Lo prometido es deuda, aquí tenéis a los flamantes ganadores, fuimos obsequiados con un bono de una noche en media pensión en cualquierHospedería de Extremadura y un lote de productos cosméticos de la Chinata que nos entregaron más tarde.
El anuncio se hizo nuevamente en el Succo donde comimos a base de tapas, tosta con pimientos, jamón ibérico con pan con tomate, la famosa torta del casar con pimentón de la Vera y de postre Bolitas con canela llamadas “Huevitos”. Después de este fantástico almuerzo fuimos al Parador Nacional de Plasencia a tomar un café. El parador era el antiguo convento de San Vicente Ferrer restaurado, con artesonados y un claustro además de mobiliario de la época, que más que un convento parece un palacio. Tuvimos la suerte de que se nos permitiera acceder al jardín. espacio normalmente prohibido, con un precioso porche.
Después del café nos dirigimos a las afueras de Plasencia, a las bodegas Viña Placentina donde nos esperaba Ana, la enologa, para enseñarnos los viñedos, instalaciones y darnos un curso básico de cata y maridaje de vino. Viña Placentinaes una bodega pequeña de producción totalmente ecológica en la fina Pago de los Ángeles. Con una ficha de cata y las indicaciones de Ana, nos dispusimos a descubrir matices y sabores a través de la vista y el olfato que al final degustamos con embutido de la zona. Como buen grupo de blogers acabamos aconsejando a Ana sobre redes sociales en una fantástica tarde.
Después de la cata, nos esperaba en la hospederia una cena de lujo, con tosta de boletus e ibérico y cebolla al eneldo gratinada con torta del Casar, yogurt de calabacin con miel de las hurdes y pate de ibérico con piñones, dulce de breza y helado de cebolla como aperitivo. De primero Canelones crujientes de pintada extremeña en crema de ceps, caviar de ibérico y aceite de criadillas. De segundo lomitos de lubina rellenos de risotto de morcilla extremeña, ragut de tomate y yemas de trigueros. Y para terminar un postre muy adecuado para un grupo de tuiteros como nosotros, Cremoso de chocolate sobre pincelada de pistachos y arroba de galleta. Me parece que estoy volviendo a comer al escribirlo.
Después de esta ovípara cena, hubo un grupo que se fue a fotografiar el castillo de Monfragüe que podéis leer en este post del blog de Jesús y otro grupo a tomar algo al cercano Pub Ibiza con otra interesante crónica de Quique.
A la mañana siguiente, dejamos la Hospedería y nos recogieron la gente deMonfragüe Vivo para hacer una excursión en 4×4 por el parque nacional. El parque fue declarado parque natural en 1979 y nacional en 2007 ocupa más de 18000 ha y además la zona que lo rodea con mas de 100000ha es de 2003, reserva de la biosfera. Es un paraíso para ver aves como buitres y águilas, también hay ciervos y nutrias.
Subidos en los 4×4 llegamos a la primera parada, el castillo de Monfragüe que se encuentra parte en ruinas y es difícil acceder a la parte superior pero las vistas no tienen precio de día o de noche.
Después nos dirigimos hacia el Salto del Gitano, “portilla” cortados rocosos atravesados por ríos o arroyos, donde pudimos observar nidos de buitres y Raúl, uno de los guías, nos deleitó con la leyenda del Salto del Gitano. Había un bandolero gitano que causaba el terror en la zona, asaltando a los comerciantes de la zona y en una de esas lo sorprendió la pareja de la guardia civil y huyendo dio tal salto que cruzó el río y llego sano y salvo a la otra roca. Lo curioso es que un de las rocas tiene forma de cara de guardia civil con tricornio y da que pensar que la leyenda pudo ser real.
Después hicimos parada en Villareal San Carlos donde se encuentra el centro de Visitantes y unas curiosas construcciones conocidas como chozos donde se debieron refugiar los pobres comerciantes asaltados por el gitano en su ruta.
También vimos los ríos Tiétar y Tajo, antes de entrar en fincas privadas parte de la reserva de la biosfera donde solo se puede acceder en todoterreno. En esas fincas se crían cerdos ibéricos de donde salen los jamones y demás delicias que pudimos disfrutar durante el viaje.
En esa zona disfrutamos de un divertido recorrido en 4×4 con Ana a los mandos del vehículo, hubo quien tuiteó testamentos y todo temiéndose lo peor, pero salimos sanos y salvo de la experiencia. Ana tenia una espina clavada de no haber podido hacer un curso de conducción de todoterrenos y Raúl le cedió los mandos para que se la quitara.
Después de recorrer el pueblo de Serradilla y ver alguna que otra finca propiedad de algún propietario de conocida franquicia de restaurantes fuimos a hacer el ultimo almuerzo al hotel rural Puerta de Monfragüe donde nos recibió una chimenea encendida perfecta para el frío que hacia. Comimos también embutido, migas extremeñas, presa ibérica y flan de huevo casero.
Después de comer nos marchamos de vuelta a Madrid, las tres horas y media de la ida se convirtieron en escasas 2 horas y media de vuelta, siempre pasa que el regreso es mas corto y cuando se esta en buena compañía el tiempo pasa también muy rápido. Así sin darnos cuenta estábamos en Atocha despidiendónos rápido porque mi viaje de vuelta a casa no había terminado me tocaba coger el avión de vuelta a Palma, cosas de vivir en una isla.
Y para terminar, tengo que agradecer una vez más, el haber sido invitada a este viaje a Nomaders y Turismo de Extremadura y tener la oportunidad conocer este bello lugar de mi propio país, al que espero volver pronto aunque el bono que me tocó no lo voy a disfrutar personalmente pero en Travelling Dijuca espero poder contar otro viaje a Extremadura, aunque no lo viva en primera persona.
Y gracias también todos los que nos habéis estado siguiendo por Twitter y en nuestros blogs, espero que hayáis disfrutado como nosotros.
Hasta la próxima.