Dos siluetas en la oscuridad, fotograma de la película Agente especial (The Big Combo) (1955)
El Arte manifiesta dos concepciones muy distintas de comunicación de las cuales se nutre para llevar a cabo un diálogo que pretende ser interactivo en todas las piezas que crea.
Las disciplinas artísticas se ejecutan sobre dos lienzos, uno busca comunicar emociones, historias, sensaciones y reflexiones emitiendo mensajes y contenidos en un formato que no requiere, en su exposición, de un diálogo interactivo inmediato y un formato que tiene su máxima expresión en un espacio escénico que tanto si es expuesto en un teatro a la italiana o si rompe la cuarta pared que separa la escena de la platea, se nutre y enriquece, de forma constante, con un diálogo emocional o conceptual que convierte toda la pieza en una experiencia irrepetible que, sin embargo, es repetida, en lo formal, sin romper ni uno solo de los elementos que la conforman cada vez que es representada.
Un concepto de comunicación unidimensional, en las Artes, provee de piezas de increíble valor documental y nutren la experiencia del interlocutor en base a una reflexión interna, de la que el artista pretende un cambio radical de acción, emociones y pensamientos pero evita la comunicación interactiva, a tiempo real, que las artes escénicas ofrecen. Estos conceptos artísticos se desarrollan en un estudio pormenorizado y de una calidad extrema que investiga a base de prueba error o éxito las condiciones y elementos necesarios para lograr implantar una huella indeleble en aquel que está recibiendo el mensaje que es emitido. Todo lo que ocurre sin que el artista pueda sentir o percibir lo que tu sientes, pertenece al ámbito de las artes que profundizan en crear una comunicación unidimensional perfecta y sus conceptos básicos, parten de la base de contar hasta convencer, sin la participación directa y a tiempo real del que ha ejecutado la pieza.
Sus máximos logros son educativos y se basan en conseguir la dirección de una comunicación de tu premisa. Son verdaderamente arrolladoras para transmitir mensaje de alto impacto, transmitir contenidos y lograr modificaciones en la acción, trasmitir belleza y denunciar la fealdad y dominar con tu discurso una audiencia que tarde o temprano, modificará en mensaje, quieras tú o no quieras.
Las Artes escénicas, por el contrario, viven única y exclusivamente dirigidas a crear diálogos y comunicación bidimensional aun cuando esta comunicación pueda ser obstaculizada con la exposición en espacios a la italiana que ofrecen la posibilidad de dar más énfasis al mensaje y a los contenidos que se van a transmitir, pero aún en esas condiciones de lejanía, el hombre o mujer que ejecuta la acción y todo el equipo de trabajo que sostiene esa pieza, son capaces de percibir el sentir, pensar y la reacción del público que asiste y no pueden, sustraerse a la oportunidad de diálogo que, a tiempo real, se sucede durante el tiempo que dura la representación que modifica sin cesar esa partitura escénica ensayada y ejecutada con una precisión milimétrica que nunca cambiará pero que toma vida propia y única para cada uno de los interlocutores que la experimentan.
Sus máximos logros son de enriquecimiento de la relación y consiguen un baile eterno entre el contenido y el mensaje del autor, la partitura escénica a disposición del objetivo del equipo de trabajo que se mueve en la escena y la diferencia palpable de cada uno que asiste al espectáculo.
Si el objetivo que hace establecer como prioritaria la creación de un dpto de Branding se basa en la necesidad de crear una relación que gane confianza hasta obtener fidelidad y compromiso y para ello, asume que no solo vale con el discurso corporativo repetido, el valor del ejemplo y pruebas que ofrece el Arte dan las pistas más sólidas de por donde han de acometerse las construcciones y las estrategias básicas de comunicación más eficaces en función de conseguir los objetivos designados.