¿Alguna vez te has preguntado por qué leer? ¿Y para qué?. Sigue leyendo porque leer es algo mágico.
Leemos, y no está mal decirlo de una vez desde que tenemos memoria. Leemos porque nos resulta mejor que no hacerlo. Leemos porque no podemos no leer. Leemos por hábito aquello que nos obligan leer. Pero aquello que tomamos por nuestra propia cuenta, lo leemos porque cada buena lectura nos da motivos más fuertes para seguir haciéndolo. Dicen que leer es una aventura, que es algo mágico, y que nadie deberia perderse dicha experiencia. Pero… ¿cómo empezamos a leer?
Hay que recordar en primer lugar el papel de la escuela, de la educación primaria. En ella nos muestran las bases para adquirir la lectura. Intentan atraer nuestra atención por medio de libros de tela, "blanditos" para que los niños puedan estrujarlos; por medio de libros bellísimamente ilustrados y sin letras o con palabras gigantescas, con colores; libros que describen el mundo real o van construyendo uno imaginario. Desafortunadamente, la literatura que triunfa actualmente es fácil de leer y poco fatigosa, ya que la gente lee para matar el rato, y más que libros, se inclina por periódicos y revistas.
Y es triste pensar que todavía queda gente que sigue creyendo que existen infinidad de actividades más excitantes que la lectura.
Pero mantengo la ilusión, de que una pequeña parte del mundo siga creyendo en la magia de los libros, que crea que la lectura es lugar de encuentro, de coincidencia, algo que nos revela el relámpago del significado, la noche abierta del sentido, que nos ayuda a entrar en uno mismo a través del seguimiento de una serie de palabras que poco a poco van cobrando sentido. A través de la lectura de esas palabras, de los gestos, de la incomodidad ante cierta mirada, de un recuerdo, de una imagen entrañable…de aquella frase que todavía insiste en desenchufarnos del mundo como por arte de magia.
Los libros no deben llegar a los niños sino que son los niños los que tienen que llegar a los libros. Por curiosidad, por placer, por interés especial…porque sí. Porque todos en esta vida hemos sentido alguna vez que éramos como príncipes, o princesas encerradas en lo alto de un castillo.
La lectura es la llave mágica de ese castillo, y por tanto, del conocimiento. USÉMOSLA.
Escrito circulatorio por la blogosfera bajo diferentes títulos.
Filóloga Bibliófila