Revista Infancia

Argumentos convincentes

Por Pediatrahumanista
El otro día unos padres dudaban sobre la necesidad de vacunar a su hijo recién nacido de la hepatitis B. Después de algunos argumentos sobre la eficacia de la vacuna, con un claro balance a favor del beneficio contra el riesgo, y sobre lo infundado de algunos temores acerca de posibles efectos secundarios en los que a fecha de hoy no se ha demostrado la causalidad, los padres accedieron a vacunar a su hijo.
Estuve un buen rato hablando con ellos. Hay una forma más rápida de convencerlos pero sería mentira. Una frase sencilla como: "si quieren me acompañan a neonatología, hay un niño grave con una hepatitis fulminante, porque sus padres no quisieron vacunarle".
Sí, soy un burro. Lo siento. Sólo era una reflexión sobre el poder (más en nuestros días) del argumento afectivo contra el argumento racional. También lo digo porque me ayuda a entender el miedo de algunos padres porque conocieron el efecto adverso del primo de un amigo de un vecino de la abuela, que ha quedado "tocado" para siempre.

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