Juan Martorano
En ocasiones, nuestros escritos han obedecido a la generación de alertas tempranas, producto de nuestras investigaciones y procesamiento de informaciones que nos llegan. No serán muy mediáticos, periodísticamente hablando, pero en la mayoría de los casos nuestra prognosis ha estado lo más aproximada a la realidad y a la ocurrencia de algunos eventos que se han suscitado en el país.En esta oportunidad, nos queremos permitir alertar de algo que nos parece extremadamente grave, y muy peligroso.
Como introito al tema, cabe destacar que, los militares desertores que participaron en la denominada “Operación Aurora” en la que fueron atacados puestos policiales y militares de Luepa, San Francisco de Yuruaní y Santa Elena de Uairén en el municipio Gran Sabana del estado Bolívar el 23 de diciembre de 2019, han grabado un nuevo video donde advierten que acciones como las ya ocurridas volverán a repetirse, y llaman al pueblo a salir a las calles para “derrocar al tirano”.
Esto si no fuera peligroso, llamaría a risa, pero recordamos que el año pasado, por el mes de febrero cuando el autoproclamado pretendía una invasión al país. Algunos otros militares desertores señalaron que serían la vanguardia de una posible acción armada en contra de la República Bolivariana de Venezuela. Muchos, dejándose y dejándonos llevar por nuestro corazón y pasión militante revolucionaria, los subestimamos y no le paramos bolas a estas amenazas, las cuales se concretaron en la fecha señalada en el párrafo anterior. Moraleja: No hay que sobreestimar pero tampoco subestimar las amenazas del enemigo histórico de nuestro proceso revolucionario.
Y esto también hay que repetirlo ad nauseam: Nuestra pelea no es con Guaidó, ni con Julio Borges, ni con María Corina Machado. Nuestra pelea es en contra de los poderes hegemónicos del planeta que nos han puesto el ojo y quieren venir a saquear nuestras riquezas. Esto debemos tenerlo muy claro, y a ellos no les va a importar hacer hasta lo inimaginable por lograr sus perversos propósitos.
Pues bien, retomando el hilo del tema a desarrollar, volvamos a las advertencias que nos queremos permitir realizar en estas líneas.
Hemos visto como este año 2020 que recién inicia, ha empezado a todo tren: Un dólar paralelo que bordea los 80 mil bolívares; un Guaidó que busca provocar y generar escaramuzas a propósito de la designación de la directiva de la Asamblea Nacional hoy en desacato. Han sido en lo que a la política interna de Venezuela, los eventos más destacados durante los primeros 10 días por lo menos del mes de enero.
Pero ahora, el portal argentino de derecha infobae, ha publicado un “trabajo periodístico” titulado: “Radiografía de los colectivos chavistas: qué bandas armadas controlan cada zona de Venezuela y quiénes son sus líderes”.
Destaca el presente bodrio que estos “grupos civiles que actúan como paramilitares del delito, el narcotráfico y las extorsiones en los barrios, mientras mantienen el control político en nombre de la Revolución Bolivariana”.
Es evidente que resucitan la campaña de criminalización de los colectivos organizados y defensores del proceso revolucionario. Por una parte, buscan atacar a la organización popular, y por la otra, justificar una agresión armada en el país al vincular a las organizaciones políticas y sociales que respaldan a la Revolución Bolivariana y al Gobierno Nacional encabezado por Nicolás Maduro con delitos tan repudiables como el narcotráfico y la extorsión, además de las supuestas violaciones de los Derechos Humanos.
Lo peligroso de este trabajo periodístico es que no sólo menciona lugares como la parroquia Sucre de Caracas y específicamente Catia, o el estado Apure o Bolívar (¿Zonas donde pudieran ocurrir próximos ataques?) sino que además nombra colectivos y a individualidades como las siguientes:
1.- TUPAMAROS liderados por José Pinto y que tratan de vincularlos con microtráfico de drogas y en entrenamientos de “grupos paramilitares”. También operarían fuertemente en el estado Lara, ya que éste sería uno de sus más fuertes bastiones.
2.- “La Piedrita” de Valentín Santana, que opera en la parroquia 23 de enero, denominándolos el “brazo armado de la Revolución”, vinculándolos a la “represión de las protestas de la oposición en el centro de Caracas”.
3.- Colectivo “Alexis Vive” dirigidos por Robert Longa, también del 23 de enero, declarada como una organización política de vanguardia, conformada por trabajadores, estudiantes y campesinos. Esta agrupación comenzó a “operar” a partir del año 2002 después del paro-sabotaje económico y petrolero. También se llamaron “Travesía” y formaron en su momento parte de la Coordinadora “Simón Bolívar” que también hace vida en la parroquia 23 de enero de Caracas. También los vinculan a la “represión de las manifestaciones” y de trabajar con grupos guerrilleros colombianos en la formación política y adiestramiento militar de simpatizantes de la Revolución.
4.- Frente Motorizado Bolivariano “Arquímedes Franco”: Tildadas en este bodrio como “fuerzas de choque que amenazan y hostigan a manifestantes contrarios a Nicolás Maduro”. Su fundador, Arquímedes Franco fue asesinado de tres disparos. Además de ello, han vinculado a esta organización en el tráfico de armas y drogas. Actualmente es dirigida por el diputado y constituyente Darío Vivas. También operarían en Petare, parroquia del municipio Sucre del estado bolivariano de Miranda, donde han sido acusados de disparar “en contra de los vecinos del barrio que se levantaron en contra de Nicolás Maduro”.
5.- Colectivo 5 de Marzo: También del 23 de enero. Su último líder visible, José Odremán resultó asesinado en el año 2014. Acusan a esta organización de disparar contra manifestantes contrarios a Maduro en 2014, 2017 y 2019.
6.- En el estado Zulia, señalan al actual gobernador Omar Prieto de liderar diversos colectivos, en especial en el municipio San Francisco donde fue alcalde, vinculándolo al secuestro y extorsión de empresarios y ganaderos en la referida entidad federal.
7.- Colectivo Alí Primera 4F: Liderado por José Montilla. Han sido señalados con la persecución de periodistas y por disparar gases lacrimógenos hacia las viviendas en zonas de protesta en contra del presidente Nicolás Maduro. Montilla habría sido detenido el 7 de abril de 2019 por porte ilegal de arma de fuego y amenazaba a manifestantes en Barquisimeto.
8.- MERSUV dirigido por Orlando Guzman, hoy diputado del Consejo Legislativo del estado Bolívar. Actúan en Ciudad Guayana y en el sur del estado Bolívar donde está ubicado el denominado Arco Minero del Orinoco. Se les ha tratado de vincular a las mafias que extraen oro y otros minerales, controlarían el acceso a las minas y hostigarían a los pueblos y comunidades indígenas de la zona.
9.- Frente Motorizado Bolivariano: liderado por Freddy Bernal, que actuaría en la frontera entre el Táchira y el Departamento del Norte de Santander en Colombia. Los acusan de disparar en el puente internacional Simón Bolívar y Pedro María Ureña durante el supuesto ingreso de ayuda humanitaria el 23 de febrero de 2019. También son acusados de hostigar a trabajadores de la prensa.
10.- Frente Motorizado Bolivariano del estado Apure: liderado por el actuar gobernador de dicha entidad federal, Ramón Carrizalez Rengifo. Se les acusa de funcionar como “grupo de choque para agredir y robar a manifestantes cuando se producen protestas en contra del gobierno”. También los vinculan al narcotráfico y al secuestro de ganaderos y empresarios de dicho estado. Los enlazan con organizaciones guerrilleras como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Bolivarianas de Liberación Nacional (FBL).
¿Será que estos camaradas y organizaciones señaladas en el referido trabajo del referido portal web han sido declarados como los próximos objetivos “militares” del fascismo criollo?
Lo cierto del caso es que esto constituye una necesaria advertencia de la que habrá que tomar oportuna y debida nota al respecto.
Ahí se las dejamos.
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Leales Siempre, Traidores Nunca!