Quería aclarar, ya sin el apremio impuesto por la voz interior que aplicaba pautas y pausas durante la publicación del post anterior, que la relación de Arsenio Cué con el espacio y el tiempo me parece paradójica y paradigmática. Velocidad, acelerar, ¿acelerar, para qué? acelerar para amar más en menos tiempo, acelerar para amar, aceleramar, hacer el amor, hacer, ser, amar, mar…
A Arsenio Cué le gusta viajar a toda velocidad en una órbita temporal, una espiral que tiene un extremo en la calle Zapata, al fondo, o al principio, pasa por el Malecón, y tiene su centro en la intersección de las calles 12 y 23, al alba. Saca el pie del acelerador, Arsenio, que vas a matar a alguien. ¿Matar a quién? Solo puedo matar al reposo, a la pereza de la tarde. Más gente ha matado el tiempo, y aún no la han acusado de genocida.
La curva de Moebius, por la que se desplaza Arsenio, parece vincular al Tiempo (velocidad y espacio) con el Amor y la Muerte. El baricentro de esta cinta atemporal es la intersección de las calles 12 y 23, un ícono de muerte en la cultura habanera, ya que contiene al número 8, y el 8 es, precisamente, el número de El muerto, en masculino, en el juego de la charada.
Fíjese que 12 + 23 = 35
Sumando los dígitos de 35, da 3 + 5 = 8
Pero además:
Sumando los dígitos de 12, da 1 + 2 = 3
Sumando los dígitos de 23, da 2 + 3 = 5
Otra vez, 3 + 5 = 8
Parece un final trágico para un viaje sin fin, pero pese a todo, incluso a pesar de Arsenio, el 8 tiene una interpretación diferente para la Cábala (la nombro en el sentido sofista y lúdico porque, después de todo, pienso jugar, como creo que sabe).
La letra Jet es la octava letra del alfabeto hebreo ─permítame seguir el ritual de ir desde la palabra al número, del número a sus reglas y de las reglas del número a la palabra─, significa Vida, Vida que vitaliza, y su forma representa el portal que vincula los dos mundos. El 8, según las reglas de interpretación mencionadas, significa la suma de 7 + 1: Hashem sobrevuela, roza, acaricia, reina en las siete esferas celestiales y en la Tierra.
Planteada la contradicción entre la lectura de los símbolos numéricos de la charada y la Cábala, ahora Cué-stiono: sé, sabemos, que Arsenio Cué era un tigre triste, tal vez trágico, sin embargo me Cué-sta creer, y quizás a usted también, que él buscase distorsionar el tiempo, solo para escapar de la pereza de la tarde. Tal vez, buscaba el portal de la letra Jet, y encontrar su espacio en el tiempo del no tiempo, en el infinito, el 8 horizontal, el reposo.