Arreglos florales con la flor de la cebolla

Tengo debilidad por las flores silvestres, sus formas suelen ser muy sencillas y de colores muy cálidos,
la flor con la que vamos a hacer algún que otro arreglo floral básico hoy, no puede ser más simple,
aquí en Menorca crece entre las piedras de las paredes secas de los caminos, muchas veces me había
fijado en ella, ya sea por las prisas o por saber que siempre están ahí, nunca había ido en su busca,
siempre quedaba pendiente ir a recolectar un montón de ellas, de modo que podríamos llamarla
"la deseada".

Lo genial es que no he tenido que desplazarme para conseguirlas, salen silvestres por aquí, en casa, entre
las grandes piedras de algunos de los muros, cuando las vi me llevé una alegría enorme, me fui a por mis
tijeras de poda y a recolectar " la flor deseada ", no sabía ni a que planta pertenecía, ni como se llamaba,
pero al parecer es la flor de la cebolla, como vivimos en un entorno rural, no es sorprendente que las
semillas lleguen a determinados lugares y crezca la planta, como no se recolecta la cebolla, el bulbo
queda dentro y sale esta flor tan bonita.

Con un buen manojo de flor de la cebolla en mi poder, empecé a pensar como disponerlas y qué recipientes
utilizar, su forma nos ofrece una amplia gama de estilos, al ser un tallo muy largo y acabar en forma de bola,
podríamos decir que es una flor de diseño, de manera que si colocamos un ramo no muy abundante de ellas
en un jarrón vintage de un color vivo, como el amarillo, de forma recta en un lateral y ondulante en su otro
lado, esta flor quedaría perfecta!

El quiz son las diferentes alturas de los tallos y la variedad de tamaños de las bolas, el resultado es un
arreglo floral sencillo y moderno, con un aire vintage años 50 que tanto se lleva, al ser lineas tan rectas
lo podríamos ubicar en cualquier zona de la casa, pero para que resalte sería ideal situarlo en una mesita
con aires industriales, la mía es una pequeña obra de arte, esta realizada con un armazón de hierro y el
sobre lo configuran antiguas letras de imprenta, una autentica virguería con la que el diseñador se lució,
ya que elegir las letras de diferentes tamaños y que todas cuadren a la perfección es un trabajo de chinos,
lo mejor es que no están pegadas al armazón, se pueden sacar, es una mesa genial!

En el anterior arreglo floral lo que destacaba era el florero y la forma de las flores, ahora les daremos
el protagonismo íntegramente a ellas, he utilizado un jarrón de boca estrecha para que queden los tallos
bien sujetos, aquí también pondremos flores de diferentes tamaños y medidas, el jarrón al ser del mismo
tono miel que el mueble, las flores llaman más la atención, parece que flotan, dando un aire mágico al
conjunto.
Aunque el entorno esta formado por piezas antiguas como la cornucopia o el moble en vidres típico
menorquín, la forma moderna del florero, junto con lo silvestre de las flores, hacen que todo quede armónico!

Ya que son flores tan simples y silvestres, pues que luzcan como tal en un recipiente que también tiene
historia y antigüedad, un antiguo cangilón, una vasija de barro que se utilizaba en los molinos, en la casa
van apareciendo, y yo me llevo alegría trás alegría, hasta los que están rotos me gustan! Los utilizo como
maceteros, colocando dentro la maceta de plástico, no quiero que se rompan, la verdad es que me gustaría
hacer un gran conjunto y crear un rincón con ellos, todo se andará... esta vez hace la función de florero!

Al ser de boca muy ancha, podemos poner bastantes flores, pero no demasiadas para que no se achuchen
y se pueda apreciar la forma y el tamaño de cada flor de cebolla, me fascina la combinación de el barro
desgastado del cangilón y el tono neutro de las flores, es un arreglo tan sumamente básico, que
sinceramente me enamora la simplicidad de sus formas.

Seguro que os preguntabais si me había olvidado de alguno de mis animalitos, ya veis que no!
Estos dos perritos preciosos, acompañan a un jarrón de cristal opalino blanco ( milk glass ) vintage,
las flores la he dispuesto de un modo más divertido como si fueran pequeños globos, así juntitas
parecen una sola, un pequeño bouquet más desenfadado y vivaz.

Hemos visto cómo con una misma flor silvestre podemos situarla en 4 estilos muy diferentes
entre si, industrial-colorista, rústico, divertido e incluso un estilo moderno pero interactuando
con muebles antiguos.

¿Alguna vez os habíais fijado en ella? ¿Os gusta tanto como a mi?