El derecho a la posesión de armas por parte de los ciudadanos estadounidenses no es indiferente a nadie. Desde Europa nos resulta cuanto menos inquietante, vivir en una sociedad donde el vecino esté armado que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Pasaremos de la politización y los beneficios (armamentísticamente) económicos que pueda generar. Nuestros detectives se van a centrar en lo que a nuestro entender es más relevante. La constitucionalidad de este derecho que se recoge en la segunda enmienda de la Carta Magna y que establece:
“Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, no se podrá restringir el derecho que tiene el Pueblo a poseer y portar armas”.
Después de la Guerra de Independencia contra los ingleses ( 1775 -1783), Estados Unidos comenzó a elaborar su Constitución. Se aprobó en 1789. Inmediatamente después de la firma los anti federalistas (partido político que no estaba a favor de conformar una federación de las 13 ex colonias inglesas y querían evitar que esta unión pusiera en peligro su libertad) se preguntaron ¿Y si vuelven los ingleses? ¿Y si mi propio Estado intenta cometer abusos? ¿Cómo me defenderé?
Para evitar que se quebrara el país antes de nacer, los padres fundadores acordaron incluir determinados derechos para proteger al pueblo de cualquier abuso, son las llamadas Enmiendas. Fueron 10 añadidos de la Constitución en 1791 (dos años después de firmar la Carta Magna). Son las llamadas Bill of Rights (o Carta de Derechos, no confundir con Constitución) y limitaban el poder del gobierno federal y garantizan los derechos del pueblo.
Entre ellas estaba el derecho a portar armas.
Y es que la historia de EE.UU se escribió alrededor de la violencia. Y de la Biblia. Cuando los colonos se adentraron en las tierras americanas y se asentaron sólo se sirvieron de los rifles tanto para defenderse de los aborígenes como para hacer cumplir la ley. Además, durante la Guerra de Independencia se había creado la figura de las milicias civiles o minutemen. Estos eran jóvenes armados con escopetas que se levantaron para defender sus derechos contra el imperio inglés. Al ser llamados debían estar listos en un minuto (de ahí el nombre de minutemen). Por último, los norteamericanos querían tener armas por si los ingleses volvían en un futuro.
Y sucedió. En 1813, se desató una nueva guerra contra la corona británica.Pero eso ya, es otra historia.
La Segunda Enmienda está prevista para levantar a las milicias ciudadanas de forma rápida en caso de amenaza externa o interna ( si hiciera falta de su propio gobierno). Y una de los caminos más rápidos consistía en ceder al pueblo armas disponibles y guardadas en sus casas.
Es por esto que siempre habrá debate en EE.UU sobre este tema. Está tan arraigado el derecho a portar armas como la libertad de expresión. De mientras, en Europa, vemos horrorizados cómo jóvenes saltan colegios o centros comerciales y disparan a sus compañeros.
SALAS, Carlos.“Segunda Enmienda. Por qué Estados Unidos defiende el derecho a portar armas”. (en linea). (Fecha de consulta: 15 junio 2015). Disponible en: http://noticias.lainformacion.com/disturbios-conflictos-y-guerra/armas/segunda-enmienda-por-que-estados-unidos-defiende-el-derecho-a-portar-armas_nX6Wxa8hg86o59OGsgRSe6/