De una calidad visual indiscutible, la cinta presenta a los personajes de forma confusa y los arcos argumentales y el ritmo no acaban de funcionar del todo bien. Tenemos el ejemplo del personaje villano, que carece de carisma y no tiene un castigo ni una redención (tampoco motivo que justifique sus malévolos actos). El resto de personajes secundarios aparecen arbitrariamente restando coherencia a la narración que acaba en una resolución muy precipitada que no cierra ni un solo punto de la trama.
Arrietty dime tú...
Lo mejor es el punto en el que convergen Arrietty y Shô (ella es pequeña pero ágil y veloz, él aún siendo enorme dado su estado coronario no puede realizar esfuerzos físicos provocando que sean complementarios) y todo el detalle en decorados y la cuidadíssima animación. No obstante, decepciona lo poco que explotan las diferencias de tamaño y los recursos que toman prestados los diminutos de los humanos (para bien o para mal no se parecen en absoluto a la serie americana). Y alguien lo tiene que decir: El discurso global no deja de ser el mismo que el de El viaje de Chihiro (en modo simplón y con ciertos guiños hacia la misma).Shô y su minino
Desde luego no es de las mejores obras del Estudio Ghibli (¡Y hemos echado de menos a Joe Hisaishi!), ni ha logrado ser de las más imaginativas, pero por la animación vale la pena echarle un vistazo. Miedo tenemos a sabiendas del estreno para el año que viene de Porco Rosso 2.Mujeres al borde un ataque de nervios
Mención especial a Isabel que siempre nos prepara unas reseñas excelentes.Saludos wasaberos :)