Nos decía Isaac Rosa que los mercados muerden más que los trabajadores, casi al mismo tiempo era Vizcaino quien decía que volvían a ganar los chacales neoliberales. La verdad es que la situación es para mear y no echar gota. Los trabajadores son agredidos por todos los frentes y no son capaces de alzarse y dar miedo. Eso es lo que nos hace falta, tenemos que asustar, tenemos que morder, sin medias tintas.
La cosa va para largo, no hay previsiones de cuanto tiempo tardará la economía en reabsorber todo este desempleo o quizás esta sea una crisis capitalista sin solución y este sea el fin de este sistema, no se puede saber. Lo que es seguro, repito, es que esto va para largo, para unos bonitos y calurosos años que van a estar cargados de mala ostia, de miles de trabajadores que van a pasearse de casa al trabajo como bombas de relojería móviles esperando estallar al menor impulso que los desestabilice de una vez por todas. Trabajaran más en el trabajo, cobrarán menos, tendrán peores pensiones. Y poco a poco toda aquella resignación se irá despejando hacía otra cosa, algo que quizás no será tan agradable
Un hijo que deja los estudios por falta de dinero, un amigo que se va al paro y no puede pagar la hipoteca, el sentimiento general de impotencia y de no estar representado entre quienes nos gobiernan: los ánimos se alteraran. Absurdo me parece decir que “España no es Grecia” y que no van a pasar cosas. Ni que no existiesen los malos cojones en este país. Todo esto ya está muy avanzado, id a hablar con los trabajadores de vuestro barrio o ciudad, preguntadles como están. Y tendrán que tragarse mucho más en los próximos meses, veremos cuanto podrán aguantar.
Pasará factura y espero que las cifras sean altísimas, tan altas que tengamos que embargar el chiringuito entero por impago.