«La Petite Ceinture es como una cicatriz metropolitana. En origen tuvo una finalidad clave y dio un fuerte impulso a la economía durante la Revolución Industrial. Aunque algunos pequeños tramos fueron usados hasta la década de los 90, esta línea férrea no ha producido más que silencio desde los años 30. "Para muchos ciudadanos, la compañía ferroviaria, el Ayuntamientos y varias asociaciones- es simplemente un espacio desperdiciado. Son muchos los que quieren devolverle una función. Pero para mí, este vestigio se ha convertido en un límite al margen de la sociedad. Es un lugar íntimo, donde el pasado y la modernidad se encuentran. Es pura poesía. Por eso creo que la función de la línea férrea hoy podría ser la de un paisaje alternativo, algo híbrido que podamos observar", cuenta Pierre.
Actualmente los proyectos principales visan transformarlo en un parque, como se hizo con la paseo arbolado de la Bastilla en 1988, inspirado en la High Line de Nueva York.
Fuentes: yorokubu. Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con Facebook