Art Game, el juego con el que expondrás en el MoMA

Dejando de lado la más que trillada discusión sobre si los videojuegos forman parte del panorama artístico o no, y con la única intención de motivar a los jugadores a ser creativos, Pippin Barr, desarrollador neozelandés, nos presenta Art Game, un juego de estética a lo Commodore 64 en el que hemos de escoger ponernos en la piel del pintor minimalista Cicero Sassoon, cuyos cuadros son el resultado de los caminos dejados por la dicharachera serpiente que campaba a sus anchas por nuestros primeros Nokias, de la escultora Alexandra Tetranov, que construye sus impactantes obras a base de tetraminos, o, en caso de poder compartir partida con algún amiguete, del dúo artístico William Edge y Susan Needle, que utilizan para perpetrar sus video-creaciones el añejo Spacewar!

Como detalle curioso, nuestras impresionantes obras solo se darán por concluidas cuando perdamos en el juego en cuestión, y, por ejemplo, apilemos las piezas de Tetris hasta llegar a la parte superior de la pantalla. Entonces podremos ponerle un nombre (yo he titulado las mías Manzana 1, 2, 3, 4 y 5 en honor a Yoko Ono) y llamar a nuestro marchante, que se encargará de, o bien seleccionar nuestra artística creación mientras nos dedica los más maravillosos de los halagos o de recomendarnos que nos dediquemos a otra cosa con la mayor de las frialdades. Y una vez “producido” un número importante de obras, llegará nuestro gran momento: ¡exponer en el MoMA! Como el mismo Pippin explica en la introducción al juego, puedes llegar a ser el más grande de los artistas o fracasar estrepitosamente. Como la vida misma, vaya…

Pero este no es el primer juego relacionado con el mundo del arte que desarrolla Mr. Barr: hace un par de años sorprendió con The Artist is Present, basado en la homónima performance realizada por Marina Abramović en 2010 en el MoMA de Nueva York, en la que la artista serbia aguantaba estoicamente sentada hora tras hora (ocho diarias que hicieron un total de 716 a lo largo de dos meses y medio) bajo la atenta mirada de todos aquellos visitantes que la observaban frente a frente en el más profundo de los silencios. El juego traslada la impactante performance al ámbito digital, permitiendo recrear de forma virtual la experiencia y reproduciendo de forma real factores como la espera y los horarios del MoMA (solo podremos acceder a la sala cuando el museo esté abierto). Tan sobrecogedor como la obra en sí.

No dejéis de pasaros por su web,  donde os encontraréis con un buen puñado de imaginativos y descacharrantes juegos con los que pasar el rato como Pongs, una recopilación de ¡36! versiones diferentes en las que al clásico de Atari se le añaden elementos tan dispares como tetraminos o lásers, Let’s Play: Ancient Greek Punishment en el que hay que enfrentarse a los terribles castigos que los dioses griegos imponían a los que les contrariaban o Let There Be Smite!, en el que nuestro cometido como Dios todopoderoso será castigar o perdonar a los impíos y blasfemos que infrinjan los divinos mandamientos (y en caso de agobio, mandarles un diluvio). No hace falta decir que servidora ha acabado con la humanidad unas veinte veces ya…

Vía Laughing Squid.

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