Esta es una primera versión de un módulo lunar acercándose a la luna. Antes de tener el guión por completo en mis manos quería ir probando cosas. Nunca había dibujado un paisaje lunar, por ejemplo, y me imaginaba escenas como estas en la que la los astronautas se acercan a la Luna en órbita. Al final, ese diseño de módulo lunar fue descartado.
Sergio Galisteo Baena (C) 2016
En esta imagen podéis ver el diseño que hice para el interior del puente de mando. Mis ideas fundamentales eran que debía ser un espacio claustrofóbico, pequeño (pero no demasiado, no debe ser un estorbo para componer luego viñetas con varios personajes) y práctico. Esto quiere decir que aunque el mundo sea steampunk y, por tanto, las florituras y adornillos tienen que estar presentes, no todo podía ser un batiburrillo de ornamentos y ruedecillas que no van a ningún lado. Por "lógica" un cohete impulsado por vapor y electricidad y algo radiactivo por ahí suelto, debe ser lo más ligero posible, así que los pasamanos barrocos sobran. Siguiendo ese camino, también pensé que un cohete de 1900 debía parecer futurista a ojos de la gente de aquella época, no valía una bala en un cañón y que Don Julio Verne me perdone. Así que siguiendo ese camino, acabé viendo fotos de antiguos submarinos, arriesgándome a tontear muy de cerca con el Dieselpunk, que también mola, pero no era la idea. De ahí que haya adornos floridos en el frontal, una bola del mundo pequeña, un reloj analógico, forja para la ventana, y carias cosillas por el estilo bien integradas y que se pueden pasar por alto fácilmente.
Sergio Galisteo (C) 2016
Esto es un vampiro. Sí, salen vampiros en el cómic, lo hemos dicho en alguna ocasión así que a nadie le sorprenda. Lo llamamos vampiro por que está muerto, tiene colmillos, chupa sangre y no brilla a la luz del sol. Me gustaba mucho esa peluca francesa, pero al final decidí que no tenía mucho sentido que dadas las circunstancias en las que aparece, la mantuviera tantos siglos. Por cierto, esa capa está sacada de un catálogo de ropa de la época victoriana, así que ya sabemos que el clásico cuello de la capa de Drácula no es ninguna invención del cine.
Sergio Galisteo (C)2016
Este personaje está inspirado en el Conde Alessandro di Cagliostro, sujeto del que yo no tenía ni puñetera idea de su existencia hasta que leí el guión un par de veces. Por eso, de primeras hice unos bocetos que no tenían nada que ver con el personaje real. Yo lo imagine como un aventurero del siglo XVIII, su ropa debía ser practica para internarse en bosques fríos, de ahí su capa con cuello de borreguito y el sombrero de trampero. Aún así, debía tener algo que le identificase como noble, por eso incluí el puñal labrado y la bisutería.
Sergio Galisteo (C)2016
Sergio Galisteo (C)2016
Y este es uno de los primeros diseños para el traje de astronauta, inspirado por supuesto en los antiguos trajes de buzo. La idea es que debía ser pesado para vencer la falta de gravedad de la Luna, por eso le añadí esa especie de suela con puntera metálica en las botas, además de esas pesas circulares. En el diseño definitivo cambié algunas cosas pero no muchas; la principal fue la escafandra. A mí me gustaba mucho esta que veis, pero conforme iba leyendo el guión, me daba cuenta que había muchos primeros planos en los que la expresión de las caras o la dirección de sus miradas eran muy importantes, así que avancé un poco en el tiempo y le hice una esférica, inspirada claramente en las clásicas peceras de cristal. También mantuve una especie de filtro de de agua que depura el CO2 que exhala el astronauta y lo convierte de nuevo en O2, lo que meda una excusa perfecta para que el traje suelte vaporcilllos.
Sergio Galisteo (C)2016
Sergio Galisteo (C)2016
Recordad que el cómic estará muy, muy pronto en tienda física, pero que ya podéis apartarlo en la tienda online de http://rocketman-project.es/ con un print A5 exclusivo de regalo que incluye un microrelato que Rafael Verdejo ha escrito especialmente para la ocasión. ¡No perdáis la oportunidad y hasta la próxima!
#LaCaraOcultaDeLaLuna