Cierro mis ojos y te siento a ti, hada mágica, en mi corazón! Pienso que las olas son solo olas, vienen y van, pero dentro existe la propia profundidad del mar… y la serenidad de nuestros corazones!
Pase lo que pase fuera en nuestra vida, me gusta sentirte así, profundamente, en mi propia Alma. Cerca, siempre muy cerca, siempre en mi interior.
Siento cada uno de tus pasos, de tus sonrisas, de tus suspiros, de tus anhelos, de tus lágrimas…
A ratos te siento alegre o triste o feliz o preocupada o sensible o relajada o contenta o nostálgica o plácida o simplemente enamorada…
Te siento cuando duermes, cuando sueñas o cuando despiertas a la realidad del maravilloso entorno en el que estás… y en él siento, sin verlo siquiera, esos árboles que ceden su sombra a tus pasos, ese sendero estrecho que te invita a pasear, ese cielo con nubes juguetonas que te envuelve y ese aire fresco que acaricia tu bello rostro y te hace sentir bien…
Y si me fijo más, siento incluso el propio latido de tu corazón cuando se conmueve ante la vida que palpita en tu interior, cuando se relaja ante un bello paisaje, cuando se enternece ante un bonito recuerdo o cuando palpita alegremente al presentirme a mí…
Siento tu piel dorada, poro a poro, cómo se hace suave ante la ternura y el amor, cómo vibra y se abre ante la pasión y el deseo, cómo acoje al radiante sol que la acaricia, invitándote a solo vivir. Me gusta sentir tu pelo dorado como un campo de trigo y siento en él el aire meciéndolo, siempre rodeado de mariposas de colores que revolotean ya no solo en tu corazón. Siento los latidos de la nueva vida que llevas dentro y esperas con ilusión y eso me hace sentir más vivo que nunca nuestro amor…
En el silencio y en la distancia, encontrar la armonía del amor es un privilegio que solo podemos sentir tu y yo, sin más testigo que nuestras Almas!
Sé cierto lo que siento ahora, lo siento en mi interior, aunque mis ojos no puedan verte como necesitan, ni mis manos puedan acariciarte como desearían, ni tan siquiera mis labios puedan besarte como deseas tú… pero tienes que estar muy, muy dentro mío, ya, hada mía, para que te pueda sentir como te siento yo!
Cada vez que respiras y llenas de aire tu cuerpo, respiro yo con la misma latencia; cada vez que tu corazón late, el mío lo hace también, acompasándose; cada ves que sientes nostalgia, también la siento yo; cada vez que te maravillas ante algo nuevo o sorprendente, también me maravillo yo; cada vez que me deseas muy dentro, también te deseo yo; cada vez que me amas en silencio, también te amo yo, en silencio!
Hayan o no olas ahora en nuestro propio y bello mar sereno en su profundidad, con viento o calma, luna llena o radiante sol, ya sea en un recogido bosque frondoso o en la fina arena de una playa junto al mar o en la alegría y la tristeza de tu gran corazón… allí estoy yo, contigo, con amor, en silencio, ahora… y para siempre, junto a tí y tu amor!
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