Vuelve Ars Moda, seguimos con el gótico esta vez Ángela se va a centrar en su influencia en la literatura,
veremos novelas y autores fascinantes dignos de releer, también se detendrá en la estética, la maravillosa
moda desde el barroco, pasando por el rococó llegando a la época victoriana.
Os dejo con el mundo gótico!
La estética gótica nace de una variada mezcla de influencias sociales, artísticas, históricas y literarias; en
este post nos vamos a centrar en las influencias literarias del gótico y en todas sus vertientes y
manifestaciones estéticas.
Hace algunos años se puso muy de moda lo que se ha dado en llamar novela gótica, pero esta es toda una
corriente literaria cuyo origen hay que buscarlo en el siglo XIX, o más aún si ahondamos en sus verdaderos
orígenes, hemos de remontarnos a mediados del XVIII en el contexto del resurgir del goticismo, llamado
ahora neogoticismo en contraposición al racionalismo de Descartes muy en boga en aquella época.
El neogoticismo es un movimiento muy amplio que evolucionó desde mediados del siglo XVIII a finales del
XIX. Se considera la primera novela gótica una obra de 1764 de Horace de Walpole titulada El Castillo de
Otranto. La historia es grandilocuente y aparecen los que van a ser los elementos típicos del género: castillo,
monasterio medieval, villano y dama virtuosa. Es la historia de un principado y su usurpador: Manfredo.
Pero será la autora Anne Radcliffe la reina del género en esta época, que publicará las grandes novelas
góticas, entre las que destacan: Los Misterios de Udolfo en 1794 (de nuevo la protagonista es una dama
virtuosa que es encerrada en un castillo), Los Castillos de Athlin y Dunbayne en 1789 y El Italiano o el
Confesionario de los Penitentes Negros en 1797. Sin embargo será Mathew Gregory Lewis el autor de
una de las cumbres de la novela gótica: El Monje publicada en 1796 cuyo protagonista el monje Ambrosio
Hucha por no caer en las garras del diablo.
Las novelas góticas clásicas se van a fusionar con la explosión del movimiento romántico a principios del
siglo XIX , son las eternas obras de Mary Shelley y de John Polidori: Frankenstein o el Moderno Prometeo
de 1818 y El Vampiro de 1819. Que decir de los protagonistas de ambas novelas, el Frankenstein de Mary
se convirtió en inmortal y el Lord Ruthven de Polidori será el prototipo del nuevo vampiro aristocrático y
seductor que se repetirá hasta la saciedad en todos los relatos vampíricos.
John William Polidori y Charles Maturin
Melmoth, el errabundo de Charles Maturin en 1820 será otro hito del género, basado en el mito de Fausto
de Goethe, el protagonista hace un pacto con el diablo para alcanzar la inmortalidad. La figura de Melmoth
será venerada por los seguidores del género, el mismísimo Oscar Wilde en sus últimos días en el exilio en
Francia después de su encarcelamiento, tomó el nombre de Sebastian Melmoth.
La figura de Wilde dentro del género de la novela gótica es indiscutible con su obra maestra El retrato de
Dorian Grey publicada en 1890, dos años antes había realizado su primera incursión en el género con el
Fantasma de Canterville.Oscar Wilde amante de la cultura clásica practicó la filosofía del esteticismo y el
decadentismo, fue toda una celebridad en su época y su estética digna de mención se inscribe dentro del
estilo victoriano tardío masculino, fue uno de los primeros dandis del Londres victoriano seguido después
por el movimiento dandi posterior. El propio personaje de Dorian Grey se puede considerar como una
derivación del propio Wilde en cuando a su esteticismo hedonista y su imagen tan definidamente cuidada.
A lo largo de todo el siglo XIX se desarrollará toda una literatura de terror que se inspira en los albores
del gótico. Las principales obras de ésta época son:
- La Abadía de Northanger de Jane Austen, 1819.
- El Espectro del Novio de Washington Irving,1820.
- El Jorobado de Notre Dame de Víctor Hugo,1831.
- La Muerte Amorosa de Theophile Gautier, 1836.
- Jane Eyre de Charlotte Brönte, 1847.
- Cumbres Borascosas de Emilie Brönte, 1847.
- La Caída de la Casa Usher de Edgar Alan Poe, 1839.
- Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer:
El Monte de las Animas, El Beso, Los Ojos Verdes, La Cruz del Diablo,
El Miserere, Maese Pérez El Organista,1858-1864.
- Camila de Sheridan Letanu de 1872.
- Drácula de Bram Stoker de 1897.
- Otra Vuelta de Tuerca de Henri James de 1898.
- El Fantasma de la Opera de Gaston Leroux de 1910.
En España como hemos visto en esta enumeración general, también cultivamos el género de la novela gótica,
aunque se interelaciona y mezcla con el movimiento romántico español que es una corriente muy amplia y
completa e incluso también con el realismo de autores como el propio Benito Peréz Galdós que escribe
una obra muy curiosa que puede adscribirse perfectamente al género de relato gótico, se trata de: La
Sombra, e incluso también puede considerarse relato gótico: La Mujer Alta de Pedro Antonio de Alarcón,
gran exponente del realismo español.
Pero si hemos de hablar de relatos góticos de la literatura española además de las leyendas de Bécquer, el
más importante, es el relato de la gran "Doña Emilia Pardo Bazán": el Vampiro de 1901, es este uno de los
arquetipos de la literatura de la autora; la acción transcurre en tierras gallegas y el protagonista es un
anciano: Don Fortunato que se casa con una joven de quince años a la que absorbe la juventud y la
vitalidad.
Becquer, Espronceda y Byron
Una obra universal española que contiene todos los elementos del género gótico no es otro que uno de
nuestros mitos patrios El Don Juan Tenorio de Zorrilla de 1844, aunque es una obra dramática, de teatro
es eminentemente gótico-romántica igual que su antecesora: El Burlador de Sevilla escrita por Tirso de
Molina en pleno siglo de oro español, concretamente en 1630. En el don Juan hay ambientes tétricos,
terroríficos, fantasmagóricos, hay espectros, damas virtuosas y un héroe-villano que se redime al final,
todo impregnado de un medievalismo misterioso que termina en un final trágico en el que predomina el
sentimiento sobre la razón ¿puede haber algo más gótico y más romántico?.
Charlotte Bronte, Jane Austen, Victor Hugo
Este romanticismo gótico de nuestro Zorrilla es de índole tradicionalista, encarna los valores del estado y
de la iglesia, es clásico y conservador. Esta corriente del romanticismo tradicional enlaza con otros autores
europeos como Walter Scott y Chateaubriand y se contrapone a un romanticismo gótico de corte más
liberal como el de Lord Byron, Victor Hugo, Bécquer o Espronceda que busca y haya en sus obras una
connivencia con la naturaleza, lo misterioso y la emoción, además de ser heredero de la filosofía hegeliana.
A parte de estas variaciones del movimiento literario gótico romántico hay peculiaridades como la del primer
romanticismo inglés representado por Edward Young y su obra Las Noches o Pensamientos Nocturnos
1746, considerado como uno de los poetas del cementerio, es el primero en recrear la ambientación
nocturna y terrorífica y en tratar temas tan góticos como la inmortalidad del alma el tema sepulcral de la
noche y la luna. El equivalente en España a Young sería nuestro José de Cadalso con sus Noches Lúgubres
de 1790.
Pero no solamente Young es el precursor del género gótico literario, hubo un grupo de poetas ingleses
considerados como prerrománticos a mediados del siglo XVIII y que fueron denominados "Los Poetas
del Cementerio", ellos sentaron las bases en cuanto a los temas y la ambientación que luego recrearían
los novelistas góticos en el XIX. Los Poetas del Cementerio realizaban meditaciones repletas de
melancolía sobre la mortalidad, lo efímero de la vida, con elementos tales como cráneos, ataúdes, tumbas,
epitafios...todo en el marco del cementerio. Fueron los primeros en evocar el sentimiento trágico de la vida
y en ensalzar lo sublime, lo misterioso y lo tétrico.
- Estos poetas fueron:
Thomas Warthon, Thomas Percy, Thomas Grey, James Malpherson, Robert Blair, William Collins,
Mark Akenside, Joseph Warton y Edward Young.
Siguiendo la estela de estos poetas, podemos considerar gótico románticos ya en siglo XIX en cuanto a sus
temas a figuras poéticas tan reconocidas como Lord Byron, Espronceda y como no al poeta postromántico
de la era victoriana Alfred Tenysson con sus temas mitológicos, su gusto por la historia y por
acontecimientos épicos de la cultura anglosajona.
Madame Pompadur - vestido a la inglesa
Esta etapa ocupa un período muy amplio en la historia de la moda y por lo tanto abarca varios estilos
estéticos a veces difíciles de contextualizar.
Como hemos visto, el movimiento prerromántico arranca en pleno siglo XVIII y la estética de la época
no era otra que una transición del Barroco al Rococó, por lo tanto los modos en el vestir eran un tanto
recargados, dependiendo de los países y como no, de la clase social a la que se perteneciera.
Hay que distinguir siempre que la clase aristocrática, era la primera que seguía los dictámenes de la moda.
En esta época del movimiento prerromántico, destacaba sobremanera el estilo de la reina María Antonieta
y de su corte de Versalles, sentían pasión por la moda y sus ropas eran recargadas y de tejidos nobles:
terciopelo, seda, satén, encajes de Chantilli o de Bruselas...y los colores profusos y llamativos: rojos,
granates, azules eléctricos. Los peinados eran auténticas obras de arte a base de pelucas, tanto en los
hombres como las mujeres, estaban totalmente empolvadas. El peluquero de María Antonieta: Leonard,
ideó el llamado peinado Puf, que consistía en una alta peluca adornada con todo tipo de artificios: flores,
plumas, joyas, pájaros, hasta barcos a pequeña escala.
María Antonieta
Antes de la llegada de María Antonieta a Versalles, Madame Pompadour, favorita de Luis XV ya había
instaurado el llamado "Vestido a la Francesa" en torno a 1740 a base de grandes volantes, lazos y por
supuesto la amplia falda con la gran crinolina o jaula para aumentar el volumen, también llamado panier,
miriñaque o guardainfantes (termino español que empezó a utilizarse en torno al 1500 en el vestido de la
mujer para ocultar el embarazo). Durante la mayor parte del siglo XVIII las faldas llevaban un exagerado
miriñaque. Entorno a 1760 se comienza a utilizar el "Vestido a la Polonesa" algo mas corto y con la falda
abullonada por detrás, con un miriñaque más reducido, dejaba a a la vista parte de la enagua y los tobillos.
También comienza a utilizarse en torno a la década de los 70 del s. XVIII "El Vestido a la Inglesa" de estilo
más campestre y sencillo, constaba de dos piezas: bata y falda, de escote pronunciado se utilizaba un
pañuelo o estola para cubrir los hombros y el escote, se llamaba "pañuelo de modestia".
Estos trajes se complementaban con sombreritos de estilo campestre muchas veces de mimbre o paja.
Este estilismo es el utilizado por las heroínas de las novelas de las hermanas Brönte: Jane Eyre y Catherine
Earnshaw.
"El vestido a la inglesa" fue evolucionando a lo largo del siglo XIX e influenciado por la moda masculina,
el traje femenino se componía de chaqueta con amplias solapas y manga larga tomada del redingote, una
especie de capa-abrigo. Es este el estilismo de dos de las más famosas heroínas de la novela gótica de
vampiros más conocida: Mina Harker o Lucy Wenstera (Drácula de Bram Stoker, 1897).
Estilo imperio francés e ingles - Josefina Bonaparte
Pero antes de llegar a la evolución del vestido a la inglesa ya impregnado de la estética victoriana de colores
oscuros como el negro, marrón , rojo sangre, granate o colores tierra, la estética romántico gótica pasa por
más estadios como: "El Estilo Imperio" el típico de las heroínas de la novela más gótica de Jane Austen, la
Abadía de Northanger. En ella Isabella Thorpe y Catherine Morland visten etéreos vestidos campestres de
finas telas como la suave lana o la muselina con una costura debajo del pecho y con un diseño muy sencillo,
elegante y cómodo.
La primera que utilizó este tipo de vestidos fue la reina María Antonieta con el llamado "vestido camisa"que
complementaba con un echarpe o chal. Pero quién realmente puso de moda este estilo imperio fue Josefina
de Beauharnais, esposa de Napoleón. Ella lo refinó y le retiró el aire campestre, dotándolo de detalles
orientalizantes influenciados por la expedición napoleónica a Egipto.
A partir de aquí se pusieron de moda los turbantes de colores fuertes y profusamente adornados con
plumas; el turbante adornado con un plumero blanco se llamó "Sprit". Este estilo se desarrolló durante las
primeras décadas del s. XIX y propició lo que se dio en llamar "el mal de la muselina" definido por toda una
sucesión de muertes de mujeres a causa de bronquitis, pulmonías y demás enfermedades causadas por el
frío, al llevar este tipo de vestidos tan poco abrigados.
A partir de 1820 el estilo en el vestir viene marcado por el "Estilo Neomanierista" de 1820 a 1836, las
mangas de los vestidos se desarrollan exageradamente, es la época de los grandes sombreros que
evolucionan a las capotas románticas. Los peinados son altos con los llamados moños a la jirafa, se divide el
cabello en tres partes y se alzan los moños a la altura de cada sien y otro en lo alto.Las mangas de los trajes
se inspiran en el quincuechento, las damas copian los trajes de las grandes óperas de la época como
Lucrecia Borgia.
Condesa de Vilches - Eugenia de Montijo
"El Estilo Neorococó" de 1848 a 1862 es el utilizado por Eugenia de Montijo, la española que fue
emperatriz de Francia. Sus vestidos eran de pronunciados escotes, mangas cortas y desbocadas a la
chinesca y de nuevo el miriñaque o crinolina francesa se abulta bajo la falda hasta límites exagerados.
El cabello se adorna con flores, perlas, plumas e hilos de oro. De nuevo el exceso está de moda en
toda Europa. Francia marca la pauta en la moda europea.
Estilo goyesco
En España tenemos la peculiaridad del estilo goyesco que se desarrolla durante la segunda mitad del XVIII
gran parte de XIX. Después llega el estilo isabelino unido al romanticismo que abarca gran parte de siglo de
igual modo que ocurre en la Inglaterra Victoriana, el estilismo viene definido por las dos reinas: Isabel
II y la Reina Victoria.
BIBLIOGRAFIA
Abelán, José Luis: Historia Crítica del Pensamiento Español, Madrid, Espasa Calpe 1979
Alborg, Juan Luis: Historia de la Literatura Española: el Romanticismo. Madrid Gredos 1982 vol. IV
Mendizabal, F. de: Historia de la Literatura Inglesa, edit Miñón, Valladolid 2011
AAVV: Moda, Historia y Estilos, Dorling Kindersley 2013
Bardnard Robert: Breve Historia de la Literatura Inglesa, Alianza Editorial 2002
Seguimos con nuestras reinterpreaciones personales estilísticas del Gótico. Esta vez nos atrevemos con
un Gótico Blanco de carácter marcadamente invernal. En un paisaje boscoso se presenta un look
de colores tierra y blancos que contrastan con el verde oscuro y amarillento de la vegetación del
invierno Mediterráneo.
Para los fríos días de invierno mostramos un estilismo compuesto por un vestido de lana color beige de
Mango y una capa sin mangas de piel sintética. Completa el look una bufanda de lana en color blanco y unas
botas altas beige de Xti.
Fotografías- Nika Vintage- Verónica Pérez
Modelo: Ángela Pérez