Nuestra sección “Artista del mes” está dedicada en esta ocasión a Laura Andrés, pianista y compositora catalana a la que nos hemos querido acercar para conocer más detalles sobre su último trabajo discográfico.
Graduada en Piano por el Conservatorio Superior de Música de Barcelona, sus primeros pasos profesionales estuvieron orientados hacia la pedagogía de la música y del piano.
Completó su formación con el Tercer Ciclo de Piano y Música de Cámara (Escuela Normal de Música Alfred Cortot, París), la Maestría en Pedagogía Dalcroze HES-SO (High School of Music, Ginebra) y el Diploma Superior en Rítmica Jaques Dalcroze (Institut Jaques-Dalcroze, Ginebra).
Después de trabajar durante años como profesora en varios países, en 2016 Laura decidió dar un giro radical a su vida y se trasladó a vivir a Barcelona.
DE LA ESCUELA A LA ESCENA
Una vez en la ciudad condal, trabajó con grandes compañías de teatro, como La Cubana y Dagoll Dagom, y fue pianista para bailarines y actores en el Institut del Teatre de Barcelona.
Su rostro seguramente será familiar para muchos por su participación como profesora en las tres últimas ediciones del programa televisivo Operación Triunfo.
Además de actuar como pianista y teclista en las giras del programa, Laura grabó y arregló una canción del disco «El Dorado» para la cantante Shakira. Con motivo de esta colaboración, la acompañó en las presentaciones oficiales en Miami y Barcelona.
Laura Andrés también colabora con la cantante Beth, junto a quien ha preparado un disco de canciones de mujeres llamado “Natural Women, canciones de mujeres para todas las personas”. Además, es pianista de tributos para Candlelight Sessions, donde ejecuta piezas de autores clásicos y modernos, como Yann Tiersen, Ludovico Einaudi o Coldplay, con arreglos realizados por ella misma.
SU FACETA COMO COMPOSITORA
En 2021, Laura Andrés publicó su primer trabajo discográfico, #blanc, con el que obtuvo el Premio Enderrock 2022 al mejor disco de música clásica y contemporánea.
Otros reconocimientos a su carrera son el Premio de Movimiento Rítmico y Corporal (IJD, 2014), Premio a las Habilidades Docentes 2014 del Institut Jaques-Dalcroze, Premio de Investigación/Informe de Maestría 2014 (Fundación Marguerite Croptier-Lange) y el Premio de Improvisación Émile Jaques-Dalcroze 2013 (Fondation Émile).
Las canciones de #blanc han sonado en campañas publicitarias y en el documental “Messi10”, emitido por TV3. Este éxito la llevó a actuar en numerosos festivales y conciertos, lo que no le ha impedido componer su segundo trabajo discográfico, Kintsugi, que verá la luz en noviembre de 2022.
Kintsugi es el arte japonés que consiste en reconstruir las piezas de cerámica rotas con una pasta de resina y oro o plata. En vez de intentar disimular las grietas, se les aporta valor haciéndolas visibles.
Este nombre no ha sido elegido al azar para el disco de Laura. El título pretende ser una metáfora sobre la importancia de no ocultar nuestras heridas del pasado. Mostrarnos imperfectos nos hace mejores personas en todos los aspectos de nuestra vida.
Entre las piezas que podremos escuchar en el álbum Kintsugi, destacan “Resurgence”, dedicado a las mujeres de la historia, “Open Arms”, un tema solidario, y “Butterflies”, sobre la capacidad de ilusionarnos.
NUESTRA ENTREVISTA CON LAURA ANDRÉS
A continuación, podéis leer la entrevista con Laura Andrés y descubrir más detalles sobre su vinculación con el mundo del piano.
- ¿Cuál es tu nombre completo?
Laura Andrés Castells
- ¿A qué edad empezaste a tocar el piano? ¿Fue decisión tuya?
Empecé música a los cuatro y piano a los seis en una escuela de barrio. Yo cantaba y bailaba y mis padres me ayudaron llevándome a la escuela de música.
- ¿Cuál fue tu primer piano? ¿Lo sigues teniendo?
Mi primer piano era de mi profesora y estaba afinado en LA. Yo siempre decía que sonaba bajo, porque tengo oído absoluto, y para mí era un cortocircuito ir a clase y tocar en otro tono. El piano era tan viejo que no se podía poner la afinación en su sitio. Tenía el fa#4 que no bajaba…
No, no lo tengo ya. Después tuve un Yamaha de caja pequeña que me compraron mis padres con mucho esfuerzo, pero yo creo que tendría ya 11 o 12 años.
- ¿Cuál ha sido el momento profesional más emocionante de tu vida?
Tengo la suerte de haber vivido muchos y me es imposible escoger uno. El día que Shakira me llamó para grabar una canción con ella, el día que toqué en el Wanda Metropolitano, el día que presenté mi disco #blanc en público, un proyecto propio por primera vez…
- ¿Y el más complicado o frustrante?
Los estudios de piano son frustrantes. O lo eran en mi época.
Nos educan con el “no, así no”. Y eso pasa factura. Creo que todos y todas tenemos historias terribles de conservatorio o conocemos a gente que lo ha dejado hastiada. ¡Yo tenía casi pánico escénico! Fue dejar el conservatorio y se me pasó todo.
Por suerte, cada vez hay más profesores vocacionales y menos frustrados. El mundo avanza rápido. Hay que ponerse las pilas, escuchar a los alumnos y enseñar desde el cerebro del que aprende, no del que enseña. Perdón, que me pongo un poco beligerante, eh… Pero es algo que me preocupa mucho porque la música es el lenguaje del alma y debería ser patrimonio de todos los seres humanos.
Y, luego, que la música en este país no está para nada valorada. Cualquier profesor de escuela de música privada que lleva más de 20 años formándose cobra menos que un trabajador sin formación alguna. Estamos en el país equivocado en ese sentido. O nos falta mucha educación.
- ¿Quién ha sido tu fuente de inspiración?
Sin duda, la vida, las vidas, las personas humanas. Mi música viene de la aventura de estar viva. Si queréis escucharme, mi álbum se llama #blanc. Está en todas las plataformas y, si queréis el formato físico, en mi web laurandres.com tengo las partituras editadas y el cd.
El siguiente disco saldrá este otoño/invierno. No tengo la fecha muy clara porque tengo muchos compromisos.
- Si pudieras ser otra persona por un día, ¿quién te gustaría ser?
Alicia Keys. Una mujer, compositora, pianista, cantante, natural, talentosa y potente.
- ¿Tienes alguna manía antes de salir al escenario?
Antes tenía más. Ahora, básicamente, conectar con el cuerpo: respirar a toda velocidad como para oxigenar, mover el cuerpo… No sé, saltar, hacer una “plancha”… Si toco acompañada, abrazarnos, darnos las manos, mirarnos a los ojos. Conectar.
- ¿Qué querías ser de pequeña?
He querido ser de todo: peluquera, cocinera, granjera, rica (¡como si fuera una profesión! Ja, ja, ja), bailarina, cantante… Nunca me planteé ser profesora de música y menos dejarlo todo para ser pianista y compositora.
- Si no hubieras sido pianista y compositora, ¿qué te hubiera gustado ser?
Periodista. Se puede cambiar el mundo con la palabra, la dialéctica, que es la única guerra que entiendo. Soy amante de la palabra, de la lectura, de la radio…