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Asanas restaurativas: abandonarse a la gravedad en ananda balasana

Por Unrespiro @UnrespiroEs
ASANAS RESTAURATIVAS: ABANDONARSE A LA GRAVEDAD EN ANANDA BALASANA Normalmente las asanas restaurativas de abandonarse a la gravedad se realizan al final de la práctica, al final de la clase de yoga. Cuando el practicante ya ha cumplido con su parte y llega el momento del descanso profundo. Gracias a haberte abierto de verdad a lo largo de la práctica, a haberte desafiado a ser más, a haber respirado profundamente, atravesado los ríos de resistencia de tu propia mente y escalado tus montañas emocionales y espirituales, llegas a la cumbre de la clase y como dijo Goethe hace siglos encuentras que: “En todas las cumbres hay paz”.
ANANDA BALASANA O ASANA DEL BEBE FELIZLa postura del Bebe feliz o Ananda balasana proporciona un estiramiento final a las caderas, isquiotibiales y cara interna de los muslos, además de liberar la columna lumbar y sacra. Hace disminuir la frecuencia cardíaca y pone el cuerpo en un estado de restauración y descanso. La gravedad se encarga de aguantarte por completo en esta asana. Confía y suéltate. Entrégate por completo a la gravedad.
PASOS A SEGUIRDesde la posición horizontal boca arriba, inspira y lleva las rodillas al pecho. Cógete los bordes internos de los pies, con los pulgares hacia abajo mirando los talones. Muy suavemente, tira los pies, rodillas y cuadriceps hacia el suelo. Los tobillos tienen que estar en la vertical de las rodillas. Baja el cóccix hacia la esterilla y alarga la columna en el suelo. Tendría que notar una liberación en la columna y un buen estiramiento de las caderas, cara interna de los muslos e isquiotibiales.Suelta el vientre. Relájate y respira. Tras cinco respiraciones vuelve a poner las rodillas en el pecho y quédate en la asana del masaje abdominal.
ALINEAMIENTO
  • Tobillos en la vertical de las rodillas.
  • Separa los muslos hacia los bordes laterales del torso.
  • Tira hacia abajo de las plantas de los pies.
  • Desplaza el cóccix hacia el suelo.
  • Alarga la línea de la columna, plana en el suelo.
  • Afloja el vientre.
  • Mete la barbilla hacia el pecho alargando el cuello.
  • Relaja los ojos y disuélvete en el resplandor de tu mente.

ENFOQUE ESPIRITUALNo puedes agarrar el próximo trapecio si no sueltas el que tienes cogido. ¡Suéltate!.NAMASTE
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