Revista Viajes

Arquitectura del paisaje: el puente medieval de Valdesotos

Por Kukiatletico

 EL PUENTE MEDIEVAL DE VALDESOTOS

El camino natural hacía el legado de El Rey Alfonso VIII de Castilla

Sin duda alguna, la Sierra Norte de Guadalajara posee innumerables tesoros dispersados por a lo largo de toda su extensión, estas joyas son tanto naturales como arquitectónicas, en este caso nos detenemos en descubrir esta pasarela, que permitió en tiempos del medievo vadear un seguramente mucho más potente y caudaloso río Jarama.

Para acceder a él, será necesarios unos metros después de cruzar el puente moderno de la carretera que nos lleva hasta la pequeña localidad de Valdesotos, mirar a nuestra izquierda y admirar este fantástico emblema de la arquitectura rural conocido erróneamente como puente romano de Valdesotos. Este puente histórico datado aproximadamente sobre el siglo XII fue un paso de transito de cierta importancia, ya que era una de las mejores formas de vadear el río Jarama para poder llegar hasta el monasterio cisterciense Santa María de Bonaval, cuyas tierras donde se asienta fueron donadas a esta orden directamente por el rey Alfonso VIII de Castilla para frenar un posible avance árabe durante la época de la reconquista.

Arquitectura del paisaje: el puente medieval de Valdesotos

Arquitectura del paisaje: el puente medieval de Valdesotos

Se trata de un puente construido en roca caliza que cuenta con tres ojos, uno central de mayor tamaño y dos en los laterales, su estado de conservación en la actualidad es óptimo, pero carece apenas de mantenimiento. Se encuentra encuadrado en un entorno de bosque de ribera, escoltado por diferentes cortados calizos en los laterales y pequeñas tierras de labor prácticamente abandonadas donde destacan vetustos olivares, dato muy curioso dada la difícil adaptación de este cultivo a las zonas serranas. Las panorámicas desde el puente con el paso de un río Jarama bravo en su curso alto resultan espectaculares siendo un momento ideal para la meditación al poder llegar a emulsionarnos con la naturaleza, ya que por momentos podremos viajar a una época medieval en auge y escuchar los carruajes que se desplazaban hasta el afamado monasterio de Bonaval.

En las inmediaciones, destacan otros paisajes naturales como el singular Chorro de Valdesotos o las espectaculares Cárcavas de Puebla del Vallés. Sin duda alguna, en estas poblaciones se podrá pasear y conocer con mayor exactitud la vida serrana en la actualidad.


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