Cuatro años y medio después del cierre de RTVV, nace una nueva radiotelevisión valenciana, el canal público “A Punt”, cuatro veces más barata que Canal 9, perdida en noviembre de 2013, al ser apagada por el gobierno de Albert Fabra, del PP, en medio de una fuerte polémica y tras acumular una enorme deuda. À Punt tiene un esquema de funcionamiento que limita su presupuesto y una explícita vocación de servicio público que su predecesora traicionó mientras dilapidaba los recursos de la Generalitat Valenciana. El presupuesto de À Punt, 55 millones de euros, no llega a la cuarta parte del coste que llegó a alcanzar anualmente Canal 9, más de 250 millones de euros, porque está legalmente limitado entre el 0,3% y el 0,6% del presupuesto total de la Generalitat Valenciana, regulado por un contrato-programa. Su directora, Empar Marco, profesional procedente de TV-3 que fue seleccionada en concurso por la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, el ente responsable de la empresa pública, ha reclamado estos últimos días que, en el futuro, se aproveche el margen para aumentar el presupuesto a 70 millones de euros.
Tras un periodo de emisiones en pruebas con contenidos de los archivos de la desaparecida Canal 9, las periodistas Adelaida Ferre y Vanessa Gregori abrieron a las 14.30 del pasado domingo, 10 de junio, con el primero de sus informativos. À Punt cuenta con una plantilla de poco más de 300 empleados, frente a los 1.800 que llegó a tener Canal 9, y no funciona como una cadena de radiotelevisión al uso porque su núcleo es una redacción integrada que produce contenidos para una plataforma digital de la que se nutren sus emisiones de radio y televisión. Sus periodistas, por tanto, producen información para todos esos soportes, indistintamente.La industria audiovisual autóctona ha empezado a resucitar con la puesta en marcha de À Punt Mèdia tras el colapso que sufrió con el cierre de Canal 9. El edificio del antiguo centro de producción de Burjassot, construido en los años ochenta, ha sido reformado para dar cabida en su primera planta a la redacción única y a los estudios de radio. Los equipamientos técnicos han sido renovados porque habían quedado obsoletos en su mayor parte y, de sus tres platós, en principio, solo se utilizará el destinado a informativos, dado que la producción de espacios de entretenimiento y ficción está externalizada. En los estudios Galaxia, ubicados en Paterna, no muy lejos de la sede de À Punt Mèdia en Burjassot, se producen los dos magacines diarios. Decenas de productoras preparan contenidos para la empresa pública en un sector que ha creado cerca de 2.000 puestos de trabajo gracias a ese impulso, según datos de la propia radiotelevisión pública.El valenciano, como vehículo de su programación, es el leit motiv de la existencia de À Punt, un medio público que ofrecerá las películas y espacios de ficción doblados a la lengua del país y que también prevé el acceso en versión original a sus contenidos, así como un canal específico orientado al público infantil, cuyos contenidos serán accesibles mayoritariamente a través de la web y que incluyen producciones en valenciano y también en inglés.