Cuando uno visita Granada, la visita fundamental, clara y lógica a hacer es la Alhambra, sin duda alguna, pero hay otros lugares donde todo arquitecto debe pasar unas cuantas horas visitando edificios muy relevantes para la arquitectura española actual y la moderna internacional. En esta ciudad hay además de un edificio de apartamentos de Alvaro Siza, Edificio Zaida, este, o algunos muy interesantes de Juan Domingo Santos, o el Parque de las Ciencias de Ferrater, aqui, pero hay otros dos edificios de Alberto Campo Baeza que son claves para conocer su obra, y la arquitectura moderna española de inicios de siglo XXI.
Se trata de Caja Granada (imag01) y el Museo de la Memoria de Andalucia (imag02), lo bueno es que ambos edificios están uno al lado del otro y fueron encargados al mismo arquitecto, tras ver la potencia del primero, la Caja, y debido a que el segundo alberga gran parte de la obra social de la Caja.
La Caja es un volumen perfecto y casi simetrico de hormigon, con dos fachadas iguales dos a dos, donde lo más relevante ocurre en su interior, pero no es visitable debido a que se trata de la sede privada de un banco. Lo bueno es que en el Museo gratuito de la caja que está dentro del Museo de la Memoria, podemos ver la maqueta de A.Campo Baeza (imag03) donde podemos comprobar esa gran sección escalonada, cuya cuatro columnas interiores tienen la sección descomunal de las de la Catedral de Granada, todos los patios de alrededor se pueden ver desde fuera a través de las verjas, y distinguir el toque de este genial arquitecto.
Pero la segunda visita más completa y donde se puede entender ambos proyectos es al visitar por dentro la descomunal pieza vertical a modo de muro simplicado de hormigón del Museo (imag04), lo atravesamos por el único hueco posible que nos da el arquitecto, y tras meterse en un nivel inferior nos deja pasar hacia un gran patio central cuyo diámetro es el mismo que el del Palacio de Carlos V de la Alhambra, y que gracias a una pasarela metálica superligera circular, nos deja descubrir los diferentes angulos que el arquitecto nos quiere enseñar, y donde la limpieza de sus fachadas nos transmite una serenidad y tranquilidad digna de un lugar cultural. Si uno quiere visitar la exposición permanente si hay que pagar, pero la exposición que digo que explica la Fundación y el edificio y su patio, es una visita gratuita que no lleva más de 30 minutos.
Por último, el lugar más paradigmático a conocer pero de muy difícil acceso es el restaurante-mirador de arriba, al que sólo se puede acceder si se hace reserva, al ser un lugar bastante caro, es necesario visitarlo con cita previa, AQUI.