Por fin hemos fallado el concurso #ArquiRelato que convocamos en este blog el pasado 13 de junio. La verdad es que hemos tardado demasiado, pero es que nos han pillado las vacaciones y nos ha superado un poco todo esto.
Os recuerdo que el concurso lo convocamos Ekain Jiménez y yo, y que en el jurado nos ha acompañado el ganador de la primera edición, Eduardo Solana.
También os recuerdo que el concurso está patrocinado por Reto Kömmerling y por Ediciones Asimétricas, gracias a los cuales (más un dibujo de Ekain) el premio va a ser considerable y lo vamos a entregar en un acto del que ya os daré cuenta.
Os recuerdo que las bases proponían que el microrrelato fuera una contestación a esta comunicación recibida por un arquitecto: "El expediente nº 528/13 ha sido objeto de informe desfavorable".
Los que hemos recibido, irónicos, cabreados, desesperados, resignados, divertidos, surrealistas e incluso espiritistas, demuestran que es un tema que padecemos a diario en nuestra profesión, y que nos tiene entre quemados y muy quemados, pasando por muchos matices de cansinismo y hasta de buen humor (negro).
Pero curiosamente el que hemos considerado ganador tiene por autora a una no-arquitecta, MARÍA LUISA VALLS ALGUACIL, aunque nos dice que comparte almohada desde hace años con un arquitecto.
Vemos que no solo debe de compartir almohada, sino preocupaciones y sinsabores, porque parece familiarizada con el tono de este tipo de cosas.
Nos ha parecido un relato escrito con eficacia y que tiene unas cuantas capas de significado que nos tuvo a los miembros del jurado comentando durante bastante tiempo diversos matices e interpretaciones, porque nos pareció que a medida que lo leíamos y releíamos se enriquecía y nos aportaba más pistas, que a su vez nos llevaban a interpretaciones diferentes.
Crear tal tipo de sensaciones en un texto tan corto nos ha parecido admirable y nos ha gustado mucho. Lo transcribo a continuación. A ver si os gusta como nos ha gustado a nosotros.
(Queremos poner en este blog más adelante una selección de #ArquiRelatos que también nos han gustado, pero tenemos que hablar con sus autores-as para que nos autoricen a hacerlo).
Vamos con el #ArquiRelato ganador:
ESTIMADOS SEÑORES:
Vuelvo a dirigirme a uds. en relación con una comunicación dirigida a don Joaquín Gutiérrez del Valle, un señor que no vive ni trabaja aquí. Sé que les cuesta entenderlo, puesto que expediente tras expediente insisten en enviarme comunicaciones que ni puedo ni quiero atender.
Se trata de un error frecuente por parte de las distintas Administraciones públicas que, haciendo gala de la dejadez de la que ya se quejaba Larra en el siglo XIX, tienen por bandera el sostenella y no enmendalla al que los ciudadanos ya estamos acostumbrados. En los últimos dos años han llegado a mi domicilio no menos de diez notificaciones dirigidas al señor Gutiérrez del Valle, entre las que se incluye una cita médica para una colonoscopia, la admisión a trámite de una demanda de divorcio, tres multas de tráfico y, lo que ya es el colmo de la desorganización, una tarjeta censal. No me consta que hayan sufrido el mismo destino equivocado sus cartas de amor o cualquier otro documento con carga poética.
De ese desconocido al que uds. consideran ser yo mismo puedo aportar algunos datos deducidos de su correspondencia –no me juzguen severamente por violar el secreto de las comunicaciones de ese señor puesto que, al fin y al cabo, para los organismos públicos resultamos indistinguibles– que espero les sirvan para rectificar: varón español en la cincuentena, divorciado, arquitecto, con pólipos en el colon y con muchos problemas para cobrar sus trabajos y llegar a fin de mes. Nada nuevo, nada especial. En 2019 se hizo tarjetas de visita: «Rápido, Bueno, Barato. Solo dos cosas a la vez». Al parecer, no le sirvieron para mejorar profesionalmente, su vida personal se dirigió al fracaso y su correspondencia a mi casa.
Les ruego rectifiquen. Creo que ese hombre está enfermo.
Atentamente,
J.G.V.