Artistas jóvenes y famosos: El camino del escándalo

Cada cierto tiempo se adueña de la palestra y la atención mundial una nueva camada de diversos artistas jóvenes que logran adquirir a paso veloz y muy precoz una fama exagerada. Actrices, modelos, cantantes y ahora mal llamadas socialités se apoderan a pasos acelerados de medios de comunicación y redes sociales.

En un abrir y cerrar de ojos quien ayer era desconocido, hoy es trending toppic o it girl. De golpe les ha llegado la fama a una edad en que las preocupaciones de una persona promedio no deberían sobrepasar de calificaciones escolares o el primer amor.

Artistas jovenes, siempre dando de qué hablar

Aunque los medios de comunicación han evolucionado e influido en la rapidez de este fenómeno, el oráculo sigue prediciendo acertadamente un camino inestable y problemático a los artistas jóvenes: la fama a una temprana edad es difícil de manejar.

Esto no es nada nuevo. Década tras década han surgido artistas jovenes que han dado mucho de qué hablar no sólo por su talento, sino por los caminos oscuros que han recorrido con una fama a cuestas: Natalie Wood, Tatum O´neil, Drew Barrymore y Macaulay Culkin son alguno de los nombres que artistas jóvenes que conocieron muy temprano la fama y los problemas.

Más recientemente, en la última década Paris Hilton, Justin Bieber, Lindsay Lohan, Amanda Bynes y muchas otras artistas jóvenes han protagonizado titulares con sus escándalos, excesivas fiestas e incontrolables adicciones. Otras, como Mary-Kate Olsen y Demi Lovato han sufrido de desordenes alimenticios y entrado en programas en centros de anorexia para poder recuperarse.

Los problemas son muchos y variados, siendo cada caso distinto en sus causas y en cómo se han enfrentado. Lo cierto es que mucho ha tenido que ver la fama y el éxito a tan tempranas edades. Y no es, para nada, que ser famoso sea malo. El problema está en cómo se maneje y se enfrente el mundo de posibilidades y excesos que la misma abre como por arte de magia.

Medios de comunicación, parte del problema

El fenómeno empeora en la actualidad, cuando la vida privada es cada vez más pública y que, mientras en el pasado la mayoría de los escándalos podían manejarse con cierta discreción, hoy se hace despliegue de los excesos como si estos fueran algo positivo.

Las ventanas que abren las redes sociales a artistas jovenes, sumado a la inmediatez del periodismo digital y la posibilidad que cualquier mortal tiene para retratar o grabar momentos escandalosos con su celular imposibilita la discreción de los excesos y los convierte en un estilo de vida que quiere ser imitado por seguidores y fans.

Éste es entonces un peligro latente para jóvenes que a diario reciben mensajes erróneos, en donde la diferenciación del bien y el mal no siempre está del todo clara: por ejemplo, para el público más joven las drogas pueden ser “cool” si sus ídolos las consumen y la belleza está en ser excesivamente delgada, aunque haya que dejar de comer. Estos son algunos de los mensajes que pueden interpretarse mediante el comportamiento de artistas jovenes que olvidan que son ejemplo para millones de adolescentes en el mundo.

La familia, clave y solución

Tanto para artistas jovenes como para sus seguidores y fans, la solidez y apoyo familiar juega un papel fundamental en su desarrollo y desenvolvimiento social. Aquellos que son educados con valores, orientación, vigilancia y confianza serán mucho más capaces de dar pasos seguros por el camino del bienestar. Por el contrario, quienes carecen de estos factores sin duda están expuestos a los excesos y malos ejemplos que se presentan en el mundo real.

ARTÍCULO FIRMADO POR Marielisa Esteves
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