En esta ocasión, nuestra sección “Artista del mes” está dedicada a Mihaela Duma, pianista y profesora de piano que se ha convertido en una de las figuras más representativas de la comunidad rumana en España.
Se dio a conocer para el gran público en 2018, tras llegar hasta la semifinal del concurso televisivo Romania’s Got Talent. Desde entonces, ha sumado numerosas colaboraciones con programas televisivos e institucionales.
Junto a Hinves participó tocando un Steinway en la presentación del champán Rich by Veuve Clicquot, en el Fortuny Home Club de Madrid y en la entrega de Premios Vogue Joyas, en el Palacio Santoña.

UNA TRAYECTORIA LIGADA A SUS RAÍCES
Con poco más de 20 años obtuvo la Diplomatura en Educación Musical en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Ese mismo año, consiguió una plaza en la Escuela Superior de Música del País Vasco (Musikene), donde terminó la carrera en 2014 con Miguel Ituarte como tutor.
Un año más tarde ingresó, esta vez domo docente, en la Escuela Municipal de Música y Danza de Alcobendas (Madrid), donde imparte clases con un enfoque personal. También colabora con la Casa de la Mujer de Alcobendas para fomentar la inclusión de la mujer a través de la educación musical.
En 2018, fue admitida en el Máster en Interpretación Solista en el Centro Superior Katarina Gurska (Madrid), destinado a pianistas concertistas de alto nivel, donde destacó con el reconocimiento de Matrícula de Honor y premios en concursos de piano.
Desde su paso por Romania’s Got Talent, ha colaborado con el Instituto Cultural Rumano de Madrid en diversos actos. Fue invitada por Luis Ángel de Benito (RNE) para ofrecer la charla “Rumanía, países al margen” en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Asimismo, la investigadora Silvia Marcu (CSIC) le concedió una entrevista para hablar sobre su proyecto acerca los europeos del Este en España.
MÚSICA CLÁSICA, COMPOSITORES CONTEMPOÁNEOS Y…AJEDREZ
Como solista de cámara, ha actuado con los violinistas Javier Carbone e Inma Almendros. Ha participado en el Ciclo de Jóvenes Intérpretes de la Comunidad de Madrid junto al violinista Javier Carbone, en el Proyecto Iberian, dirigido por el pianista Tito García González, así como en el Festival de Cine de Segovia (MUCES).
Ha estrenado obras de compositores contemporáneos en ciudades españolas, como Santiago de Compostela, Sevilla, Bilbao, Cuenca, Palma de Mallorca, Barcelona o Madrid, así como en París, Londres y Bucarest. Incluso, compositores como Michael Sayer, Yerko Ivanovic y Jordi Sabatés le han dedicado parte de sus obras.
Por sus altas capacidades, Mihaela Duma es socia de la Asociación Española de Superdotación y Talento (AEST).
Esta característica le ha permitido destacar como jugadora en el Club de Ajedrez de Alcobendas (Madrid), donde también obtuvo el título de Profesora de Ajedrez Base por la FEDA (Federación Española de Ajedrez) en 2019.
Desde entonces, participa en programas de desarrollo en torno a las relaciones entre la música y el ajedrez.
NUESTRA ENTREVISTA CON MIHAELA DUMA
Durante nuestra entrevista con Mihaela Duma pudimos conocer algunos momentos de su infancia y de su trayectoria como pianista. Esperamos que os guste.
- ¿Cuál es tu nombre completo?
Mihaela Duma Popa
- ¿A qué edad empezaste a tocar el piano? ¿Fue decisión tuya?
Empecé a tocar el piano a los siete años, pero tengo recuerdos de haber explorado el piano años atrás, improvisando en casa. ¡Fue decisión mía! Me fascinaba el mundo sonoro.
- ¿Cuál fue tu primer piano? ¿Lo sigues teniendo?
Mi primer piano fue uno vertical de principios del siglo XX, con teclas de marfil. Lo teníamos en el salón de casa y mi padre lo acabó vendiendo para comprar otro en mejor estado.
- ¿Cuál ha sido el momento profesional más emocionante de tu vida?
He tenido algunos cargados de buena energía. Sinceramente, creo que no he tenido una larga carrera y que el más emocionante ¡está por llegar!
Siendo estudiante, los recitales del Teatro Ateneo de Madrid y la acogida del público. Otro muy bonito fue en el Festival de Cineuropa 32. Yo improvisaba y, en un momento dado, quise transmitir desde el piano la parte cómica de una escena. Desde las butacas, ¡escuchaba a la gente riéndose!
Hoy por hoy, atravieso una etapa emocionante como profesora en la Escuela Municipal de Música y Danza de Alcobendas. Me ha abierto y enriquecido con otra forma de enseñar y disfrutar de la música, a través del canto, la improvisación y la música popular urbana. Me siento realmente afortunada por tener la experiencia de estar en este centro, al lado de un equipo de compañeros y artistas fantásticos.
- ¿Y el más complicado o frustrante?
En 2015, recibí un diagnóstico desafortunado de salud. Desde entonces, me he replanteado, uno por uno, todos los aspectos de mi vida.
Fue una etapa muy complicada. Una de las preguntas a las que me enfrenté fue la de qué hacer si perdiese la capacidad del habla, de la movilidad y, por consiguiente, de poder tocar el piano.
- ¿Quién ha sido tu fuente de inspiración?
Durante años, mi profesor de piano, Miguel Ituarte. Es una personalidad con una capacidad intelectual y entrega sobrehumanas, un referente para los pianistas.
Del clásico, me han inspirado pianistas como Grigory Cziffra, Clara Haskil, Maria João Pires, Mihaela Ursuleasa, Radu Lupu, Friedrich Gulda. ¡Y otros! La espiritualidad de Cristina Bruno, las improvisaciones de Gabriela Montero o la impresionante Yuja Wang.
Sobre todo, admiro y me inspiran las personas y los artistas que contribuyen a tener un mundo mejor el día de mañana.
- Si pudieras ser otra persona por un día, ¿quién te gustaría ser?
¡Berto Romero! Y que ese día caiga, por favor, en uno de los que haya que grabar el programa “Nadie sabe nada”, con Buenafuente. ¡Hacen un equipo increíble!
- ¿Tienes alguna manía antes de salir al escenario?
No tengo ninguna, pero sí que tengo una rutina: me gusta estar sola, en silencio, meditando. Suelo comer algo de chocolate con almendras y practico la visualización.
- ¿Qué querías ser de pequeña?
Yo soñaba con muchas cosas, entre otras, ser profesora de piano. Quería ayudar a los niños y niñas a ser felices en las clases de piano.
Yo viví mi infancia en los años noventa en Rumanía. Ahí, tras el comunismo, había un panorama desolador, sin el acceso a las tecnologías que había aquí o, incluso, el servicio de las bibliotecas municipales.
Para una niña como yo, era viajar por el mundo, hablar distintos idiomas, explorar, ser lectora oficial, pero, sobre todo, dirigir y mandar a los demás. De hecho, en casa decían muchas veces: ¡ya viene la directora!
- Si no hubieras sido pianista, ¿qué te hubiera gustado ser?
A día de hoy, no imagino dedicarme a otra profesión que no sea esta o realizar proyectos transversales desde la disciplina artística. Es cierto que me ha atraído mucho el tema de la salud en general y la medicina y la neurología, en particular.
