiene la capacidad de llevar elementos culturales a un escenario global, dándoles una visibilidad que, de otro modo, no tendrían. Y además, está la libertad del individuo y del artista, de crear basándose con libertad en lo que ya existe, pues no hay una creación virgen, siempre hay una inspiración.

“¿Cómo influye la cultura en la moda?” La cultura es la savia que nutre las creaciones de los diseñadores. Es un hecho que las festividades, ceremonias y rituales de una comunidad no solo determinan la vestimenta, sino que también infunden un profundo significado simbólico a cada prenda. La apropiación cultural, en este sentido, podría verse como un reconocimiento de ese valor, una forma de celebrar la riqueza de otras tradiciones.

La Moda como Lienzo Cultural: Entre la Inspiración y la Apropiación

La industria de la moda, siempre en busca de la próxima gran tendencia, ha encontrado en las culturas tradicionales una fuente inagotable de inspiración. Sin embargo, esta “inspiración” es la que se dice que ha generado tensiones. Casos como el de Nike y sus Air Force 1 Low, que imitaron un patrón tradicional de la comunidad Guna, o la colección Resort 2020 de Carolina Herrera, que fue criticada por su uso de patrones mexicanos, son ejemplos de cómo la línea entre homenaje y apropiación puede ser borrosa.

La OMPI (Organización Mundial de Propiedad Intelectual) define la apropiación cultural como el uso de una expresión cultural tradicional por parte de una cultura dominante, sin permiso ni reconocimiento, lo cual puede causar daño a los poseedores de dicha expresión. Este conflicto, que se encuentra en el corazón de muchas controversias, pone de manifiesto la tensión entre la libertad creativa y la protección del patrimonio cultural. Pero es que una empresa o un artista no es una cultura dominante. No se, se me ocurre que si podría serlo si el nuevo himno de España fuera una copia de una canción tribal de América, o si los uniformes del ejercito ruso fueran copiados de los vestidos tradicionales de una tribu de Kenia. Pero si Madonna se viste de torera, no puede considerarse apropiación cultural por mucho que Estados Unidos sea un país más potente económicamente y militarmente que España. Porque Madonna no es Estados Unidos, Madonna no es una cultura dominante, es solo una artista y tiene derecho a hacer arte a partir de lo que ella quiera. 

¿Una Colaboración Futurista? El Camino Hacia una Apropiación Cultural Ética

Por otro lado y a pesar de las críticas, la solución no debería ser censurar todos los usos de expresiones culturales en la moda. Rina Deshpande, investigadora en la materia, sugiere un enfoque más matizado: estudiar el contexto cultural, analizar si el uso puede resultar ofensivo y determinar si se está haciendo justicia al valor cultural del símbolo en cuestión. Se me ocurre que hacer mofa de un símbolo religioso como una cruz, por ejemplo, o llevarla puesta en un concierto de rock, plagado de símbolos sexuales podría resultar ofensivo para un poblado de mormones, por ejemplo. Pero de eso nadie dice nada, y no es que el poblado mormón sea una cultura mayoritaria. Una vez más, se huele que detrás de todo esto están los de siempre, el comunismo disfrazándose de progresismo. 

Ejemplos de este enfoque incluyen al diseñador Oskar Metsavaht y su marca Osklen, que respetuosamente incorporó los patrones de la cultura Asháninka, o la marca Canada Goose y su colección Proyecto Atigi, que respetó las tradiciones de los pueblos Inuit.

La polémica sobre la apropiación cultural revela tanto las tensiones políticas como culturales que enfrentamos en una sociedad globalizada. ¿Es esta práctica un robo del patrimonio cultural o una forma de llevar el reconocimiento y la visibilidad a culturas que han sido marginadas?

Al final del día, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre la creatividad y el respeto. ¿Podría la apropiación cultural ser la llave para un futuro más diverso e inclusivo? O, por el contrario, ¿es una tendencia que amenaza con trivializar y despojar de su significado a culturas enteras? La respuesta, como suele suceder, no es tan simple.