Islamófobo. Así presenta la prensa al noruego de 32 años, Anders B. Breivik, asesino de 92 compatriotas en dos atentados, ninguno musulmán, restándole valor a sus otras dos militancias: ecologismo y masonería.
Tendríamos otra imagen de este multiasesino haciendo hincapié en esas pasiones consideradas progresistas: su empresa agraria cultivaba productos ecológicos con etiqueta “bio”, y estaba orgulloso de pertenecer a la logia Saint John, evocación masónica muy extendida, tanto que así se llama también la más importante de los hispanos de Nueva York.
Ser cristiano, masón, islamófobo o ecologista sólo importa si se enloquece, como Breivik o como Timothy McVeigh, el estadounidense de 27 años que el 19 de abril de 1995 colocó un camión-bomba frente a un edificio federal en Oklahoma, y mató a 168 personas, incluyendo 19 niños.
Protestaba contra la toma por el FBI de un campamento de una secta religiosa en Wako, Texas, que provocó un incendio en el que murieron 76 personas, de ellas 20 niños.
McVeigh no tenía nada que ver con la secta, pero estaba obsesionado con que el gobierno federal destruía las libertades ciudadanas y creía que, como los sectarios, era un perseguido por el poder omnímodo de Washington.
Breivik era un indignado más. Indignado, dicen los medios noruegos, con el islam. Pero no mató a musulmanes sino a cristianos, aunque fueran socialdemócratas, como se vio en los funerales.
Los mismos medios destacan habitualmente las noticias policiales según las cuales los inmigrantes musulmanes en Noruega, siendo minoritarios, son autores de casi el noventa por ciento de los delitos del país, incluyendo prácticamente todas las violaciones de mujeres noruegas. Quizás aquí radique el origen de su locura.
Por tanto, atentos a España, porque en Salt, Gerona, hay protestas masivas de indignados por motivos similares a los que presuntamente despedazaron la mente de Breivik.
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Esta es una de las fotografías que el multiasesino publicó en su página web y que pocos medios se han atrevido a reproducir en España, quizás porque tras el sufrimiento que Franco le produjo a los masones durante su régimen todavía debe protegerse su imagen.
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SALAS ve que hay más de un asesino parecido en potencia. Donde dice gallegos ponga usted españoles.
Otra consecuencia de la misma encuesta
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure