Nuestra sección “Artista del mes” está dedicada en esta ocasión a Aurelio Viribay, pianista bilbaíno profundamente involucrado en la canción española, especialmente en la música representada por el Grupo de los Ocho.
El Grupo de los Ocho está formado por un conjunto de compositores españoles de principios del siglo XX que se asocia a la Generación del 27. Unidos por su afán de luchar contra el conservadurismo en la música, representaban la música moderna del momento y querían continuar la labor de renovación impulsada por Manuel de Falla.
La tesis doctoral de Aurelio Viribay, «La Canción de Concierto en el Grupo de los Ocho de Madrid» (Universidad Rey Juan Carlos, 2011), versaba precisamente sobre este grupo de músicos en el que es experto. Su repertorio preferido gira en torno a la música vocal de cámara de los siglos XIX y XX, tanto española como francesa y alemana.
En su faceta docente, ha ejercido como profesor de Repertorio Vocal en la Universidad de Música y Arte Dramático de Viena y en la Universidad de Música y Artes de la Ciudad de Viena. También ha sido pianista acompañante en numerosos cursos, como los impartidos por Thomas Quasthoff en la Universidad Mozarteum de Salzburgo o los de Teresa Berganza en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid. Actualmente, es catedrático en la Escuela Superior de Canto de Madrid.
Como acompañante al piano, ha participado en recitales junto a una interminable lista de cantantes. Walter Berry, María Bayo, Ainhoa Arteta, Annalisa Stroppa, Celso Albelo, Alicia Nafé, Saioa Hernández, Ángeles Blancas, Ofelia Sala, Ruth Rosique, Ana María Sánchez, Ruth Iniesta, Elena Sancho Pereg, Raquel Lojendio, Mercedes Arcuri, Lola Casariego, Ana Nebot, María Rey-Joly, Sandra Ferrández, María Espada, Arantza Ezenarro, Cristina Toledo, Sonia de Munck, Marta Knörr, Susana Cordón, Mar Morán, Soledad Vidal, Isaac Galán, David Alegret, Pablo García-López, David Menéndez, Alejandro Roy, Rodrigo Esteves, Eduardo Aladrén, Javier Franco, Alejandro del Cerro, Gabriel Alonso, José Manuel Montero, Carmen Solís y Naroa Intxausti son solo algunos de los nombres del panorama musical con los que ha colaborado.
Ha actuado en las principales salas de concierto y festivales españoles y europeos, como el Musikverein y el Konzerthaus de Viena, Castello Sforzesco de Milán, Accademia Musicale Chigiana de Siena o el Teatro Real de Madrid. Sus actuaciones también se han podido disfrutar en países como México, Marruecos y Japón.
Su discografía comprende grabaciones para sellos tan prestigiosos como Columna Música, Odradek Records o Stradivarius. Dos de sus trabajos son los discos “Canciones del Grupo de Madrid” y “Compositoras españolas del siglo XX”, ambos junto a la mezzosoprano Marta Knörr. Además, ha grabado junto a Lola Casariego, Mar Morán, Pablo García-López, Gabriel Alonso, Guzmán Hernando y con el Cuarteto Vocal Cavatina.
NUESTRA ENTREVISTA CON AURELIO VIRIBAY
Durante nuestra entrevista con Aurelio Viribay quisimos conocer un poco más acerca de su faceta como pianista.
- ¿Cuál es tu nombre completo?
Aurelio Viribay, que es también mi nombre artístico. Mi segundo apellido es Salazar.
- ¿A qué edad empezaste a tocar el piano? ¿Fue decisión tuya?
Empecé a tocar el piano a los once años, lo que me parece una edad algo tardía. Fue una decisión de mis padres, que nunca podré agradecer lo suficiente.
- ¿Cuál fue tu primer piano? ¿Lo sigues teniendo?
Mi primer piano fue un Schimmel vertical, al que siempre tuve mucho cariño, pero que vendí al comprar mi primer piano de cola.
- ¿Cuál ha sido el momento profesional más emocionante de tu vida?
El ejercicio de la profesión de músico está felizmente repleto de emociones y para mí cada concierto que hago y cada cantante al que acompaño son, en ese momento, los más importantes y los más emocionantes.
- ¿Y el más complicado o frustrante?
Los momentos más complicados para mí siempre tienen que ver con la toma de decisiones profesionales que impliquen optar por dos caminos u opciones incompatibles. Tener que elegir me produce muchas veces un conflicto casi irresoluble y en esta profesión es inevitable tener que tomar decisiones.
- ¿Quién ha sido tu fuente de inspiración?
Mi esposa, la cantante Marta Knörr, ha estado siempre a mi lado apoyándome, motivándome e insuflándome la confianza que en muchas ocasiones me ha faltado. Paradójicamente, ella ha creído siempre en mí más que yo mismo.
Por otro lado, el pianista Dalton Baldwin, mi maestro, supo ponerme en contacto con capacidades mías en estado latente, que yo mismo desconocía, y con el lado inefable de la música. Me parece un maravilloso misterio la capacidad que tienen ciertas personas de ayudarnos a encontrar y a conectar con facetas de nuestro interior a las que nosotros, por iniciativa propia, quizás nunca habríamos llegado.
- Si pudieras ser otra persona por un día, ¿quién te gustaría ser?
Me gustaría ser yo mismo, pero con bastantes años menos y con la experiencia y conocimientos que tengo ahora.
- ¿Tienes alguna manía antes de salir al escenario?
Más que manía, practico una rutina consistente en estiramientos, respiraciones profundas y la búsqueda de la concentración máxima en el momento que voy a vivir, consciente de que es único e irrepetible.
- ¿Qué querías ser de pequeño?
Siempre quise ser músico. Cuando escuchaba discos de los grandes pianistas interpretando el gran repertorio pianístico soñaba con convertirme en concertista.
- Si no hubieras sido pianista, ¿qué te hubiera gustado ser?
Como no concibo la práctica de una profesión que no sea vocacional y relacionada con la expresión artística, de alguna manera tendría que ser una profesión lo más cercana posible al hecho artístico en cualquiera de sus formas.
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