Football for a Buck: The Crazy Rice and Crazy Demise of the USFL, es el nuevo libro de Jeff Pearlman, escritor que relata las peripecias que vivió la USFL tratando con Donald Trump y los disparates que en algún momento propuso para renovar el deporte uno de los hombres más poderosos de la actualidad. Aquí algunos extractos traducidos de este libro.
Vince Lombardi Jr. sobre Trump:
“La primera vez que me encontré con Donald Trump fue en un vuelo rumbo a una reunión de la liga” relata Vince Lombardi Jr., hijo del legendario entrenador de los Packers, presidente y GM de los Michigan Panthers, “Yo no sabía quién era, sólo que era un atareado joven. Empezó a hacerme todas esas preguntas de football y me aseguró que no tenía ni idea de lo que yo le estaba hablando. De inmediato pensé, ¿quién es este tipo? pero luego me di cuenta de algo singular que tenían las personas con las que trabajaba: lo único que sabían decir era “Sí, Donald”.
Barry Stanton, reportero que cubría a los New Jersey Generals, equipo propiedad de Trump:
“Si la gente quiere tener una visita al piso 26 de la Trump Tower, donde está la oficina de Donald Trump, primero debía ver un video de ocho minutos donde se hablaba de la grandeza de Trump y sus logros. “Era ridículo, parte del video era incluso un gancho para comprar departamentos. Y no era que te lo pudieras saltar, si querías hablar directamente con Trump había que escuchar primero lo grandioso que era. Pero amaba salir en las portadas, siempre le gustó que se hablara de él.”
Donald Trump y el intento por firmar a Don Shula:
Trump corrió a Chuck Fairbanks y planeaba remplazarlo como head coach con la llegada de Don Shula, el legendario entrenador de Miami que había ganado 226 juegos en 21 temporadas. Shula en ese momento tenía una relación hostil con Joe Robbie, dueño de los Dolphins y su salario era de apenas 400 mil dólares. Trump hostigó a Shula, le llamó cada lunes por la noche antes de los partidos de MNF. ‘Trump era todo vender, vender, vender’ relató Shula, quien además confesó que se le ofreció un contrato de cinco años por 5 millones de dólares, Shula agregó que sólo tomaría el trabajo si le daban un departamento en Trump Tower sin cobro de renta.
Un día más tarde Trump salió a decir en CBS que todo estaba listo para que Don Shula tomara el cargo con los Generals. Ese mismo día los Dolphins vencieron a los Colts y en la entrevista después del juego se le preguntó al head coach por el trabajo en New Jersey. Cuando Trump esperaba que su entrenador confirmara la noticia, Shula aseguró que no se movería a ningún lado. La oficina de los Generals no tardó en echarle la culpa al entrenador argumentando que ‘la negociación se había complicado tanto al grado de no tener un acuerdo por el departamento en Trump Tower que supuestamente exigía el Head Coach’.
Trump y su intento de firmar a Lawrence Taylor
Trump nunca tuvo la mejor relación con los dueños de la NFL. Un día, sólo para hacerlos enojar, orquestó una reunión con un periodista de Journal News y, mientras su GM Jimmy Gould platicaba con él, entró por el pasillo contiguo con Lawrence Taylor hablando muy alto y asegurándole que le ofrecía un millón de dólares sólo por su firma con los Generals. “Tuve que hablar a mi banco y 30 segundos después efectivamente estaba puesto un millón de dólares en mi cuenta. Sólo pude agradecer que Don pusiera su dinero donde decía que lo haría” confesó L.T.
Una vez filtrada la noticia, un tal John Barron, nuevo publicista de Lawrence Taylor, comenzó a hablar con varios periodistas para ofrecerles las novedades del contrato… Sólo que la mayoría de los encargados de tomar la llamada se dieron cuenta de algo muy peculiar: el tal “John Barron” era en efecto Donald Trump, con su clásico intento de crear fuentes cercanas. Trump sabía que Taylor jamás jugaría con los Generals, pero consiguió que el temible defensivo firmara un contrato por 6.55 millones de dólares con unos desesperados Giants que hicieron lo imposible para tener a su jugador. L.T. salió feliz del trato, ya que le devolvió a Trump su dinero, aunque ya se había gastado parte de él y Trump incluso se mofó de los ingenuos que creyeron en este intento suyo de traer a Taylor.
“Miren, yo nunca quise que Taylor no jugará para los Giants, nunca quise que fuera infeliz. Yo soy Mr. New York. En mi mente, lo único que quería era tener al mejor jugador de este deporte en New York” declaró Trump una vez armado todo el circo para sacar de sus casillas a varios dueños de la NFL.
Otros dueños de la USFL sobre Trump:
Trump iba suponiendo que este era su show y su liga, no sólo porque con base en el dinero los Generals estaban armando un tremendo equipo. “Para el resto de nosotros era muy claro lo que pretendía Trump, hacernos a un lado al resto de los dueños de la liga; quería todo” sentenció [Jerry] Argovitz, dueño de los Gamblers.