Revista Salud y Bienestar
La implicación y estar informado sobre su patología es fundamental en el paciente diabético. La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica, y progresiva, que está asociada a otros trastornos: obesidad, hipertensión y dislipemia (elevación del colesterol). Todo ello hace imprescindible que para alejar el riesgo cardiovascular, la principal amenaza para estos enfermos, se modifique el estilo de vida y se cumpla con el tratamiento. A pesar de ello, el incumplimiento de las recomendaciones es muy elevado. Así lo asegura el doctor Carlos Miranda, coordinador del Grupo Nacional de Diabetes de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Con el objetivo de fomentar el autocuidado de las personas con diabetes, la Alianza Bristol-Myers Squibb y AstraZeneca, en colaboración con la Universidad de los Pacientes, proyecto de la Fundación Josep Laporte, y junto a la Universidad Autónoma de Barcelona, van a poner en marcha un programa de formación que implicará tanto a profesionales sanitarios como a los propios afectados.
Este programa arranca en octubre e incluye una serie de talleres que se pondrán en marcha en diferentes provincias españolas. Los materiales han sido desarrollados por miembros de la Universidad de los Pacientes.
Sergi Blancafort y Emilia Arrighi, responsables de la elaboración de los materiales y del desarrollo del taller, indican que el paciente crónico "tiene generalmente dificultades para priorizar y para alcanzar objetivos relacionados con la salud, por ello se ha diseñado este programa, para hacer partícipe a los pacientes en el cuidado de su salud". Con este proyecto se abordan diferentes cuestiones relacionadas con la diabetes y que son de interés para el enfermo, como por ejemplo la influencia del peso, el tabaquismo, la hipertensión, el control de la glucemia, el ejercicio, etc. Además, está previsto que durante los talleres se haga una puesta en común de las cuestiones que más afectan a los pacientes, como las barreras a la hora de hacer ejercicio o el impacto de la enfermedad en el estado de ánimo.
Según el Dr. Jovell, director de la Universidad de los Pacientes, "este programa pone de manifiesto que las personas que desarrollan su actividad profesional en el ámbito de la salud son cada vez más conscientes de la importancia del autocuidado en la atención de las enfermedades crónicas. Además, cada vez es mayor la sensibilidad hacia un modelo de asistencia que tenga en cuenta las necesidades y las preferencias de los pacientes en las decisiones que afectan a su salud y a su calidad de vida".
Inicialmente estas charlas serán impartidas por médicos, aunque la idea es que el programa se desarrolle "en cascada" y sean los propios pacientes los que se impliquen en la formación de otros pacientes. El doctor Miranda sostiene que muchas veces los mensajes que son lanzados por los enfermos "calan" más en el resto de pacientes que si se los dice el médico. "El enfermo ve que es posible afrontar cuestiones como dejar de fumar o disfrutar de la comida siguiendo una determinada dieta de por vida", asegura.
El doctor Miranda subraya que los pacientes crónicos que se implican en el cuidado de su salud reducen drásticamente las visitas a las consultas. En ese sentido, cita un estudio realizado en Estados Unidos en el año 2010 sobre el impacto de formar a las personas que padecen una patología crónica y asegura que se reduce un 7% las visitas a las consultas de atención primaria, el 10% a las consultas externas, el 16% a urgencias y el 9% las visitas al fisioterapeuta.
-Incumplimiento terapéutico
En el caso de los pacientes diabéticos, el doctor Miranda explica que en la actualidad hay un índice muy elevado de incumplimiento terapéutico, entendiendo por cumplimiento terapéutico tanto la toma de la medicación pautada como el seguimiento de las directrices en cuanto al estilo de vida. "Es fundamental para estos enfermos el seguir una dieta, dejar de fumar y hacer ejercicio para controlar no sólo la diabetes, sino todos los factores de riesgo asociados", subraya.
En los pacientes que tienen una ligera alteración de la glucosa, sólo con estos cambios de hábitos la enfermedad se puede retrasar y en caso de que la enfermedad esté avanzada, son fundamentales para mantener controlados los factores de riesgo cardiovascular, muy peligrosos en estos enfermos. "El hecho de no seguir estas directrices está convirtiendo a la diabetes en una autentica epidemia, al afectar cada vez más a personas jóvenes", lamenta. En ese sentido, el doctor Miranda aconseja a todos los mayores de 45 años, con antecedentes familiares y algún factor de riesgo asociado -dislipemia, hipertensión, obesidad- que vigilen su glucosa porque son candidatos a padecer este trastorno. En la actualidad, la prevalencia de la diabetes tipo 2 se cifra en el 12% de población, aunque se estima que entre un 30% y un 40% de los enfermos no están diagnosticados.
Junto a la dieta adecuada, el ejercicio y el abandono del hábito tabáquico, es fundamental que los pacientes que lo necesiten tomen de manera adecuada su medicación. "En los últimos años están surgiendo importantes novedades terapéuticas en este terreno que consiguen controlar de manera eficaz los niveles de azúcar sin provocar hipoglucemias ni aumentar el peso, y sin afectar al páncreas", explica el doctor Miranda.
Este programa arranca en octubre e incluye una serie de talleres que se pondrán en marcha en diferentes provincias españolas. Los materiales han sido desarrollados por miembros de la Universidad de los Pacientes.
Sergi Blancafort y Emilia Arrighi, responsables de la elaboración de los materiales y del desarrollo del taller, indican que el paciente crónico "tiene generalmente dificultades para priorizar y para alcanzar objetivos relacionados con la salud, por ello se ha diseñado este programa, para hacer partícipe a los pacientes en el cuidado de su salud". Con este proyecto se abordan diferentes cuestiones relacionadas con la diabetes y que son de interés para el enfermo, como por ejemplo la influencia del peso, el tabaquismo, la hipertensión, el control de la glucemia, el ejercicio, etc. Además, está previsto que durante los talleres se haga una puesta en común de las cuestiones que más afectan a los pacientes, como las barreras a la hora de hacer ejercicio o el impacto de la enfermedad en el estado de ánimo.
Según el Dr. Jovell, director de la Universidad de los Pacientes, "este programa pone de manifiesto que las personas que desarrollan su actividad profesional en el ámbito de la salud son cada vez más conscientes de la importancia del autocuidado en la atención de las enfermedades crónicas. Además, cada vez es mayor la sensibilidad hacia un modelo de asistencia que tenga en cuenta las necesidades y las preferencias de los pacientes en las decisiones que afectan a su salud y a su calidad de vida".
Inicialmente estas charlas serán impartidas por médicos, aunque la idea es que el programa se desarrolle "en cascada" y sean los propios pacientes los que se impliquen en la formación de otros pacientes. El doctor Miranda sostiene que muchas veces los mensajes que son lanzados por los enfermos "calan" más en el resto de pacientes que si se los dice el médico. "El enfermo ve que es posible afrontar cuestiones como dejar de fumar o disfrutar de la comida siguiendo una determinada dieta de por vida", asegura.
El doctor Miranda subraya que los pacientes crónicos que se implican en el cuidado de su salud reducen drásticamente las visitas a las consultas. En ese sentido, cita un estudio realizado en Estados Unidos en el año 2010 sobre el impacto de formar a las personas que padecen una patología crónica y asegura que se reduce un 7% las visitas a las consultas de atención primaria, el 10% a las consultas externas, el 16% a urgencias y el 9% las visitas al fisioterapeuta.
-Incumplimiento terapéutico
En el caso de los pacientes diabéticos, el doctor Miranda explica que en la actualidad hay un índice muy elevado de incumplimiento terapéutico, entendiendo por cumplimiento terapéutico tanto la toma de la medicación pautada como el seguimiento de las directrices en cuanto al estilo de vida. "Es fundamental para estos enfermos el seguir una dieta, dejar de fumar y hacer ejercicio para controlar no sólo la diabetes, sino todos los factores de riesgo asociados", subraya.
En los pacientes que tienen una ligera alteración de la glucosa, sólo con estos cambios de hábitos la enfermedad se puede retrasar y en caso de que la enfermedad esté avanzada, son fundamentales para mantener controlados los factores de riesgo cardiovascular, muy peligrosos en estos enfermos. "El hecho de no seguir estas directrices está convirtiendo a la diabetes en una autentica epidemia, al afectar cada vez más a personas jóvenes", lamenta. En ese sentido, el doctor Miranda aconseja a todos los mayores de 45 años, con antecedentes familiares y algún factor de riesgo asociado -dislipemia, hipertensión, obesidad- que vigilen su glucosa porque son candidatos a padecer este trastorno. En la actualidad, la prevalencia de la diabetes tipo 2 se cifra en el 12% de población, aunque se estima que entre un 30% y un 40% de los enfermos no están diagnosticados.
Junto a la dieta adecuada, el ejercicio y el abandono del hábito tabáquico, es fundamental que los pacientes que lo necesiten tomen de manera adecuada su medicación. "En los últimos años están surgiendo importantes novedades terapéuticas en este terreno que consiguen controlar de manera eficaz los niveles de azúcar sin provocar hipoglucemias ni aumentar el peso, y sin afectar al páncreas", explica el doctor Miranda.
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