En momentos como el de ahora, que cada vez se me hace más complicado compaginar la página con mi incipiente vida empresarial, en la que todo son pagos y problemas varios, echo de menos encontrar esos momentos para hablar y compartir tus pensamientos sobre la música que te hacen llegar con tanto cariño y disfrutar haciéndolo, centrándote solamente en eso. Pero vaya, es bastante difícil buscar esa referencia a la que te transporta un disco cualquiera cuando tienes pendiente de pagar el trimestre o el recibo de la luz te deja temblando. Realmente he empezado este escrito, no para hacer de abuelo cebolleta, más bien al contrario. Prefiero defender cualquier movimiento sonoro, venga del lugar que venga, incluso del mainstream (con lo que yo he sido).
Oigo mucha crítica caduca a la música que escuchan mayoritariamente lxs jovenes, demasiadas veces basado en un gusto personal, y sobre todo, ese punto de superioridad moral que se va acumulando por desgracia con la edad. Cosa que no sirve para la más mínimo, en mi pequeña y humilde opinión. Y es que creo que aunque se ha perdido ese punto místico de paladear cada tema de un disco (o cd, vaya), de disfrutar del arte de su portada e interior, se ha ganado en la democratización de todxs lxs artistas con algo que decir y aportar a poder llegar, sea donde sea ese lugar.
Ni todo el “indie” es bueno, ni toda la música urbana es mala (ni todo el mainstream es insufrible, pero casi), ni todo lo contrario. Cada unx que disfrute de la música que le guste, sea del estilo que sea. Por nuestra parte, intentaremos seguir otros 13 años intentando aportar nuestro granito de arena en mover dentro de nuestras posibilidades y de la forma qué buenamente se pueda, las propuestas de bandas y artistas considerados minoritarios y que son para nosotros la salsa de la vida. Gracias por vuestra paciencia, telúricxs.
* La foto que acompaña este escrito es de 2008, que es cuando empezamos con la página.