Recordaba Sa Cranca como una de las mejores arrocerías en las que había estado. Este verano, aprovechando mi estancia en Mallorca, decidí volver y desde luego fue una decisión acertada.
En pleno Paseo Marítimo y con un salón lleno de ventanales, Sa Cranca es un sitio espectacular para comer una buena paella mientras ves los barcos mallorquines atracar en el puerto.
El servicio fue impecable desde el primer momento. A modo de entremés, mientras tomábamos un Barbadillo, nos pusieron pan con mantequilla, rabanillos y pimientos crudos con aceitunas. Como la memoria me decía que el banquete iba a ser copioso, decidimos no picar nada más antes del plato principal. Pedimos dos paellas para cuatro personas, una Mixta Ciega y una Ciega de Marisco.
Las paellas eran enormes y apenas pudimos tomarnos más de la mitad de cada una. Hacía años que no probaba un arroz como este. Al igual que en los entremeses, el servicio no se olvida de los clientes en ningún momento. Estando siempre dispuesto para cualquier cosa que se necesite.
Si tengo que elegir una de las dos, me quedo con la Ciega de Marisco. Aunque he de confesar que las dos estaban exquisitas. También os recomiendo la Paella de Arroz negro, que aunque no la pedimos esta vez la recuerdo de la anterior.
Después del arroz nos decidimos por un postre típico mallorquín, una especie de tarta de chocolate con nueces que no nos convenció nada, aunque yo no soy muy dulcera tampoco. El broche final fueron una gama de digestivos para hacernos unos chupitos.
En resumen os digo que si tenéis la oportunidad de ir a esta arrocería no la perdáis porque merece la pena probar alguna de las paellas de su variadísima carta. Os dejo la web.
La crepería Orient Express la encontraréis en el barrio de La Lonja, muy cerca de la catedral.
Es un pequeño restaurante que imita un tren, toda la decoración invita a creer que estás almorzando de camino a alguna parte. Tiene dos plantas (más bonito comer arriba) y un buen servicio aunque es un sitio informal.
Antes de pedir un vino de la casa (que estaba algo caliente) nos sirvieron para picar huevos duros de codorniz con aceite, vinagre y sal por si los quieres aliñar, un detalle que me encanta.
La carta es corta aunque cuidada y no es un sitio caro, es mejor reservar previamente aunque en agosto a medio día no había practicamente nadie.
Nos decidimos por un entrante, para dos, de queso de cabra con cebolla caramelizada, manzana, mermelada y tostas para huntar que venía muy bien presentado, y aunque costaba un poco huntarlo en las tostas, estaba muy bueno.
De comer pedimos un Crepe de champiñones, carne, jamón york y queso con una salsa encima que la verdad es que estaba muy muy bueno.
Mi amiga se decidió por un Crepe de espinacas con queso y huevo que estaba mejor que el de una servidora y además me encantó como lo presentaron.
Os recomiendo pasar por el Orient Express, lleva muchísimos años abierto y es muy conocido en Palma, ya se sabe, si algo dura es por algo. No tienen web pero podéis echarle un ojo aquí.