Como si de un equipo de segunda recién ascendido se tratara, el Real Madrid pasa por un fatídico momento y, sinceramente, me alegro. Un equipo con una afición tiznada por la prepotencia debe entender que no se puede ir como si fueran los mejores del mundo.
De 12 puntos posibles, el Real Madrid sólo tiene 4 situándose en la onceava posición a la espera del Valladolid-Betis. Por la contra, Barcelona, Málaga y Mallorca son los 3 equipos que se disputan la liga tras demostrar su poderío futbolítico.
En el Madrid, el vestuario está claramente dividido entre quienes apoyan a su entrenador Mourinho y los que no. Ésta última posición totalmente comprensible, después de que Mourinho eche la culpa a los jugadores de todos los errores de los partidos en las ruedas de prensa.
Pero para mi lo más graciosos es el fichaje del Real Madrid. Se gastan una millonada en un jugador que se queda en el banquillo al inicio del partido, es decir, un jugador de recambio. Y luego lo venden como mejor fichaje que Alex Song. Menos mal que los hechos están dando la razón a la verdad, a otro despilfarro de Florentino.
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