Sigo al hilo de la semana pasada, con el mismo concepto, la asertividad, pero esta vez quiero que nos planteemos lo siguiente. ¿Cuál es nuestra relación con el conflicto? ¿Lo rehuímos hasta que es inevitable? O al contrario ¿Explotamos a la mínima? Cuado metemos la pata y hacemos algo mal ¿Reaccionamos de manera agresiva antes de que alguien nos diga nada para transmitir superioridad y evitar que nos digan lo mal que lo hemos hecho? O ¿nos escondemos para que no nos digan lo que hemos hecho mal porque nos da miedo enfrentarnos?. Cuando alguien hace algo que no nos gusta ¿se lo decimos o nos callamos porque no queremos tener un enfrentamiento y luego nos sentimos mal?
El caso es que normalmente, todos tenemos una relación mejorable con el conflicto. Lo entendemos como algo negativo y frustrante. Pero todos sabemos que en realidad es inevitable, está en el día a día y no hay manera de no tener conflictos, así que lo mejor que podemos hacer es asumirlo y tratar de manejarlo de la mejor manera posible.
COMO ACTUAR ANTE EL CONFLICTO:
Lo primero es que, en un ejercicio de sinceridad con nosotros mismos, nos analicemos ante el conflicto. Las preguntas de arriba son un ejemplo de las que podéis haceros para averiguar cómo os comportáis ante el conflicto. No importa si es un conflicto menor, laboral, sentimental, etc… Analizad cómo os comportáis.
Cuando tengáis una idea más o menos clara de vuestra actitud ante el conflicto, y si creéis que puede ser mejorada (aunque yo pienso que nunca se acaba de aprender del todo en este tema y que siempre se puede mejorar), yo os propongo que en vuestro día a día, seáis más asertivos, en todo momento, ante cualquier situación que implique conflicto, pequeño o grande, o real o potencial. Más que una actitud ante un conflicto, realmente es una actitud ante las relaciones interpersonales, una manera de concebir vuestro Yo frente a los demás, y en mi opinión, una de las inversiones más rentables que podéis hacer en vuestro día a día.
Os hablo del conflicto, porque como terreno para observarnos y detectar errores, creo que es una de las facetas humanas donde más claro se ve cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los otros.
Si nos callamos las cosas, luego sentimos inferioridad, rabia, ira contenida, baja autoestima por no saber defender nuestras ideas.
Si nos pasamos de agresivos luego sentimos culpa, remordimientos…
Como os decía la semana pasada, y perdonad que insista (pero creo que es vital) hay que llegar al punto en que respetemos respetándonos. No sólo es más saludable para nosotros, también mejorará nuestro manejo de los conflictos
Os dejo un enlace que me parece muy interesante relacionado con este tema
EJERCICIO ANTE EL CONFLICTO:
Analiza:
¿Cuál es tu relación con el conflicto? ¿Lo rehuyes hasta que es inevitable? ¿Explotamos a la mínima?
Si haces algo mal ¿Reaccionas de manera agresiva para evitar que nos digan lo mal que lo hemos hecho? O ¿te escondes para que no nos digan lo que hemos hecho mal porque nos da miedo enfrentarnos?.
Cuando alguien hace algo que no nos gusta ¿se lo decimos o nos callamos porque no queremos tener un enfrentamiento y luego nos sentimos mal?
Juega con la asertividad:
Invierte en asertividad, enfrentate al conflicto de cara y con las metas y los objetivos claros, con una idea fija: Que nos respeten respetando