Delimitar el espacio es una de las primeras acciones de la arquitectura. Cuando se trata de intervenir en el exterior aparecen tejidos diferentes a los que estamos habituados en el interior. Las cortinas exteriores aparecen como una solución arquitectónica y práctica. Desde las soluciones prácticas para impedir la entrada de moscas hasta las más delicadas. La lista de opciones y materiales continúa aquí.
Desde las cortinas hechas con abalorios de colores, con motivos geométricos, como los que pueden aparecer en construcciones tradicionales de las tribus, hasta las mallas metálicas que puedes comprar en cualquier superficie comercial tienen unas características básicas, interesantes a nivel constructivo y arquitectónico, teniendo en cuenta su componente estética.
Los materiales a utilizar en las cortinas exteriores con los que podemos intervenir son prácticamente cualquiera. Importa la urdimbre, o la base para las láminas, que debe de ser capaz de resistir los esfuerzos mecánicos a los que pueden estar sometidas. El viento, las tormentas, la propia acción humana de abrir y cerrar, juegos de niños, etc, provocan esfuerzos en estos materiales que también debemos de considerar a la hora de decidirnos por una u otra solución.
Soluciones constructivas para cortinas exteriores
La habitación exterior que acuña Bernard Rudofsky se basa en una delimitación de un espacio exterior, abierto al cielo. Un perímetro que marca un espacio, diferenciándolo del ambiente exterior, cualquier elemento, una fina lámina puede ser la base para iniciar una división vertical entre dos espacios, comunicado con la vivienda y abierto al cielo.
Las cortinas de abalorios o cuentas, se utilizan fundamentalmente en los pasos entre esos dos espacios, interior y exterior. Tienen la capacidad de verse como parte de la piel exterior, ya que se pueden integrar con el material de la fachada y permitir el paso puntual, recuperando su forma por gravedad. Su aparición está relacionada con la seguridad en caso de entrada de insectos. Este tipo de cortinas exteriores también se hace con cuerdas, con distintas secciones y colores, mostrando una gran diversidad de opciones decorativas
Si alguna vez has visto las cortinas que se utilizan en las cámaras frigoríficas verás que son lamas de PVC cristal generalmente, de unos 20 cm de ancho y que tienen una función similar a las cortinas de cuentas, teniendo un plus de menos paso de aire a través de ellas, incluso permitiendo que el calor o el frío se mantenga.
Estos tipos de cortinas exteriores son muy utilizadas en las intervenciones efímeras. En mi experiencia profesional he podido contar con estas últimas, dentro de la instalación temporal «Tribuna Pública» en la Plaza de Tabacos en A Coruña. La posibilidad de utilizar el mismo material para el punto de paso y garantizar en cierta manera la condición interior del espacio creado.
¿Cómo decidirse por un tipo u otro de cortina exterior?
Existe un orden de prioridades a la hora de elegir, como siempre, hay una parte subjetiva en todo esto, en la que cada persona da ciertas prioridades a unas cualidades sobre otras.
La funcionalidad, la estética y el precio se baten en duelo por la primera posición de esta clasificación:
- La funcionalidad: la cortina exterior tiene como función principal la delimitación del espacio, mantener una cierta privacidad de vistas, intimidad y , de la misma manera, impedir la entrada de insectos.
- El punto de vista estético es importante a la hora de entender el hueco como un elemento importante de una fachada, o de una partición interior. Intervenir en uno de los huecos de la fachada da cierto protagonismo en el que la componente estética debe de figurar.
- La economía de medios va en función de la durabilidad que se espera para esta solución. Buscar un precio razonable depende de la durabilidad del material, no solamente de su precio de coste. Una malla de plástico tiene una durabilidad previsible inferior a la de madera o acero, pero es algo que se debe de valorar en cada caso particular.