Revista Música

Arizona Baby dio un par de patadas más de rock sobre el escenario

Publicado el 01 julio 2010 por Arito
La madrileña Plaza de los Cines Luna se despertaba de la siesta el pasado sábado 26 de junio a ritmo de pop y rock. Se celebraba el Día de la Música de manera particular y sin la ya resabida promoción de la cerveza Heineken, se celebraba el Lunafest 2010, una tarde de directos gratuitos que reunió a bandas indies nacionales de primer orden: Elastic Band, Arizona Baby, Anni B Sweet, L.A y Vinila & The Lucky Dados. El evento tendría lugar de cinco y media a once de la noche. El señor Tanaka quería que lo cubriese entero a cambio de un saco de cacahuetes para mis monos mascota, pero le dije que ya los había dado en adopción y que no tenía ganas, que quería vacaciones. Pero entonces hizo una oferta que no pude rechazar: “vete por lo menos a ver a Arizona Baby y a lo mejor te consigo una entrada para AC/DC el próximo lunes en Bilbao”. No podía decir que no a aquella extraordinaria y excepcional generosidad del señor Tanaka. Así que a ver a los Arizona Baby que me fui.
Arizona Baby dio un par de patadas más de rock sobre el escenarioY, desde luego, mereció mucho la pena acudir al concierto de Javi Arizona (cantante y guitarra), Rubén Arizona (alias Señor Marrón, guitarras) y Marcos Arizona (percusión, coros). El trío nos deleitó con una corta pero intensa sesión de su rock acústico con aires country y toques de blues, en la que repasaron gran parte de su segundo LP, Second To None. Con aspecto de moteros que frecuentan bares insólitos de la América profunda, Arizona Baby salieron a la hora prevista en el cartel: a las seis y media de la tarde comenzaron con un modesto saludo y tocando una canción de su primer disco, Sunday, que sonó mucho más rockero que la versión de estudio. Tras la entrada, el sonido de persecución de The Truth introdujo al público de lleno en el ambiente guitarrero de los Arizona. Tanto, que en la siguiente canción el sencillo pero pegadizo estribillo de Ouch! fue levemente coreado por los asistentes del Lunafest, una mezcla de tribus urbanas del centro de Madrid: wayfarers por doquier, hippies, hipsters y algún heavie que disfrutaba sin complejos del ambiente modenno que lucía la Plaza de la Luna. Todos menearon la cabeza suavemente al ritmo de la decadente Runaway, que daría paso a un solo de guitarra del Señor Marrón, que mezclando Texas con Sevilla, introdujo la potente A Tale of The West.

El repertorio de Arizona Baby no se redujo a sus discos, pues tocaron alguna que otra canción que no aparece en ninguno de sus largos, como la genial Where The Sun Never Sets, a la que siguieron más temas del Second To None: Dirge, Muddy River y la que parece estar convirtiéndose en el himno-grito de los conciertos de la banda, Shiralee, bailada por gran parte del público. Terminarían oficialmente con X’ed Out, pero Javi Arizona consiguió arrancar un bis al público con el tiempo justo para no retrasar la siguiente actuación. Y así fue como Arizona Baby dio un par de patadas más de rock sobre el escenario: versionando Lucille, del mítico Little Richard.
(Kid A., tanakamusic.com)

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