Arquitectura de los muertos: las capillas de los huesos portuguesas

Este verano nos hemos dado una vuelta por el país vecino, ese gran ignorado por parte de España: Portugal.

Uno de los motivos para ir, si no el principal, fue visitar la famosa Capilla de los Huesos o Capela dos Ossos que se encuentra en Évora. Y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos topamos, mientras envestegábamos por la Internet, que no hay una capilla de huesos, sino tres. Por eso, tanto si conoces la de Évora como si no, echa un ojo a esta entrada.

[por cierto, si vais a Portugal no dejéis de visitar el yacimiento de la ciudad romana de Conímbriga. De verdad, echad un ojo por Internet al sitio].

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«Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos».Una publicación compartida de Ad Absurdum (@adabsurdum_) el 7 Sep, 2018 a las 4:45 PDT

Exacto, es la entrada de la Capela dos Ossos de Évora, y sí, es nuestro instagram. Somos millenials, si no tenemos nos quitan la pensión. Oh, wait...

Como se puede observar, la entrada a la capilla nos lanza un mensaje muy actual, muy acorde con el «a ver si me muero» de hoy en día.

«Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos» es una frase muy en la línea del pensamiento de la iglesia del siglo XVI y XVII, los tiempos de construcción de la capilla. ¿Y qué aconteció por esa época? Exacto, Hitler la Contrarreforma. Pero estamos dando muchos datos y poco análisis. Vamos paso a paso.

El interior de la capilla(fuente: Nuno Sequeira)

La capilla fue construida en el siglo XVII por tres monjes franciscanos junto a la Iglesia de São Francisco, en Évora. Tiene 18,7 metros de largo y 11 de ancho, ocho columnas y tres naves. Hasta aquí todo normal. El asunto es que los monjes decidieron decorar con restos humanos las paredes, columnas y casi todo (salvo techo y suelo; lo segundo sería como como andar sobre una bolsa de patatas fritas).

Pero ¿de dónde saca un buen monje toda la materia prima para decorar su nueva morada religiosa? Pues del mismo lugar que los Victor Frankenstein de la vida, solo que en lugar de en pos de la ciencia, lo hicieron en pos de la decoración de interiores.

Los monjes saquearon todos los cementerios de Évora que pillaron, consiguiendo en el proceso hasta 5000 esqueletos.

El sagaz lector ya se habrá hecho una pregunta: ¿pero esto pa qué?

Como decíamos más arriba, eran los tiempos de la Contrarreforma, movimiento impulsado por la Iglesia para luchar contra la Reforma que había iniciado Lutero. Y la Contrarreforma llevaba en su seno una serie de ideas y valores, entre ellos, LA MUERTE.

El abuelo Simpson tiene razón: «la muerte nos acecha en cada esquina». El espíritu de la Contrarreforma transmitía el mensaje de que la vida es efímera, no es más que un tránsito, y la muerte sobreviene a los humanos en cualquier momento. Por ejemplo, te puede dar un infarto en gimnasio, como al escritor Douglas Adams (¿habrá muerte más desgraciada?).

¿Por qué quería la iglesia señalar algo tan obvio? Para que la gente se diese cuenta de que el apego por las cosas físicas, materiales, era una tontería, que debían centrarse en las cuestiones espirituales, que sí perduraban tras la muerte. Y para eso hacía falta (según ellos), esto:

 Sí, son cadáveres, y el pequeño es de un niño.

MEMENTO MORI, vaya.
En el techo, además, se pueden encontrar frases que van con el conjunto: «Non moriar sed vívam» (no se puede morir sino vivir), «Ludibria mortis» (los ultrajes de la muerte)
Según explican cartelas dentro de la propia capilla, los dos cadáveres que cuelgan eran de padre e hijo. El hijo maltrataba a la madre y el padre no hacía nada para evitarlo, así que al morir la madre, echó la siguiente maldición sobre ellos: «¡Que la tierra de vuestras sepulturas no os destruya!».

Y eso no es todo, en la capilla también hay un par de poemas escritos, este atribuido al monje Antonio da Ascençao (alrededor de 1845; retraducido por nosotros):

¿Adónde vas, caminante, acelerado?

Para... no sigas adelante;
no tienes mayor preocupación,
que esta: aquello en lo que enfocados tu vista.

Recuerda cuántos han muerto en este mundo,
reflexiona sobre tu final similar,
Hay una buena razón para reflexionar
si todos hicieran lo mismo.

Medita, está influenciado por el destino,
entre las muchas preocupaciones del mundo,
Tan poco reflexionas sobre la muerte;

Si por casualidad echas un vistazo a este lugar,
para... por el bien de tu viaje,
cuando más pares, más progresarás

Y este otro:

Las calaveras descarnadas
son mi compañía,
Traemos de noche y de día
en la memoria retratadas
Muchas han sido respetadas
en el mundo por sus talentos,
Y otros vanos adornos,
Que sirvieron a la vanidad,
Y tal vez... en la eternidad
sean causa de sus tormentos.
Toda esta cantinela de la muerte no era cosa de Portugal (aunque quizá ellos lo llevaron un paso más allá). Aprovechamos para dejaros un par de pinturas del pintor sevillano Juan de Valdés Leal (en la Iglesia y hospital de la Caridad), muy imbuidos de estas mismas ideas:
Finis Gloriae Mundi, de entre 1672.In Ictu Oculi, de 1672.

¿Suficiente muerte por hoy? NOPE.

En Portugal hay al menos dos capillas más de características parecidas. La segunda más grande (detrás de la de Évora) es la de Campo Maior:

Como se puede leer en la inscripción, le han copiado el lema a la de Évora.

Esta tiene una historia que acompaña al ambiente de la capilla, y es que en 1732 un rayo cayó en un polvorín que había en el castillo y catapum. Más de 800 personas murieron, unos dos tercios de la población. En 1766 se construyó esta capilla con sus restos para recordar el dramático suceso.

En tercer lugar está la de Faro (de 1816, con huesos de 1000 monjes), que pierde en tetricidad pero gana en organización. Mirad el feng shui de esto:

Todo muy ordenado, muy militar.Fuente: Wasquewhat
Se encuentra en la Iglesia de Nossa Senhora do Carmo, y en ella se puede leer el lema «Pára aquí a considerar que a este estado hás-de chegar».
Y hemos hablado solo de Portugal. Atención, que hay más ejemplos por el mundo:

• Santa Maria della Concezione dei Cappuccini (1626-1631), capilla decorada con huesos de unos 400 frailes.
• Capilla de las Calaveras de Czermna (1776), huesos de 21000 personas de una fosa común de la Guerra de los Treinta Años y las Guerras de Silesia.
• El osario de Wamba (el rey visigodo).
• Las catacumbas de París (el osario más grande del mundo, se supone que con millones de esqueletos en su interior).
• Osario del monasterio de San Francisco de Lima (unos 25000 esqueletos estimados, redescubierto en 1943)
• Osario de Brno, bajo la iglesia de San Jaime, en República Checa (el segundo mayor osario del mundo, con 50000 esqueletos, creado en el siglo XVII, no fue redescubierto hasta 2001).
• Capilla de Eggenburg, en Austria (siglo XIV, huesos de unas 5800 personas)
• Y el premio gordo de la arquitectura mortuoria se lo lleva František Rint, artista al que la familia Schwarzenberg encargó en 1870 reorganizar una capilla de su propiedad, conocida como Osario de Sedlec. He aquí un ejemplo de lo que podemos ver en su interior; se trata del escudo de la propia familia:

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