Revista Infancia

Así es nuestro olfato

Por Babytribu @babytribu

Cuando Lee nos propuso colaborar en la serie de los sentidos nos pareció una idea estupenda ya que se iban a abordar desde distintos puntos de vista para darles una visión completa. Además el primero era el oído, fácil, lo manejamos casi a diario en la consulta. Pero llega febrero y llega el olfato y resulta que es un sentido muy especial pero muy olvidado, por dónde empezar?

Seguro que en alguna ocasión os ha pasado que un olor os trae un recuerdo, de una persona, un lugar, algo en lo que hacía muchísimo que no pensabais… eso es gracias al olfato y os lo vamos a explicar.

El olfato junto con el gusto es un sentido de los llamados químicos, detectan compuestos químicos que hay en el ambiente. Las moléculas en forma de vapor se disuelven en la mucosa de la parte superior de cada fosa nasal, debajo de esa mucosa están las neuronas, células del sistema nervioso, que son capaces de detectar miles de olores y que lo transmiten a una parte del cerebro que se llama bulbo olfatorio. Y desde ahí a otras dos zonas, la neocorteza, que se encarga del pensamiento consiente, y el sistema límbico que es más primitivo y es donde se generan las emociones, la memoria… por eso un olor ya conoció puede despertar en nosotros  un recuerdo.

El olfato es 10.000 veces más sensible que el resto de los sentidos. Además es inmediato ya que es el único lugar del cuerpo donde el sistema nervioso central está expuesto al ambiente.

En personas con déficit de otros sentidos el olfato es de vital importancia ya que les permite identificar personas y cosas. Se han hecho muchos estudios en niños sordo-ciegos y se ha vito que el olfato les permite comunicarse, reconociendo y anticipando situaciones.

El olfato está íntimamente relacionado con el gusto, el otros sentido químico,  el olfato aumenta la capacidad del gusto ya que la percepción de lo sabores es una combinación de olores y gustos.

La pérdida el olfato se llama anosmia cuando es completa e hiposmia cuando es parcial. Las causas pueden ser muy variadas, desde procesos banales hasta ser un indicador de enfermedades graves:

- Una de las causas más frecuentes de pérdida de olfato son los resfriados y congestión nasal que todas alguna vez hemos experimentado.

- También las rinitis alérgicas pueden hacernos perder el olfato.

- Menos frecuentes son obstrucciones que impiden que el aire con los olores llegue a la parte superior de la fosa nasal, como pólipos o desviaciones del tabique.

- Con la edad se va perdiendo olfato sin que se sepa claramente cuál es la causa.

- Hay medicamentos que producen anosmia como las anfetaminas, estrógenos, productos a base de zinc y los descongestivos nasales cuando e usan de manera prolongada.

- Los traumatismos en la cabeza y los tumores cerebrales están entre las causas de anosmia.

- En enfermedades degenerativas como Alzheimer y Parkinson también se pueden ver perdidas de olfato.

- El tabaco nos deja sin olfato ya que la nicotina y el alquitrán “anestesian” las raíces nerviosas el bulbo olfatorio.

¿Y qué pasa si perdemos el olfato?  Para empezar disminuye el placer y el gusto por los alimentos que en cierta forma nos garantiza una nutrición adecuada. Tampoco somos capaces de identificar  alimentos en mal estado o situaciones de peligro por exposición a agentes dañinos en el ambiente (humo, gas…) y perdemos esa capacidad e evocar recuerdos a través de los olores.

El tratamiento de la anosmia empieza por corregir la causa que la provoca: si es debió a un resfriado paciencia, se recupera solo, si es una alergia pueden ayudar los antihistamínicos, cirugía en obstrucciones, dejar de fumar, cambios de medicación si esto son los responsables…

#olfatoBebé

 


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