Revista Cultura y Ocio
Una gran riada del Turia sacude los cimientos del Palacio de las Artes en el momento en que se pone en escena La caida de los dioses de Wagner. De una solera de cemento resquebrajada emerge un cadáver al sesgo que nos habla de diversas maneras. También salen políticos y transexuales (y perdón por la redundancia), monjas que fuman y putas que rezan; polícias, periodistas, plagas del campo y de la playa, autores celebres, videntes, meteoritos y cocina tecno-emocional. Parece cosa de Pitita Ridruejo o de los pastorcillos de Fátima, pero es mucho peor.
Asesinato en el Palacio de las Artes cuenta los esfuerzos del policía Andres Ferrrandis por desenredar una madeja tan densa y negra como la caca de Godzilla.
Sólo con echarle un ojo a sus autores, Tonino Guitián i Emili Piera, ya se sabía que rumbos podía tomar esta novela, en la que el asesinato no era más que una excusa para ofrecer un retrato mordaz, y cargado de ironía de la fauna política valenciana, y de los vastos colosos del cemento. Una visión desde dentro de las redacciones periodísticas quiero pensar que solo de esta zona porque en cierta manera sigo conservando ese candor hacia la profesión que en su día elegí. Los manejos del sistema judicial que echa por tierra meses de investigación por no enfrentarse a poderoso don dinero.
Sus autores son grandes agitadores, personas que conocen el medio en el que se mueven, televisivos, a Tonino Guitián lo pudimos ver en Caiga quien caiga a las ordenes del Gran Wyoming, Emili Piera fue un gra agitador en TVE española hasta que el expediente de regulación de empleo se lo llevo por delante. Ambos han sido humoristas, guionistas de radio, televisión e incluso cine, y ambos siguen escribiendo columnas periodísticas, faceta que no conozco, pero que viendo el cariz de la novela deben ser de lo mas mordaces y divertidas, poniendo el dedo en la llaga y urgando siempre un poquito más.
El comienzo es un tanto peculiar, puesto que no se conoce la trama y el capítulo se titula el muerto al habla, no sabemos por donde van los tiros pero conocemos que hay un muerto que se pone en contacto con nosotros, nos pide que no le juzguemos demasiado duro cuando salgan a la luz ciertos acontecimientos, puesto que su cadáver todavía no ha sido encontrado... eso me ha parecido de gran originalidad, puesto que no revela nada, ni su identidad, ni como fue a parar donde se encontró, nos cuenta sus peripiecias eso si rio abajo.
Parte de un hecho quiero pensar que fantasioso hasta el extremo, para los que no conozcan Valencia, el rio Turia pasaba por dentro de la ciudad, en la época franquista se canalizó el rio por otros derroteros y el antiguo cauce hoy alberga un sinfin de actividades. De todos es sabido que la furia del agua antes o despues recupera su cauce y eso es lo que plantean los autores una avenida tan grande de agua que colapsa la canalización artificial y agua vuelve por sus vías naturales llevandose por delante entre otras muchas cosas uno de los pilares del Palacio de las Artes, y enterrado en el cemento se encuentra el cadáver demediado de una persona a la que es dificil identificar puesto que le falta entre otras cosas la cabeza.
De ahí parte la trama digamos negra, porque la polícia de la mano de Andres Ferrandis intenta esclarecer el crimen, y despues de tirar del hilo se encuentran con los colosos de la construcción. De la mano de Ferrandís y tambien en solitario Llorens, un periodista, se enfrenta al dilema de informar de forma veraz o sucumbir a los efectos de la publicidad y demas maniobras que acaban mermando este mundo. De su mano conoceremos los abusos inmobiliarios, las vulneraciones de la ley urbanistica por parte de constructores y ayuntamientos, la desproteccion de zonas verdes en manos de estos personajes que solo piensan en su bolsillo.
"Que en Valencia crecía una Marbella igual de espesa pero oculta, rellenando la ciudad de cemento como si fuera un pastel de nata, se podía comprobar contando las grúas metidas dentro de las fachadas históricas del viejo Ensanche. Aquí y allá se arramblaba, con el beneplácito del Ayuntamiento, con los patios interiores de antaño refrescados por las sombras de un fresno, se subían cuatro alturas desde los viejos desvanes, se excavaba sin complejos cortando centenarias acequías y pozos negros".
Sale a relucir la actualidad con la plaga del picudo rojo que afecta a las palmeras, y la de medusas en las playas. El lenguaje periodístico esta presente en buena parte de la obra, sobre todo cuando Llorens y otros personajes de la fauna toman la palabra, y denmino la fauna a aquellos que se dedican al papel colorin que tambien tienen en este libro su ratito de gloria. En ese tipo de lenguaje me hizo gracia que pusieran sobre papel la familiaridad con la que tratan a los políticos.
"Dicen que la estructura del Palau no peligra y que a las seis habla Paco Camps. Falta un cuarto de hora"
Paco Camps es el Molt Honorable President de la Generalitat, peor parada sale la alcaldesa, de quien se dice que tiene voz de carajillo, y se la llama la Rita o la Barberá. La frivolidad del retrato de la política valenciana y de sus protagonistas no deja indiferente, ante una catastrofe de ese tipo, solo piensan en recontruir el Palacio de las Artes para que todo siga igual, y en favorecer a sus afines aunque para la ciudad económicamente sea un desastre. Pasean personajes relevantes de otras epocas como la mujer del ex presidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol, y una amiga de esta, personajes del mundo literario, Juan Manuel de Prada, Arturo Perez Reverte, Lucia Etxebarria, Maria de la Pau Janer, nadie se libra de esta critica mordaz.
Me he reido con las ocurrencias y con las palabras que intercalaban en valenciano que seguro que con la traducción que daban no provocan ni una sonrisa en un lector no valenciano parlante. Me he asombrado con las acusaciones veladas que corren de boca en boca sobre la sexualidad de algunos personajes relevantes, desde luego no se han pisado las manos, pero lo que es un rumor a gritos esta presente. A mi al menos me ha hecho reir que es lo que buscaba, me ha ofrecido una visión de la sociedad valenciana que es la que exportan nuestros políticos, de pandereta y fanfarria, que posiblemente es la que tengan fuera de nuestro territorio, grandes obras faraónicas y el nombre de esta tierra en boca de todos.
He recuperado algunos parrafos que un dia de estos pondre en las perlas literarias para compartirlos con vosotros, quizás porque como he dicho antes esta novela mete el dedo en la llaga y se regocija en el acto y supongo que algunas de las visiones que se exponen a la gente le resultará al menos conocida o habrá pensado alguna vez cosas semejantes