Revista Cultura y Ocio

Arroz de Palma, de Francisco Azevedo

Publicado el 16 marzo 2013 por Xula
Arroz de Palma, de Francisco AzevedoArroz de PalmaFrancisco AzevedoISBN: 9788467007817Formato: Rústica con solapas– 364 PágsEditorial: Espasa

Argumento
Había una vez un arroz que fue plantado en la tierra, caído del cielo y recogido de entre las piedras, un arroz que no se pasaba nunca que llegó de lejos de la mano de tres jóvenes llenos de ilusiones y sueños…Arroz de Palma es la historia de una familia, la de José Custodio y María Romana, emigrantes en Brasil a principios del siglo XX. Durante la preparación de la fiesta para celebrar el centenario de la boda de José y María, su hijo mayor, Antonio, ya un abuelo, repasa las vidas de sus padres, de su tía, de sus hermanos, de sus hijos y nietos y, por supuesto, la suya.
Antonio sabe que la familia es un plato de compleja elaboración y que la felicidad se cocina día a día. Pero ellos tienen un ingrediente secreto: el arroz de la tía Palma, cuya magia se extiende más allá del fuego y del tiempo.
Estructura, ambientación y estilo narrativo
La novela es estructura en 58 capítulos de muy escasa duración (en ocasiones solamente un par de páginas) encabezados por un titulo que hace referencia a lo que sucede en él, y sin numerar. Al final del libro se encuentra un calendario que estable los hechos de toda la novela en orden cronológico.
La historia se desarrolla en Brasil, entre Santo Antonio da Uniao y Rio de Janeiro, en función del momento temporal en que se desarrolle. Cada capítulo salta en el tiempo y el espacio, del presente al pasado al compás de cómo vayan surgiendo los recuerdos.
La narración está hecha en primera persona por Antonio, que cuenta la historia de su familia desde los inicios de la migración a Brasil. El estilo es peculiar, con frases muy cortas y repeticiones frecuentes, todo unido por punto o comas. El ritmo de lectura debe ser pausado, ya que no sigue una pauta lineal.
Personajes
Antonio, el narrador de la historia, es hijo de José Custodio y María Romana, y por tanto brasileño de nacimiento. Siempre fue un chico abstraído al que interesaba más la cocina y las historias que los juegos infantiles. Como adulto, es dueño de su propio restaurante y responsable de contar la historia familiar.
José Custodio es un hombre chapado a la antigua, algo tosco y cerrado de mente, pero al mismo tiempo cariñoso y trabajador. Al ser de orígenes humildes, se conforma con poco y valora más las pequeñas alegrías de la vida que sus posesiones.
María Romana es la mujer de José Custodio, también inmigrante portuguesa en Brasil. Muy unida a su cuñada Palma, a la que aprecia como si fuese su hermana. Ante todo respeta a su marido como cualquier esposa de la época, aunque tiene un carácter particular que hace que se revele a sus espaldas.
Palma, casi protagonista de esta historia, es la hermana de José Custodio. Tiene algo de bruja y algo de sabia, y resulta ser el pilar fundamental de toda la familia ya que les une a todo cuando nada mas tienen en común. Se hace querer por sus consejos, sus historias siempre bien contadas y su humildad.
Mi opinión
Si me habéis estado siguiendo estas semanas pasadas, sabréis que me ha costado mucho leer este libro. No ha tenido nada que ver con que fuera bueno o malo, con que me gustara o no. Simplemente fue un cambio tan radical en mis lecturas recientes que no supe cómo afrontarlo y fue quedando de lado. Hasta que la llamada de la lectura conjunta me obligó a ponerme en serio y finalmente puedo estar escribiendo estas reseña que no va a ser tan mala como parece en un principio.
Me resulta difícil definir el género de esta novela, ya que aunque técnicamente se trata de una saga familiar (porque cuenta la historia de varias generaciones de una misma familia) tiene muchos toques del realismo mágico que me atrapó durante mis lecturas de adolescencia. No puedo dejar de sentir cierta lastima de haber pasado esa etapa, porque seguramente si lo hubiera cogido de otra manera, lo habría disfrutado mas.
La historia en sí misma es un tanto fantástica e increíble: un arroz bendecido en una boda que no se estropea con el tiempo, regalando prosperidad y fertilidad a quienes lo poseen; una cuñada humilde y sabia, medio bruja a mi manera de verlo que enseña grandes valores a quienes quieran escucharla. Es evidente que se trata de una novela para leer entre líneas, saborear cada frase y avanzar poco a poco.
Uno de los motivos por los que más me llamó la atención la novela es por el papel importante que supuestamente tenia la cocina. Los que me conocéis sabéis que eso me conquista, y si es exótica más… pero no en este caso, ya que he echado de menos que lo hubiera desarrollado un poco más. Al comienzo de la lectura me propuse hacer un recuento de todas las recetas que encontrara para poder reproducirlo, aunque solo he conseguido captar unas pocas menciones a comidas que no tuvieron la importancia que prometía el titulo. Aun así, os lo transcribo para el interés general:
Caldo de gallina y arrozArroz con bacalaoSopa de legumbresFreijoadaTorreznos (esta me niego a hacerla, porque me desagradan muchísimo)QuindinsPan francésAlubias con arrozPastel de Santa ClaraQueijadinhasGuiso de judías con carne picadaGuiso de chayote con camarónPudinArroz de lentejas (este si venía con receta)Estofado de ocra
Está ambientado en una época y una situación que a mí me resultaba un tanto desconocida, ya que poco se de la inmigración portuguesa hacia Brasil. Aunque bien podría haber sido un español hacia Argentina, ya que no hay en ningún momento grandes descripciones de escenarios o cambios sociales. Básicamente cada capítulo trata de asuntos familiares, riñas, cariños, bodas y emancipaciones, y es muy introspectiva, obviando cualquier cosa del exterior.
Como ya han comentado algunas personas en esta lectura conjunta, yo también he notado en falta el periodo de adaptación a la nueva vida. Emigrar, aunque sea a un país muy similar siempre supone diferencias (el clima, la alimentación, los horarios, las relaciones) pero lo presenta todo muy fácil y eso no me ha resultado creíble. También menciona en diversas ocasiones la “morriña” que sienten, pero sin ir demasiado lejos, casi a titulo anecdótico.
Uno de los mayores problemas que puede suponer la lectura es su extraño estilo, o el narrador en sí mismo: Antonio tiene ya sus 88 años, y sabe que esta llegando al final de su vida. Esto hace que pueda parecer un viejecillo contando historietas (que lo es) y su mente va de un sitio a otros sin seguir una línea recta.
Así pues, al adentrarse en esta novela hay que ser conscientes de lo que vamos a encontrarnos y prepararnos para ello. Porque de otro modo, como me ha pasado a mí, lo más seguro es que la lectura quede relegada durante tiempo y tiempo, hasta que encontremos las fuerzas y las ganas para seguir. Eso sí, cuando al fin le cojamos el ritmo, descubriremos que es una historia muy bonita, con mucho significado y grandes frases ocultas en ella.
Por otro lado, a mi el personaje de Palma me ha terminado enamorando. Me ha parecido una gran mujer que en cierta manera sacrificó su vida por proteger y cuidar a los suyos. Y aunque hubiera vivido para los demás, realmente se hizo un hueco en el corazón de todos. Algún que otro roce tuve con la cabezonería de José Custodio, o la lengua viperina de la hermana de Antonio.
Pero todas estas circunstancias, que nos irritan o nos conmueven, pueden pasar a cualquier familia en cualquier parte del mundo. Porque aunque la ambientación sea exótica, o algunas cosas un tanto fantasiosas, no dejan de ser absolutamente realistas en el sentido de que es algo que sucede a diario. Y ahí está la magia de esta novela.
Al final, puedo decir que es una lectura que me ha gustado, aunque hubiera preferido cogerla en otro momento más adecuado a lo que me pedía el cuerpo. La prosa aunque especial, está muy cuidada. Y si cambia de registro, no dudo que volveré a leer algo de este autor. Por el momento solo puedo recomendarla a aquellos que busquen una lectura con contenido y bastante pausada.

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