En RetroManiac ya hemos podido probar la aventura y podemos decir que nuestras primeras impresiones han sido de lo más positivas. En esta primera entrega, dividida en dos partes, recorremos lo que equivaldría al primero de los ocho niveles que componía el juego original de OCEAN. Una primera carga, con una resolución de puzles bastante sencilla, nos sirve como aperitivo para tomarle el pulso a la aventura y prepararnos para la segunda carga, el verdadero reto de esta primera entrega.
Las imágenes, espectaculares.
Si hay algo que destaca de esta aventura conversacional son las imágenes que acompañan cada una de las localizaciones, de alta calidad y muy detalladas, que sin duda lastran un poco el juego debido al gran tamaño que ocupan en memoria. Precisamente por lograr este resultado final tan vistoso, las imágenes están almacenadas en disco y se lee continuamente para cargarlas, lo que hace la transición entre localizaciones algo más lenta y nos impide sacar el disco mientras dure la partida. Este acceso continuo al disco para leer imágenes impide además que haya una versión en cinta, por lo que los usuarios de Amstrad CPC 464 sin unidad de disco deben -por el momento- olvidarse de jugarlo en la máquina física. No obstante, todo esto queda inmediatamente olvidado cada vez que entramos en una localización nueva y disfrutamos de una nueva y vistosa ilustración, haciendo que merezca mucho la pena la fórmula empleada por Javymetal.
Entorno de trabajo durante la creación del juego
Como ya hemos comentado, ELF se compone de dos cargas. En la primera nos encontramos con un mapeado no muy extenso y pocos elementos destacables en las localizaciones, haciendo que las descripciones de éstas nos den todas las pistas necesarias para poder avanzar. Tampoco podemos morir ni hay objetos ocultos que requieran de complicados comandos, por lo que la resolución no debería ir más allá de una o dos partidas si dibujamos nuestro propio mapa y exploramos bien los diferentes caminos. La segunda parte ya es harina de otro costal, ya que aquí si que podemos morir en según que circunstancias, obligándonos a comenzar de nuevo la aventura desde la primera carga, lo que sin duda se hace con intención de alargar la vida del juego. No obstante, nos ha dicho un pajarito que con la instrucción "ELF MOLA" podemos evitar tener que hacer nuevamente la primera parte si la paciencia no nos acompaña.
Toda aventura tiene su comienzo.
El estilo narrativo de ELF es claro, directo y sencillo, sin complicaciones ni engaños, donde Javymetal ha contado con la colaboración de David alias "6128", creador de otra aventura conversacional para Amstrad CPC: "El Misterio de la Isla de Tökland". Como ya comentamos en un avance, la aventura está creada en BASIC, con algunas rutinas extra para la gestión gráfica. Este "parser" propio permite el uso de la "ñ" (¡grande!) y distingue entre mayúsculas y minúsculas, siendo avisado desde un principio por el juego de que debemos escribir siempre en minúsculas. La lista de comandos incluye los más comunes en este tipo de aventuras, por lo que adaptarse a ella es cuestión de segundos. Mención especial a un comando no incluido en las instrucciones: probad a teclear "AD" y veréis una pequeña sorpresa.
Siempre encontrarás gente dispuesta a echarte una mano
No se queda aquí el mundo de ELF. La prometida versión para PC con gráficos VGA sigue avanzando, aunque a un ritmo mucho más lento que la versión para Amstrad CPC. Por otro lado, entra en los planes a largo plazo seguir adaptando cada uno de los niveles del juego original de OCEAN, lo que elevaría la totalidad del juego a 16 cargas, abarcando los ocho niveles. Por el momento tendremos que conformarnos con un "continuará..." después del final de la segunda carga. Así mismo, hay planes para realizar una versión sin gráficos o a mucha más baja calidad que pueda ser cargado en un Amstrad CPC 464 y ya hay incluso peticiones desde el extranjero para que la aventura sea traducida al inglés.
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