Tras la visita al increíble mercado del pescado de Tsukiji, encaminamos nuestros pasos hacia el distrito de Asakusa donde pasaremos nuestras últimas horas en Tokyo antes de volver al hotel para recoger todo y dormir algo para salir de vuelta a España mañana mismo.
Llegamos a Asakusa en metro, nada más salir de la estación giramos a la derecha y entramos en una calle que parece sacada de otro tiempo. Montones de tiendas de estilo tradicional donde comprar casi todo lo que se te ocurra, recuerdos y montones de elementos tradicionales como linternas de papel, cometas, ropa …
Entre todos estos puestos también puedes encontrar varios puestos donde comprar comida, bebida y algunos helados, que en un día de tanto calor como este son de gran ayuda.
Ya al entrar en la calle ves el templo al final. Es un enorme templo con mucha gente por los alrededores, tanto para ir a rezar como para ir a dar un paseo y ver las tiendas. Nos cuenta Hideo que Asakusa significa para el pueblo, y por tanto este distrito de Tokyo se creó como principal fuente de distracción para los habitantes de la ciudad.
Una vez hemos caminado por toda la calle principal llegamos al templo, grande, bonito, y sin duda alguna el más concurrido al que hemos ido en nuestro viaje. En los aledaños del templo se puede encontrar también un precioso y tranquilo parque que merece un paseo para explorar y muchas calles llenas de comercios de diverso tipo que también merecen mucho la pena.
Estamos cansados, es nuestro último día de viaje y no podemos evitar que se nos instale una tristeza por abandonar un país que nos ha gustado tanto y que tan bien nos ha acogido. También nos resulta difícil despedirnos de nuestro recién conocido amigo Hideo que tan bien nos ha tratado y al que tanto cariño hemos cogido en sólo unas horas.
En conclusión el pueblo japonés nos ha tratado de forma maravillosa, el país merece mucho la pena por muchas cosas, pero sobre todo por su gente … como casi todos no?
Tras despedirnos de Hideo tomamos nuestro último metro en Tokyo, que no tren, pues mañana tomaremos de nuevo el Narita Express que nos dejará en el aeropuerto de rumbo a Europa.
Llegamos a nuestra querida estación de Shinjuku que ha sido nuestra receptora en cada viaje a lo largo de estos días y aunque mañana vendremos le damos una vuelta más para despedirla. Nos encaminamos a su salida sur para despedirnos también de la animada zona de compras y restaurantes donde compraremos algo para cenar en la habitación del hotel mientras preparamos las maletas y volvemos al hotel Washington Shinjuku donde nos disponemos a pasar nuestra última noche en Japón.
El viaje ha sido maravilloso, muchas gracias a todos por haberlo leído y muchas gracias desde aquí al increíble pueblo japonés, que tan bien nos ha tratado y tanto nos ha enseñado de esta cultura milenaria. Hasta pronto ¡!!