………..Y llegó la ansiada novela y una vez más colmó nuestras expectativas. Remedando al propio Marías sobre Faulkner y García Márquez , diríamos: Cuando leo a Marías , quiero leer a Marías. Novela en completa consonancia con su trayectoria y estilo, sobre temas que invitan a la reflexión y el análisis : El rencor y el perdón y la justicia como afectación próxima , cuando nos toca a nosotros o a nuestro entorno ; la otra ya interesa menos .
La historia nos la cuenta «el joven de Vere» que, de forma retrospectiva, nos narra hechos ocurridos en la España de los años ochenta , aún sin divorcio pero ya próximo, y abarca cuatro grandes personajes. Juan de Vere, “alter ego” del propio escritor (o que a mi me lo parece), que vive una historia plena en casa de su empleador y que tendrá consecuencias en su futuro. Eduardo Muriel , director de cine con parche pirata de baquelita que invita al tamborileo con las yemas de los dedos o con las uñas , que fue bueno y generoso y que ahora lo es menos. Beatriz Noguera, su mujer que es aún joven y atractiva incluso para los jóvenes, pero no para Eduardo, que la ve como “la campana del Álamo”, por algo que resultó imperdonable. Y Jorge Van Vechten, el pediatra íntimo del matrimonio que fue “hacedor de favores” cobrados a un precio repulsivo y que siempre violenta y fuerza con tal de conseguir los favores sexuales de quien le interese . Con éstos y otros personajes secundarios , Marías elabora una magnífica novela donde las escenas eróticas , con gran peso en toda la obra, tratadas con realismo delicado y huyendo de lo chabacano por un lado y de lo cursi por otro, conforman un trabajo completo. Bueno no hay mas que leerla y disfrutar a la espera del nobel y si es posible de una próxima entrega antes de tres años.